Cuando nos volvamos a encontrar 🌙 [Caché]

[Capítulo 18] "No Quiero Asustarte"

—gorda... —se queja jadeando mientras intenta separarme de ella sin fuerza

No sé como llegamos a este momento pero, estoy casi encima suyo y el impulso de besarla me tiene cegada y el cuerpo encendido.

No se si fue por aquel sueño vívido de anoche, pero la referencia exacta de donde tocar y como.

—¿mmmm? —tengo mi boca en su cuello y ella ahoga un gemido mordiendose los labios.

—Vale... Vale llegará en cualquier momento —me advierte pero enreda sus manos en mi cabello como para no detenerme y no puedo evitar sonreír.

¿Qué era esto? ¿Pasión? ¿Libido? ¿Por qué es tan fuerte?

—tranquila, Vale llega a las 8 y aun falta para eso —le susurro segura al oído y ella hunde la cabeza en el respaldar del sillón dándome más espacio.

Me muevo por instinto pero parece que lo hago bien, aunque es la primera vez.

Daniela reacciona a mi tacto y lo sé porque su piel se pone chinita cuando la rozo con mis dedos y eso me impulsa a seguir

—¿estás segura?

¿Segura? No sé ¿decidida?

—completamente —respondo respirando agitada y veo la resolución en sus ojos.

Sonríe de la lado —¿y si no podemos parar?

—¿quién dice que quiero parar? — respondo con otra pregunta y ella se lanza hacia mi cogiendome de la cintura para sentarme sobre su regazo.

Los nervios me están matando pero el deseo y la adrenalina tiene el control de mi cuerpo.

Mete sus manos por mi camisa y empieza a acariciar mi piel, enredo mis brazos por su cuello y la beso con fuerza y determinación, sus labios son suaves pero exigentes y yo estoy dispuesta a darle todo lo que tengo en este preciso momento.

—Tu corazón late muy rápido —menciona divertida bajando sus labios por mi cuello hasta mi garganta

—si, eso es lo que me haces —reconozco sin vergüenza y ella sonríe orgullosa.

—¿estas asustada? —pregunta a cariciandome más arriba, rozando debajo del brasier.

Niego con la cabeza. Aterrada era la palabra pero no quería parar

—es tu primera vez —explica con cariño mientras uno de sus dedos recorre mi espalda provocandome más.

—¿y? —entendía su punto pero ¿que más daba? Yo quería hacerlo, estaba ansiosa y totalmente entregada a este momento y sí, soy virgen pero eso no significa que no sepa lo que implica estar con alguien.

Yo se como es el sexo y aunque no lo supiera, mi cuerpo reacciona por cuenta propia. Es instinto, uno nuevo que no sabia que tenía pero me encanta.

Pasa la lengua por sus labios, humedeciendolos y yo no puedo apartar mi mirada de ellos, era como una fuerza magnética superior a mi control que no me permitía despegar mis ojos de ella, si no que al contrario me hacía querer estar aun más cerca.

—vamos despacio. no quiero asustarte —confiesa muy bajo y yo sonrio. ¿Como puede ser tan dulce?

—Puedes hacer conmigo lo que quieras, Calle —respondo en el mismo tono y se pone colorada pero sonríe pletórica.

—¿Segura?

—Si —confirmo y ella no necesita nada más. Se inclina sobre mi y ambas caemos sobre el sillón.

La tengo encima, me acaricia por todas partes y estoy tan receptiva que cuando deja de hacerlo ya la extraño.

Ella corta el beso, se apoya en sus codos y encarcela mi cabeza entre ellos —eres tan linda.