Cuando nos volvamos a encontrar 🌙 [Caché]

[Capítulo 93] "Nuera"

Campeonato PGA — Día 2
2:25 p. m.

Pov. Calle.

—Tramposa, se lo que estás haciendo —me susurra tomando mi mano mientras caminamos.

—¿Yo? Pero si no hice nada, gorda —me excuso inocente.

—ajá... Si claro, haste la tonta mijita —Se burla y yo sonrío como si no entendiera mientras seguimos caminando.

Estaba muy contenta y divertida. Por fin me había dado el gusto de mostrarle al tal Gustavo que Poché estaba conmigo. Y después de ver su mirada pegada en mi cuerpo, no debía quedarle ninguna duda

Que linda es la suerte a veces.

—¿Te dijo Juli por dónde estaba? —oigo que me pregunta y me doy cuenta que ya hemos llegado al restaurante del club.

Busco entre la gente y ubico a mi hermana en una mesa redonda junto a mi papá.

—allá, al fondo. Ven —la guío conmigo y cuando llegamos, mi papá nos abraza con fuerza.

—¡mis niñas!

—Hola pa'

—Hola Germán, Juli —saluda Poché y abraza a mi hermana.

—mmm...veo que ya andan muy contentas ¿Por qué será? —molesta Juliana y la miro para que se calle.

Poché se encoje de hombros avergonzada

—¿Qué pasa?

—nada pa' solo las estoy molestando —responde mi hermana mientras nos sentamos a comer.

—Bueno ratonas, no sé que en que andan pero, me muero de hambre —responde mi papá sin más y pide la carta.

Escucho que Poché le dice algo a mi hermana en voz muy baja y Juli le guiña un ojo cómplice.

No sabía que estaban tramando, pero me gustaba verlas así.

Mi hermana es muy importante en mi vida y de hecho fue la primera persona a la que le dije que estaba enamorada de Poché, mucho antes de saber que ella lo estaba de mi.

Cuando se lo dije ni siquiera imaginé su reacción. En la escala del 1 al 10, tuvo un 50. Ahora era mi cómplice,  pero al parecer tambien la de Poché.

Pedimos la comida y empezamos almorzar animadamente. Mi papá bromeaba con mis tiros en la competencia. Se veía contento con mi puntaje y se burlaba de mis competidores en la jornada.

Estaba orgulloso y eso se notaba.

Después hablamos de su último viaje
, pregunto "disimuladamente" por la salud de mi novia y recordé que la última vez que la vió fue en ese horrible hospital.

obviamente, todas lo miramos y entonces nos dijo que estaba buscando la forma de revocar la libertad condicional y el trabajo comunitario de Mario y Paola, pero se habían encontrado con trabas. Resulta que los dos jueces a los que se les encargo el juicio civil tenían deudas en los casinos de la señora Suárez.

¿Casualidad?

—esto es una burla —digo molesta y siento la mano de mi novia apretando la mía sobre la mesa para tranquilizarme.

—Tranquila, ya sabíamos que era complicado. Pero igual muchas gracias German —habla mi amor tratando de ocultar su incomodidad.

Lo del accidente no era algo que le gustara recordar y a mi tampoco pero no concebía 1ue a estas alturas la corrupción fuera más real que la justicia.