PARTE FINAL. 7.

2.3K 180 40
                                    

Pedido especial: Al encontrar esta combinación de símbolos →~ ∆∆~ Se pide escuchar la canción ubicada en multimedia para ayudar a meterse en ambiente

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Pedido especial: Al encontrar esta combinación de símbolos →~ ∆∆~ Se pide escuchar la canción ubicada en multimedia para ayudar a meterse en ambiente.

— Va a ser niña.

— Niño.

— Niña.

— ¡Niño!

— N-i-ñ-a — retruco Seren de forma lenta apoyando sus codos sobre el tablero de ajedrez.

— ¡Será un niño! — gritó Ivar con sus ojos azules fijos en su rostro.

La discusión de los niños se llevaba a cabo a un lado de Elizabeth, quien se encontraba amamantando a un Erik cuasidormido. El grito de Ivar alertó a la joven, por lo que se puso de pie, y cambió la posición de su hijo, llevando su cabeza a su hombro para que eructe mientras ella se acercaba a los niños. Elizabeth jamás habría pensado que los niños podrían ser violentos o agresivos, pero sin dudas, el desafortunado hecho provocado por Ivar hace algunos días, había revolucionado todas sus ideas.

Ella quería creer que él jamás lastimaria a alguien de su familia. Mucho menos a Seren, ya que desde que eran muy pequeños había surgido un lazo especial entre ellos. Quizás era la enfermedad de Ivar o, quizás también, había sido la paciencia con la que Seren había nacido. Pero más allá de todo el amor que le tenían al niño, supo entender que irritarlo o hacerlo enojar, solo traería problemas.

— Ivar...— le habló Liz llamando su atención a medida que iba acercándose a él. Posó su mano libre sobre el cabello rubio de Ivar, comenzando a acariciar de éste para intentar calmar la clara alteración que estaba sufriendo. — No debes gritarle a Seren. Y tú, Seren, no tienes porqué discutir con él. El bebé nacerá en unos meses y ya verán si es una niña o un niño, ¿de acuerdo?

Liz miró de reojo al niño y notó como sus ojos seguían fijos en su hija mientras movía de forma inquieta su mano derecha.

¿Acaso era tan fácil irritarlo?

Siendo apenas un niño, Ivar sentía demasiado rencor hacia quienes osaban hacerle la contra, por lo que Liz haría lo que estuviese a su alcance para sosegar tanto rencor.

Para cortar la tensión, Sigurd entró a la habitación con un rostro claramente preocupado, llamando la atención de la mayor que los cuidaba — ¿Sucede algo, Sigurd? — él mantuvo el silencio — ¿Extrañas a tus hermanos?

El niño solo atinó a elevar uno de sus hombros, dejando en claro que quizás si, extrañaba a sus hermanos, pero eso no era lo que le preocupaba en éste momento.

— ¿Quieres jugar? — preguntó Seren señalando el tablero de ajedrez que estaba frente a ella, ganándose una nueva mala mirada de Ivar.

— No. No me gusta ese juego.

— ¿Tienes hambre?

— Es solo que...— dudó — Desearía que mi padre estuviera aquí.

Liz sonrió amacando a Erik, quien estaba a pocos segundos de dormirse, tratando de acomodarlo sobre su cuerpo dado a que su vientre ya había crecido un poco con el paso de los meses.

Más allá del destino • [ Vikings] •Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora