Capítulo 38

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Que a gente me evada era algo que creí que no volvería a pasar después del incidente con los Xenos, pero supongo que no resultó ser el caso, simplemente verían el logo de la Familia Freya y abrirían un camino con claro temor en sus rostros, eso me hizo soltar un suspiro cansado, ya se me quitó el hambre, pero sería estúpido regresar en este momento, simplemente no planeo retractarme ahora ¿Tengo dinero? Tengo dinero, bien, haré que Mia me entregue cuatro platos, como aquel día que me estafo después de que le prometiera que pasará por ahí.

- ¿Se te ofrece algo, miembro de la Familia Freya? – Ryuu pregunto después de que entrará al bar.

-Sí, cinco platos de comida, por favor.

Ella se desconcertó por mi alegre respuesta, pero pronto volvió a poner el rostro estoico que mostró durante los primeros días, cuando apenas nos conocíamos, no pude evitar sonreír con tranquilidad al ver a la elfa, incluso su tono pasivo agresivo resultó reconfortante, cosa que me resultó divertida, claro que preferí guardarme la risa que quería escapar de mi garganta, si alguien logra deshacer el encanto de Freya, le recordaré este momento a Ryuu de manera continua, además, por alguien, me refiero a Hestia, tengo el presentimiento de que ella podrá deshacerlo, tal vez ella también, pero no veo la manera.

-Tal vez... la luz de la luna – dije para mí mismo por lo bajo, sonando un poco estúpido.

- ¿Luz de la luna? – Ryuu pregunto volteando a mirarme.

-Solo algo que cruzaba por mi mente, camarera-san – decidí responder de esta manera, pues se supone que no la conozco.

-Bueno, esta es su mesa...

-Bell Cranel – me presente con una suave sonrisa – tú eres Ryuu Lion ¿verdad?

- ¿Cómo lo sabes? – Preguntó de manera amenazadora apuntándome con un cuchillo normal de cortar carne.

-Lo sé porque te admiró.

Ella simplemente se sonrojó, algo que de cierta manera no me esperaba que ocurriera, quiero decir, después de que entendió sus sentimientos ese día que me llevo a donde vivía su Familia antes, su rostro volvió a ser estoico para mi diversión, comenzó a pedirme las cosas que quería comer, le señale los primeros cuatro platos con los que me estafaron aquí y uno adicional que escogí al azar, cuanto con el dinero para pagar la totalidad de lo que estoy pidiendo, así que no debería ser un problema.

-Por favor espere, yo misma traeré su comida.

-Gracias, Ryuu-san.

Los platos parecieron haber aumentado de tamaño desde la última vez que vine con los demás, aun así, la apariencia hizo que el hambre volviera y en cuestión de unos segundos había terminado los cinco platos, me sentía satisfecho en este momento, otra cosa era que mi aparente camarera personal, por aparente decisión de las demás, voltee a mirarla con curiosidad, provocando que intentará ponerse estoica, pero fallo cuando pareció atorarse con su propia saliva y sin darme cuenta, actúe con tal de ayudarla.

-Deberías tener cuidado, no es bueno forzar una reacción – dije notando que estaba tomando su mano izquierda y su espalda.

-Gracias por la ayuda, pero... Cranel-san.

-Perdón, te vi con un ligero problema y simplemente actúe sin pensar.

-No hay problema, pero la próxima vez... mejor dejémoslo así, prefiero ser ayudada.

Eso me hizo sonreír con tranquilidad, ignore los susurros en los que me llamaban Einherjar, supongo que es el apodo con el que me deben conocer ahora que soy parte de la Familia Freya, para ser sincero, no me gusta, es mejor que pies de conejo, pero el simple hecho de que no sea mío, que no me lo haya ganado haciendo algo me parece molesto y hasta cierto punto injusto, eso es todo, sonará tonto, sin embargo, prefiero méritos propios, igual, Freya sabe que mate un Udaeus por mi cuenta, la Familia Hephaistos también, por lo que sería la palabra de dos diosas, tres si cuento a Hestia que seguro me apoyará, creo.

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