PARTIDA.

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Si de amor y honestidad se tratara, ella podría ser coronada como diosa.

Su corazón era tan puro y lleno de amor, que era sumamente injusto que tuviera que atravesar uno de los dolores más fuertes de la vida humana: perder un hijo.

Helga, el eterno amor de Floki, pasaba sus días insistiendo en que esa niña extranjera que habían traído de tierras lejanas, Tenaruz, podía adaptarse a su nueva vida a pesar del evidente trauma que la pequeña estaba atravesando.
Su esposo observaba de reojo día y noche, ya que sabía que Tenaruz, por más esfuerzo que Helga hiciera, jamás podría ser uno de ellos. Le generaba desconfianza. Su mirada no era sincera y jamás permitía aceptar el amor que Helga, de forma paciente, intentaba demostrarle.

El carpintero ató con brusquedad la pequeña vela que decoraba el mínimo drakkar que él mismo había diseñado y lo dejo con suavidad sobre el agua mientras el sol del amanecer aparecía lentamente detrás suyo. El pequeño juguete era el diseño de una nueva creación de su brillante mente, la cuál le daría forma una vez que Bjorn decidiera viajar a Inglaterra de una vez.

Mientras tanto dentro de su cabaña, la menor de los herederos de Bjorn y Elizabeth se removía inquieta atacada por un fastidioso sueño que no la dejaba descansar. La niña, irritada, gemia molesta y apretaba sus ojos con fuerza bajo la mirada curiosa de una Tenaruz que la observaba atenta y asustada desde el otro rincón de la habitación. Despacio y en silencio, la extranjera caminó hacia ella y se colocó de pie a su lado mientras una clara mueca de desconcierto y desagrado decoraban su rostro. Pero, a pesar de creer que los demás niños dormían, unos ojos verdosos la observaban de cerca, vigilandola atentamente para ver que accionar tomaría contra su hermana. Tenaruz se agachó con lentitud mientras su boca se torcia de asco. Elin no dejaba de remorverse y hasta había llegado a quejarse con más intensidad a medida que su sueño se volvía cada vez más violento. La extranjera alzó su mano y la dirigió hacia la boca de Elin con oscuras intenciones.

Deseaba callarla. Deseaba ver la muerte de "uno de ellos". Deseaba devolver el sufrimiento que los vikingos habían ocasionado en su pueblo.

Apenas la yema de sus dedos tocaron la clara piel del rostro de la niña, su mano fue sujetaba con brusquedad y la obligó, de un salto, a alejarse de ella.

Erik la miraba con una repulsión palpable. Sus rasgos toscos le daban ese aspecto maduro que aún no tenía, pero que aparentaba. A pesar del quejido de dolor de Tenaruz, Erik se negaba a soltarla apretando más fuerte su agarre. La muchacha formuló una frase que él no entendió pero supo a qué se refería.

— No te soltaré. ¿Que intentabas hacerle a mi hermana? — la niña no respondió aunque trataba de zafarse de su agarre. — Ví el asco con el que la mirabas. — acercó su rostro al de ella y esta pegó su espalda a la pared, retrocediendo con pavor. Erik tenía un año menos que Tenaruz, pero gracias a su aspecto físico y la frialdad de su mirada, aparentaba ser mucho mayor. Apretó sus dientes entre sí mientras clavaba sus ojos en los de ella. — Vuelves a acercarte a Elin y te corto el cuello, maldita estúpida.

— Ella no te entiende. — la voz adormilada de Refil llegó a ellos. El muchacho se puso de pie y caminó hacia ellos en un inútil intento de calmar a su hermano mayor. — Erik. Erik suéltala, no entiende nuestro idioma.

— ¡Tú no la viste! — gritó, haciendo que Elin abriera sus ojos sin ser percatada por los demás. — ¡No viste el asco en sus ojos al mirarla!

Tenaruz volvió a implorar piedad en su idioma natal sin éxito. Intentó soltarse pero Erik sacó el cuchillo que siempre descansaba en su cintura - desde la muerte de Elizabeth - y lo llevó hacia el cuello de ella.

— ¡Erik!

— Vuelves a intentar tocar a mi hermana y te mueres. Te desangras. ¡Te mato!

— ¡Que ella no entiende, Erik! — Refil, a pesar del dolor de haber perdido a su madre, seguía manteniendo esa dulzura y paciencia característica heredada directamente de Liz. Empujó a Erik alejándolo de la muchacha y colocándose frente a ella para que su hermano mayor no cometiera un grave error.

Más allá del destino • [ Vikings] •Where stories live. Discover now