[Capítulo 78] "Baila Conmigo"

5.8K 453 17
                                    

Pov. Calle.

—ni lo pienses —me amenza Kevin a mi lado mientras me extiende un vaso de no sé qué y se planta delante reclamando mi atención— no te vas a escapar.

Yo no había dejado de ver la puerta desde que llegamos a la dichosa fiesta hace un rato. Lo único que estaba esperando es que mi novia apareciera en algún momento.

Suspiro recibiendo el vaso y pongo los ojos en blanco —no sé ni porqué me obligaste a venir

Me quejo sabiendo que si no hubiera llegado, tal vez mi amor y yo seguiríamos en mi habitación, descansando.

—porque no iba a permitir que te deprimieras sola en tu cuarto, boba. —se defiende— ¡Y ya deja de ver la puerta! mejor bailemos.

Niego con la cabeza —no gracias

—¿puedes al menos intentar animarte? Es una fiesta, no un funeral. Además hace mucho no hacían algo así y quién sabe cuando se volverá a repetir —insiste con un puchero mirando todo el lugar con nostalgia— ¿por favor?

Me encojo de hombros y tomo un sorbo de lo que tenía en mis manos. No sabía nada mal, obviamente no tenía alcohol porque todos lo teníamos totalmente prohibido, pero era una especie de jugo morado dulce y un poco ácido que me refresca la garganta.

Saboreando el líquido, le doy un vistazo rápido a toda la sala. El lugar era grande y estaba adornado con todo tipo de telas entre negro y naranja las paredes y el techo tenían una especie de telaraña gigantesca que bajaba por los muros y las luces de colores iban y venían por todas partes. La gente bailaba alegremente por los lados y aunque técnicamente no era una fiesta de disfraces, todos habían elegido uno que otro accesorio que recordara la fecha de hoy, 31 de octubre.

De nuevo le doy una mirada a la puerta y veo a varias cabezas entrar, pero no hay señales de Poché por ninguna parte. Habíamos quedado de vernos aquí a las 11 ¿por qué demoraba tanto?

Me muerdo el labio con fuerza. Ay gordi en donde estás. Me quejo en silencio.

Yo quería estar con ella ya mismo. Ahora que estaba aquí, por mí me quedaba las 24 horas a su lado abrazandola, besándola o simplemente sintiendo su respiración junto a la mía.

Es que por Dios, aún ni siquiera termino de creermelo. Mi amor estaba aquí. ¡Aquí! En la otra punta del país y vino solo por mí. Mi corazón se mueve y late con fuerza de solo pensarla. Ya no tenia que pasar mas noches adolorida o llorando mientras imaginaba su perfume a mi lado. No más.

Tal vez este regalo de Juliana había sido para Poché, pero a mí también me habían devuelto la vida.

—¿hola? Tierra llamando a Daniela —grita Kevin tronando sus dedos demasiado cerca de mi cara y me sobresalto— ¿hay vida ahí?

Levanto la mano y tomo la suya para bajarla —¡¿qué?!

—llevo media hora hablándote —se queja

—dime

—ahí está Tatiana —me avisa indicándome el centro de la pista

—¿y? —pregunto de mala gana

—viene para acá

Mierda. Juro por lo bajo mientras escucho su voz segundos antes de sentir sus brazos rodeandonos a mi y a mi amigo.

Después del beso que me dio, la había estado evitando más que nunca. Yo simplemente no quería problemas, menos ahora que mi novia estaba aquí.

—¡Ya llegó el alma de la fiesta! —grita separandose pero deja su mano sobre mi hombro y me mira directamente

—¿dónde estabas? —pregunta Kevin sin notar mi incomodidad

Cuando nos volvamos a encontrar 🌙 [Caché] Where stories live. Discover now