Capítulo 8

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Bell se encontraba algo desconcertado, le pareció extraño que la princesa de la espada, Aiz Wallenstein apareciera delante de la puerta de la mansión Chimenea, con un rostro algo esperanzado.

- ¿Te gustaría entrenar conmigo? - ella pregunto con curiosidad en su voz.

-Claro - Bell respondió con una gran sonrisa mientras amarraba su daga al cinturón.

- ¿Ya? - Aiz interrogo notando el hecho de que ni siquiera había salido el primer rayo de sol.

- ¿No puedes ahora? - el peliblanco contrarresto con su cabeza un poco inclinada.

La chica solo dio una pequeña sonrisa mientras daba un asentimiento y le hacia una seña a Bell para que la siguiera, cosa que el chico no tardo en hacer, empezando una conversación sobre varias cosas, en la cual terminaron hablando sobre sus magias, la curiosidad del peliblanco siendo dirigida al posible origen de la magia de viento de la espadachina.

-Aiz-san - Bell llamo, sintió como la mirada de la chica se dirigía a él - ¿puedo preguntar sobre tu familia?

-No creo que a Finn le guste que revele secretos - ella respondió con un rostro curioso al no comprender bien a que se refería el chico.

-Me refiero a tu familia de sangre - el peliblanco susurro, provocando que Aiz se detuviera.

- ¿Por qué te interesa saber? - ella interrogo con voz ligeramente amenazante.

-Es que no pude pasar tiempo con la mía porque murieron cuando era muy joven - él respondió mientras se rascaba la mejilla derecha con la mano izquierda.

La mirada de Aiz se suavizo al entender que era lo que el chico quería saber, se sintió fatal al desconfiar del chico, no esperaba enterarse de que en realidad él no había practicamente vivido con sus padres, algo similar que le sucedió a ella, decidió colocar una mano sobre el hombro del peliblanco esperando que sirviera para dar apoyo.

-Solo recuerdo sus apariencias y el nombre de mi madre, Aria, el resto para mí es difuso, además de que tampoco pude pasar mucho tiempo con mi padres - Aiz respondió con tono calmado.

-Perdón si toque un tema delicado, no quería hacerte recordar cosas (así que Aria ¿será coincidencia con la espíritu del aire que acompaño al héroe Albert?)

-No te preocupes, pude sentir que no era con mala intención - ella respondió, dándose cuenta de que se encontraban en la muralla.

Los sonidos del metal chocando con el metal fueron el principal motivo por el cual algunos ciudadanos se despertaron, desde su punto de vista, Bell se estaba dando cuenta de que en realidad esos dos se contenían, porque si Aiz era una nivel cinco, y lo llevaba a un extremo más grande que Kuro y Magnus, entonces esa era su única alternativa, dejando de lado el crecimiento que haya tenido, no es como si él se hubiera dado cuenta del uso de argonauta que se encontraba haciendo.

El chico solo avanzo ignorando el dolor que sentía después de cada golpe que Aiz le había dado, le pareció curioso ver como el viento parecía estar cubriéndola, escucho una campanada en su mente, el brillo de argonauta lo cubrió por completo, sus ojos resplandecieron en ese momento y la apariencia llameante del aura resalto el momento en el que el verdadero combate de entrenamiento de ambos empezaba.

-Eres muy fuerte - Aiz dijo mientras acariciaba la cabeza de un inconsciente Bell - ¿qué nivel es?

-Según su estado es un nivel dos, pero tiene la capacidad para golpear más fuerte de lo que se ve - Kuro respondió apareciendo delante de la espadachina, sentado en el límite de la muralla.

-Es por esa habilidad ¿cierto?

-Así es, aunque no llego al límite que vi la otra vez, tal vez por el hecho de que esta situación no era de vida o muerte - el renart respondió con calma.

La mejor FamiliaWhere stories live. Discover now