Cuando nos volvamos a encontrar 🌙 [Caché]

[Capítulo 46] "Esperar"

Los Angeles - California
California Hospital Medical Center

1 semana después.

—Calle —alguien me llama susurrando— Calle...

vuelven a repetir y mi subconciente me obliga a abrir pesadamente mis parpados.

Mis ojos sufren enfocando a mi alrededor, las paredes blancas y el olor intenso a medicinas y alcohol, invaden mis sentidos haciendome ver que esta tortura no ha terminado.

Suspiro sintiendo mi corazón apretarse con dolor.

—Vale... ¿Qué hora es? —pregunto desorientada, sin ser conciente en que momento habia cerrado los ojos.

—las 12 —responde la pequeña y yo suspiro.

No habian pasado ni 20 minutos.

—¿quieres ir a comer algo? — pregunta acercándose a mi pero niego con la cabeza.

Hace dias que el hambre y el sueño se habían vuelto cosas muy lejanas para mi.

—no, pulga, gracias ¿tú ya comiste?

Asiente desganada —mi papá me llevó a la cafeteria. ¿Alguna novedad?

Niego de nuevo mordiendome los labios con rabia y tristeza —nada, todo sigue igual.

Miro hacia mi derecha y encuentro a mi amor tendida en la cama. Las sabanas blancas la cubren hasta los hombros mientras permanece con los ojos cerrados.

Me dolía tanto verla asi. Tenía un parche de gasa muy grande en el lado izquierdo de la frente, literalmente se la habia abierto del golpe. Además, llevaba un collarin ortopédico en el cuello y el brazo derecho enyesado, igual que el torso.

¡¿Cómo carajos pasó esto?!

Yo no me habia demorado ni 5 minutos en salir de casa desde que hablamos y cuando llegué...

Una lagrima cae por mi mejilla y siento como los pequeños brazos de Vale me envuelven en un abrazo cálido.

Ella estaba igual que yo. No comprendia como su hermana habia terminado asi.

—¿no quieres irte a dormir un ratito? Yo me quedo con ella mientras tanto —me dice despacio pegando su mejilla en mi cabeza

Estoy por negar con la cabeza, cuando una voz se oye desde la puerta de la habitación:

—es justamente lo que iba a sugerir yo —Juan Carlos se acerca y pone una mano sobre mi hombro mirandome dulcemente— si sigues así, te vas a enfermar tu también y no queremos eso ¿verdad?

Suspiro —estoy bi...

—nada de eso. Acabo de hablar con tu hermana y me dijo que apenas probaste bocado en el desayuno. Ven, vamos a comer y de paso tomas algo de aire.

—per...

—anda —Valentina me suelta— Ve o te acusaré con Poché apenas despierte y ya sabes que se va a poner muy brava.

Sonrío triste y asiento resignandome

—bueno, pero me llamas si pasa algo —le pido y asiente con una sonrisa mientras me levanto, tomo mi pequeño bolso negro y me lo llevo al hombro.

me giro hacia mi novia— ahora regreso, no me demoro, gorda.

Para mi se me habia hecho un hábito hablarle a diario. Asi no me respondiera, lo mas seguro es que me estaba escuchando y si no, era la manera que habia encontrado para calmar un poco mi alma.