Capítulo 16

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A Bell le eran indiferentes las vidas de los aventureros parados delante suyo, solo tenía una cosa en mente, acabar con el bastardo que intento vender a los Xenos, pero, sobre todo, hacerlo pagar por herir a Wiene, con argonauta cubriendo su cuerpo en la fase que su alma nombro la forma verdadera de su habilidad, dejo que cada gramo de emociones negativas alimentase el manto carmesí, guardarse esas sensaciones no le harían ningún bien, así que se lo dejaría a la magia.

Su daga pronto se convirtió en una espada y de esa manera empezó la que sería su mayor masacre, no importo cuantos aventureros se colocaran delante suyo, él cortaría sus armas y luego partes de sus cuerpos sin misericordia alguna, seguía queriendo ser un héroe, pero comprendía que aquellos sobre los cuales tanto leyó, sobre los que su abuelo tanto le contó tenían un defecto, el cual era intentar salvar a todos, lo que en realidad era imposible, siempre habría alguien cuya historia debía llegar a su fin para que la de ellos pudiera continuar.

Girando sobre sus talones corto las piernas de una amazona, el grito de dolor puro no fue algo que lo estremeciera, tener ideales estaba bien y lo comprendía, pero dejar que esos ideales no permitan avanzar significa el fracaso para cualquiera, los brazos de un hombre fueron separados de su cuerpo antes de que cualquiera pudiera percatarse de ello, la sangre que caía sobre él parecía evaporarse por el calor que argonauta desprendía, humanos, amazonas, elfos, hombres bestia, ninguno se salvo de su avance y sin embargo, solo uno, aquel al que su mente se encontraba odiando y que enfadaba a su alma fue el único que logro salvarse.

-Antes de que continuemos con nuestra amistosa charla, dime ¿sabes porque los descendientes de ese asqueroso seguimos con su legado? – Dix pregunto recibiendo una mirada inexpresiva.

-Estas maldito – fue todo lo que Bell respondió mientras empezaba a caminar de manera lenta hacia su enemigo.

-Exacto, porque nuestra sangre nos obliga, hierve, nos grita que completemos este laberinto, el ojo arder y la cabeza duele, Knossos y sus planos vibran, arrastrándonos y consumiéndonos, no hay escape de esta sangre maldita.

-Que patético – Bell exclamo casi como un susurro deteniendo la locura de Dix – que tu sangre te obliga, entonces quémala, que tu ojo arde, entonces quítatelo, que tu cabeza duele y toda la información vibra, entonces olvídala.

-Retráctate mocoso, no sabes lo que es vivir con una maldición.

-Tienes razón, no lo sé y no me importa, solo comprendo una cosa y es que mientras tú y cualquiera con tu sangre siga vivo, personas, Xenos, terminaran involucrados, algo que no voy a permitir.

Él había querido llegar a Dix tan rápido como le fuera posible, sin embargo, solo pudo caminar en círculos alrededor del hombre luego de percatarse de la presencia de Wiene, ese hombre la tenía y eso no paraba de enojarlo, luego estaba lo que sentía en el calabozo, sabía que Ryuu estaba en peligro, estaba herida, demasiado por lo que podía percibir y aun así seguía levantándose, para este punto se encontraba entre la espada y la pared, algo que lo hizo sonreír con ligera diversión.

- (Bien, hagamos esto) – él pensó apareciendo de repente delante de Dix, su puño chocando con el rostro del hombre, provocando que lo mandara a volar.

Interpuso su brazo izquierdo en el corte de la lanza, no importo que su brazo empezara a sangrar o que argonauta no pudiera hacer efecto contra esa maldición, simplemente descartó usar su brazo en esta pelea, luego podría encontrar una manera de curarse, pero ese no fue el problema, la gema en la frente de Wiene había sido arrancada y eso significaba el inicio de una catástrofe, ella había empezado a transformarse en la versión que encontraría en el calabozo.

Él la dejaría hacer esto, pues incluso si enloquecía el hecho de que no lo atacara por la espalda o a los demás le mostró que ella todavía seguía ahí, así que, encargándose de su principal problema, su daga atravesaría el pecho de Dix mientras fuego comenzaba a ser imbuido en su cuerpo, ver como explotaba no lo inmuto, solo hizo que argonauta desapareciera, su ira se había calmado y ahora solo le quedaba solucionar el asunto con Wiene.

La mejor FamiliaWhere stories live. Discover now