La mejor Familia

Capítulo 27

No sabía si lo que había hecho era lo correcto, mire el rostro dormido de Haruhime, tenía una sonrisa en sus labios, sus brazos se encontraban envolviéndome en una abrazo, a sensación de su piel desnuda estaba provocando que volviera a tener sensaciones que a esta hora no eran buenas, salí de su abrazo y luego la tape con las sabanas, me vestí y baje al comedor, allí Artemis-sama se encontraba preparando el desayuno, parecía estar complicándose un poco, ahora, no se que comeremos porque no logró discernir que es lo que esta poniendo en los platos, pero estoy seguro de que nadie se quejara, al menos yo no lo haré.

- ¿Necesitas ayuda, Artemis-sama? – pregunte haciendo que saltará un poco.

-Orión, no me asustes, desde que volviste de los pisos profundos pareces invisible, como tus amigos que se encuentran de viaje.

-Seguro vuelven pronto, conociéndolos deben haber causado un desastre y están regresando con lo que necesitamos – dije sacándole una risa silenciosa.

-Tienes razón, seguro los elfos los vieron, prepararon su magia, pero ellos simplemente cruzaron como si fueran flechas.

-Es un poco irónico que hables de flechas Artemis-sama.

-Soy la diosa de la caza, no deberías sorprenderte por ese tipo de cosas.

-Sobre eso ¿podrías prestarme tu flecha?

-Podría, pero ¿para qué la necesitas?

-Es un presentimiento y con tu flecha estoy seguro de que podré proteger a varias personas.

En ese momento vi como una luz azul similar a la de su cabello salía de su cuerpo y tomaba la forma de la flecha, la cual se quedó flotando hasta que la sujete con delicadeza, la voz de Artemis-sama resonó en mi cabeza recordándome algo que hizo que mi pecho se encogiera de dolor, cosa que ignore al ver que ella me miraba con una sonrisa en sus labios, ante lo cual solo pude imitar su acción devolviéndole la sonrisa, de repente sus brazos me envolvieron mientras mi cabeza fue acariciada.

-No se que es lo que te estás guardando Orión, esta bien si no quieres contarlo, solo quiero que recuerdes que cuentas con el apoyo de todos, incluido el mío, no puedo hacer mucho y no soy buena cocinando, aun así, si necesitas algo puedes pedírmelo, intentare ayudarte tanto como me sea posible.

Sus palabras, aunque amables, provocaron un nuevo peso apareciera sobre mis hombros al tiempo que unos cuantos se desvanecían, correspondí su gesto con una mano mientras sujetaba su flecha con la otra, podía sentir los latidos de su corazón, eran tranquilos y pausados, a diferencia de los mismos, que hacían que creyera que en cualquier momento mi corazón saldría volando de mi pecho, se que exagero, pero la cantidad de sentimientos que de repente comenzaron a acumularse es algo que no estoy seguro de poder calmar por las buenas, además, por alguna razón, estoy comenzando a sentir un inmenso odio, es como si me estuvieran advirtiendo de manera reiterada que no lograré salvar a alguien.

Al cabo de unos segundos nos separamos, los dos sonreímos y por mi parte comencé a comer, por lo que sabía, mi otro yo no sabe lo que está pasando, ni siquiera es consciente de que argonauta esta comenzando a tornarse de un color negro ominoso sin que pudiera hacer algo para evitarlo no es que fuera algo preocupante, solo es un cambio de color en mi habilidad, el problema es que esa habilidad esta conectada a mi otro yo, no quiero que el odio que se acumula llegué a alcanzarlo, así que supongo que puedo usarlo hoy para combatir, tal vez sea capaz de disminuir la cantidad.

Los minutos pasaron con cierta lentitud, vi el sol levantarse poco a poco iluminando primero de un color anaranjado que hizo que me sintiera tranquilo, que sintiera como muchas cosas prácticamente eran quemadas hasta desvanecerlas, por alguna razón esto hizo que la imagen de kami-sama viniera a mi cabeza, recordé que ella es la diosa del fuego y el hogar, justo ahora estaba viendo una enorme esfera incandescente de fuego mientras estoy en mi hogar, supongo que hasta cierto punto ella me protege más allá de darme su falna y siempre tener buenos deseos hacía mí y los demás.