Cuando nos volvamos a encontrar 🌙 [Caché]

[Capítulo 35] "Si Tu Lo Dices"

—¡Buenos días! —saludo alegremente mientras bajo saltando las escaleras

—ushh miraaaate ¿por qué tan feliz? —me molesta Valentina sonriendo de lado mientras muerde un pedazo de tostada.

—¿qué? Una no puede estar feliz porque ¿si?

Levanta una ceja —si tu lo dices...

Sonrío acercándome y tomo una de las tostadas del plato encima de la mesa.

—¿y papá?

—aún no baja.

—que raro. El nunca duerme hasta tarde. ¿Está bien?

—si, solo que ayer llegó muy cansado y hoy decidí dejarlo dormir un poco mas porque no tengo que ir al colegio.

—¿y por qué no?

—porque mañana hay un festival y pues nos dieron el día libre

Asiento —bueno. Entonces ¿te quedarás todo el día aquí?

Niega con la cabeza llevándose a la boca un vaso de jugo.

—Calle vendrá por mí en un ratito.

cierto, ya me había dicho algo de eso anoche. De hecho, era lo único que le había podido sacar.

Suspiro —aún no entiendo qué me andan escondiendo.

—ay no es nada, Poché. Te lo diré en cuanto llegue Calle.

—bueno. ¿Sabes si hay yogurt? —pregunto abriendo la nevera.

—pero si a ti no gusta el yogurt —comenta confundida.

—ya, pero Calle está llegando y seguro salió sin desayunar —Mi hermana me mira sonriendo divertida— ¿qué?

Se encoje de hombros inocente —nada

—¿y?

—¿y qué?

Pongo los ojos en blanco —¿hay yogurt o no?

—no, se acabó el otro día y aun no vamos al super para comprar mas. Pero hay fruta, si quieres le puedo hacer un jugo mientras llega —me ofrece encogiendose de hombros pero niego con la cabeza.

—no, lo hago yo.

Levanta una ceja extrañada —¿segura?

—si Vale —reafirmo sacando unas fresas del refri— solo es un jugo, no voy a explotar nada por prepararlo.

—ok —dice desconfiada pero no le hago caso y sigo buscando las cosas que necesito.

Saco la licuadora y le pongo un poco de agua tibia. Lavo las fresas con agua y las pongo encima, después un poquito de leche y comienzo  licuar.

Debo confesar que nunca antes me había molestado en preparar nada para nadie, salvo para Vale cuando era muy chiquita y mi papá no estaba, pero como siempre quemaba todo, evitaba hacerlo.

Ahora tenía ganas de aprender para consentir a Calle, para que comiera algo hecho por mi que no fueran cosas precocidas o recalentadas. Me gustaba la idea de sorprenderla con ese lado mío, porque mi mamá siempre decía que el amor se conquista por el estómago y si eso era cierto y yo seguía como ahora, mi amor, terminaría escapando muy lejos.

Termino de licuar el jugo y lo pruebo, le pongo un poco de azúcar y vuelvo a licuar una vez más. Saco dos vasos y los sirvo. Tomo un par de huevos y los bato mientras mi hermana me ve atónita encender la cocina. Mi idea era hacer unos huevitos revueltos, que hasta ahora era lo que mejor me salía y después de dejarlos en el sarten, puse un par de panes a tostar.