Cuando nos volvamos a encontrar 🌙 [Caché]

[Capítulo 105] "Miedo"

Kioto - Japón
6:32 a.m.

Pov. Calle.

Cuelgo el teléfono con un gran nudo en la garganta. El tono de Poché había sido tan distante y falto de interés que no sabía cómo tomarlo.

Sabía que era mi culpa, que yo tambien había contribuido para que nuestra relación se estuviera volviendo fría, pero por Dios... Dolía tanto escucharla tan lejos.

Y no hablo de la distancia física, si no de la del corazón. Incluso su mensaje de anoche. Un simple "ok". No un "listo, mi amor" o "un beso, descansa" tal vez un "te extraño también"

¿Qué estámos haciendo?

Hace dos semanas ella me preguntaba cuando salía el vuelo de regreso y me veía obligada a darle largas porque yo tampoco lo sabía. Poco a poco dejo de insistir y ahora mi siquiera le importó que se atrasara más tiempo.

No me dejo mi explicarle la razón y es que la entendía. Si no era una nueva grabación, era otra entrevista o fotos o lo que sea. Mis contratos me estaban obligando a permanecer aquí aún después de la competencia y aunque no quisiera, debía cumplir.

Una lágrima rueda por mi mejilla y la dejo salir. Ya estaba harta de contenerme. Harta de seguir haciendo lo correcto cuando lo único que me causaba era daño a mi misma y a la persona que más amo en el mundo.

-¿Dani estás bien? -niego con la cabeza

-No. No estoy nada bien Juliana -sollozo con la respiración agitada y mi hermana se acerca a mi lado, se sienta y me abraza.

-¿Qué pasó? ¿Poché está bien? -niego con la cabeza- ¿No?¿Que le pasó?

-La estoy perdiendo. La estoy perdiendo y no quiero. No puedo Juli. No puedo -suelto abrazandome fuerte a su cuerpo y termino por echarme a llorar sin poder contenerlo más.

-Midget... A ver tranquilizate. Cuéntame qué está pasando. No entiendo nada.

-es que... yo... le fallé -respondo sin voz

-¿Qué?¿Cómo así? Explícame Dani

-el trato era regresar apenas terminaran los juegos. El plan era ese y le fallé.

-ok pero... Ella sabe que tienes compromisos aquí, Dani. Tú se lo dijiste ¿cierto? -asiento

-sí, pero le dije que solo serían un par de días más no un par de semanas o un mes. Los días pasan y pasan y a mi me siguen reteniendo aquí. Cada vez que le digo que debo quedarme un día más siento como se le parte el corazón y hoy... hoy ni siquiera quiso escucharme.

-entonces llámala de nuevo después y has que te escuche. Explícale que no es cosa tuya y que...

-No. Ya no tengo cara para pedirle nada. Le he pedido paciencia tantas veces que ya no me cree y... está ocupada -no puedo evitar el dejo de amargura en la última parte.

-ok, entonces yo hablo con ella más tarde

-No, déjala. Tiene todo el derecho de molestarse.

Ella suspira y una vez más me envuelve en sus brazos. Agradecía tanto que ubiera venido hace meses sin importarle mis protestas. Sin ella me ubiera deprimido tanto que seguro ni siquiera hubiera completado el entrenamiento inicial.

-Dale ratona, entonces tú también tranquilízate. Estoy segura que en cualquier momento te llama y arreglan las cosas.

-No sé, Juli. Está puta diferencia horaria me mata. Allá está haciéndose tarde y aquí apenas está amaneciendo.

-ya, no te martirices más. Mira, dile que es solo hasta el fin de semana. Que el domingo estás llegando.

-no es seguro, Juli. Si le digo eso y luego se atrasa más la fecha, estoy segura que voy a perder su confianza total y no quiero.