Capítulo 53: Límite

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~Inuyasha

Hakuryu y Miroku fueron a la gran casa de la aldea en la hospedamos antes de del ataque de Naraku. Kagome nos ayudó a montar en Kirara a Sango y a mí, mientras el chillón de Shippo no se dedicaba más que gritar con su desagradable voz de ratón. No puedo creer que lo llegué a extrañar.

Una vez adentro, la azabache prende fuego para alumbrar la oscura choza, prepara algunas vendas y plantas medicinales que le trae el niño para atendernos. La exterminadora se quedó dormida por el cansancio junto a su gata y el zorrito fue a buscar más leña, pronto se acabaría y estaba haciendo bastante frío.

Observé a la humana en silencio, estaba tan feliz de que estuviera a mí lado con vida. Cada detalle de su rostro, sus manos, su cabello, parecían más bellos de lo usual. El fuego la iluminaba con una tenue luz, su pequeña figura se movía de un lado a otro mientras preparaba las hierbas para la exterminadora.

Podría quedarme con esa vista por siempre.

Sacudí mi cabeza tratando de olvidar esos tontos pensamientos. Tenía un momento a solas con la chica para contarle la horrible situación. No quería decirle, pero ella merecía la verdad.

Inuyasha: Kagome, tengo algo que contarte.

Ella me mira en silencio y viene en mi dirección apenas termina el trabajo que tenía con Sango, la herida de la castaña estaba cerrada, vendada y fuera de peligro, sin embargo, tardaría muchos días en recuperarse.

Yo estaba sin la parte de arriba de mi ropa, sus dedos pasando por mi piel me causaban incómodos escalofríos. Avergonzado trago saliva y continuo.

¡No hay tiempo para esas cosas!

Inuyasha: Naraku tiene la mitad de Shikon en su poder —ella pone cara de espanto por la noticia— pero esa no es la peor parte.

Kagome: ¿Hay algo peor que eso? —cuestiona angustiada.

No quiero contestar a esa pregunta.

Inuyasha: fue Kikyo quien le ayudó a lograrlo.

Estoy seguro de haber visto su corazón romperse. Todo estuvo bien, los problemas con ella se resolvieron, por fin supo la verdad detrás de su muerte y nuestra inocencia fue probada, sin embargo, hace poco nos tiende una trampa para robarnos los fragmentos, y luego pareciera estar aliada con aquel ser que fue su asesino y es nuestro enemigo.

Nada tiene sentido.

Kagome: e..eso no... —no podía continuar la frase de la pura impresión.

Sentía como sus manos temblaban mientras vendaba mi pecho, tan pequeña e indefensa, deseaba abrazarla para darle consuelo ¿Por qué pienso en esas cosas cuando estamos hablando algo importante?

¡Concéntrate, Inuyasha!

Inuyasha: juntó media Perla con los fragmentos que ella le dio.

Kagome: ¿Los que me robó también?

Desearía negárselo, pero no pude hacer más que asentir confirmando sus miedos. Odiaba su expresión llena de tristeza.

InuYasha A Través Del TiempoWhere stories live. Discover now