Capítulo 76: Energía

144 10 17
                                    

~Inuyasha

El horrendo dragón vuelve a ponerse de pie ¡¿Es que nada mata a esa cosa?! Destruí parte de su cuerpo, Haku le enterró una extrañísima flecha —que no me explico de dónde salió— en el ojo ¡Mi espada atravesó su corazón! ¡Debería estar más que muerto!

Ya veo porqué a mi padre le costó tanto trabajo acabar con él.

Ryukotsusei: ¡Te subestimé a ti y ese humano! ¡Acabaré contigo para luego ir tras el maldito monje!

Es un sacerdote, idiota.

Abre su boca una vez más, el cielo se oscurece a tal punto de que casi no existía luz en ningún lugar a la redonda, rayos alumbran entre las nubes mientras aquella bola de energía aumentaba de tamaño más que todas las demás. Su color azul claro y diámetro impresionante hicieron que mis instintos me avisaran algo que yo ya tenía claro.

Hablaba en serio cuando dijo que quería destruirme.

Inuyasha: ¡Totosai! ¡Elévate aún más! ¡Este poder no es como los otros! —le advierto al esquelético anciano.

Myoga: —llorando— ¡Salúdeme a su padre cuando lo vea!

Inuyasha: ¡¿Insinúas que voy a morir?! —molesto.

Hakuryu: ¡Myoga! —lo recrimina.

Esa pulga cobarde nunca confía en mí.

La vaca se eleva aún más en el cielo, apenas veía a los 3 demonios y al humano, pero eso no importaba, la idea de que por lo menos ellos estarían a salvo me tranquilizó.

El tamaño de esa esfera seguía creciendo, si no hacía algo moriría destruido por esa cosa, pero ¿Cómo escapo de una situación así? ¿Cómo sobrevivo a tal poder? ¿Qué debo hacer para seguir con vida sin caer en la cobardía?

Ryukotsusei: ¡Será tu fin, mitad bestia!

La gigantesca bola se dirige hacia mí, tomé la decisión de quedarme y enfrentar al enemigo sin importar las consecuencias, eso no significa que me dejaré vencer. Voy a dar todo lo que tengo para ganar esta batalla.

Doy un gran salto directo al peligro sin esfuerzo alguno, Colmillo de Acero era tan liviano como una pluma, podía hacer lo que quisiera, su gran peso quedó atrás como un desagradable recuerdo. Había probado ser digno del arma de mi padre y no existía dragón al que no pudiera derrotar.

Solo necesito que me ayudes, Colmillo.

La enorme esfera se acerca a gran velocidad, tengo pocos segundos para pensar antes que me pulverice. Ahí, justo en el centro se concentraba la mayor parte de la energía. Mi espada palpita y se rodea con el aroma del Viento Cortante una vez más, indicándome que estaba en lo correcto, allí debía atacar.

Inuyasha: ¡Haré el Viento Cortante ahora!

Alzo mi espada sobre mi cabeza y la bajo liberando las destructivas garras amarillas, mas esta vez fue diferente. El poder de mi espada parte la bola y esta se regresa a su creador con forma de enormes remolinos que van rompiendo su cuerpo por completo. Desde la cola hasta la cabeza el dragón se partía en diminutos pedazos. Ya no hay vuelta atrás.

Ryukotsusei: mi..mi coraza ha sido... —su cabeza se destroza.

Lo derroté.

~Hakuryu

La presencia maligna desaparece, el cielo se aclara y la calma regresa al rocoso lugar. Lo que hizo Inuyasha fue impresionante, nos dejó sin habla ¿Qué es ese nuevo poder de Colmillo? El viejo herrero le ordena a su vaca bajar a tierra.

InuYasha A Través Del TiempoWhere stories live. Discover now