• Capitulo 43 •

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43:

" Hermano mío... Creo que Dios nunca se ha enamorado. "

3 años antes

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3 años antes

Su cabello rubio brillaba bajo el intenso sol que lo iluminaba. Las tierras de Hedebby eran extensas y cargadas de vegetaciones variadas. Las altas montañas se encontraban a lo lejos, justo donde estaba la atención del joven Bjorn. Sus deseos de cruzarlas para llegar a Kattegat eran casi tan grandes como ellas mismas. Le intrigaba saber sobre su padre, sus hermanos y, especialmente, alguien más. Su inocencia de niño ya lo había advertido: Elizabeth era una persona diferente a sus ojos, y no justamente por sus creencias religiosas.

— ¿En qué piensas, hijo?

Bjorn llevó su atención a Lagertha, quien en silencio se había dejado caer sobre el césped a su lado, admirando junto a él las montañas.

El muchacho tardó unos segundos en responder, no sin antes emitir un largo suspiro. — Pensaba en mi padre.

Lagertha apretó sus finos labios al oír la respuesta. Ella también solía pensar en Ragnar bastante seguido, aunque se reprimía día a día, dejándose llevar por el dolor de su traición para tapar los deseos enormes de volverlo a ver.

— ¿Crees que volveremos a verlo?

La escudera elevó sus cejas y le sonrió. — Eso solo los dioses lo saben, Bjorn. ¿Quién sabe? Quizás tu destino te lleve pronto a él.

Él asintió despacio y bajó su mirada, tratando de buscar las palabras justas. — ¿Crees...crees que Elizabeth aún viva?

Para Lagertha fue imposible no sorprenderse. Esperaría que preguntase si su padre habrá tenido más hijos, si se acordaría de él o si habría vuelto a viajar, pero la cristiana no era alguien que pensó que le importaría. — Quizás. Elizabeth tenía un buen corazón. Tal vez como cuidó de ti y de Gyda, también cuide de los hijos de tu padre.

El muchacho no volvió a hablar. La escudera se detuvo por algunos segundos a observar el rostro de su primogénito. Él mantenía la mirada baja, como conservando vergüenza.
No había dudas de que se estaba convirtiendo poco a poco en un hombre y las mujeres ya comenzaban a llamar su atención pero... ¿Por qué Elizabeth?

»

Inglaterra.

Bjorn apenas podía creer que la boca de Elizabeth estaba contra la suya. Siempre supo que sus labios serían suaves, podía ver la delicadeza de sus rasgos cada vez que se quedaba como idiota mirándola sin que ella lo sospechara. Pero tenerla ahí, besándola, probando por fin su boca, lo deleitaba. Llevó ambas manos al rostro de Liz y lo acunó entre ellas, abriendo poco a poco sus labios para poder intensificar así el beso.

Más allá del destino • [ Vikings] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora