Respira, solo respira

3. Lexie

Jackson me jaló por todo el hospital hasta que llegamos a las escaleras que daban a la azotea.

Muchas veces sin que nadie me viera, subía a la azotea y me sentaba en la esquina del techo haciendo que mis pies quedaran colgando hacia el vacío. Pensaba durante horas y horas sobre mi vida y lo que quería hacer con ella. Este lugar era mío nada más y me gusta esa sensación de tener el viento en la cara, un silencio eterno que te ayudaba a pensar, es como si de alguna manera me diera la capacidad de aclarar mis pensamientos y tomar buenas decisiones.

-Muy bien, Lexie ayúdame con April por favor.- Pone las manos juntas y me suplica.

-¿En qué debería ayudarte con ella? April y yo no somos muy amigas, de hecho, no somos amigas. Ella tiene cierto odio hacia mí; por todas las cosas que pude hacerle, no olvides que me trato como base de datos.- Digo mientras saco una barra de chocolate del bolsillo de mi bata.

-No te odia, de hecho, cuando me hablaba me dijo que quería acercarse a ti, pero no sabía cómo. Tiene mucho miedo de que la rechaces o que no la quieras. Después de todo se supone que tú la odias.- Me trata de quitar la barra de chocolate para darle un mordisco, pero lo esquivo.

-Oye es mío. Yo no la odio, es cierto que al principio estaba celosa de ella, pero realmente en esa época era una inmadura; además era estúpida, bueno sigo siendo, pero menos.- sigo comiendo mi chocolate intentando entender ¿qué era lo que quería Jackson?.

-No entiendo, ¿qué tienes que ver tú con nosotras dos? No es como que te interese que seamos amigas.- Le doy otra mordida al chocolate y me siento en un escalón.

-Primero, no eres estúpida; de hecho, eres mucho más lista que mucha gente aquí. Segundo, inmadura si eras, pero supiste crecer y ahora sabes enfrentar los problemas de mejor manera. Y tercero, ¡oye! si me importa su amistad. Aunque en realidad, quería que me ayudaras a entender porqué me evita April.- Se sienta a mi lado y otra vez trata de robarme un pedazo de chocolate, pero lo empujo.

-Ya te dije que no, no comparto comida.- mantengo el chocolate lo más alejado de él y es cuando suelto la pregunta que tanto quería saber la respuesta. -¿Te acostaste con April?- Jackson pone los ojos como platos y con esa expresión puede confirmar mis sospechas, así como entender porqué April estaba tan mal estos últimos días.

-Pues para no ser su amiga te cuenta cosas íntimas ¿no crees?- dice con un tono de ironía.

-Ella no me lo dijo, te acabas de delatar solo. Mira he notado que April tiene problemas con Dios y una mujer sabe cuándo otra mujer ya no es virgen, es algo que las mujeres tenemos. Sabemos eso, además de que la escuché llorar por un hombre. Así que no hay que ser muy inteligente para entender lo que pasa. Por otro lado, me encantaría ayudarte; pero mira, tienes que entender que cuando una persona está soltera y triste, no quiere saber de los problemas tan fáciles de resolver de las parejas. No quiero ser ruda, pero Jackson, deberías arreglarlo tú, yo no tengo por qué meterme; realmente es algo que tienes que enfrentar. Podría convencerla de hablar contigo, pero nada más, no quiero meterme y ocasionar un problema mayor.- Le doy un pequeño empujón para animarlo y le doy un poco de chocolate. Jackson se ríe y toma un poco.

-Tienes razón yo hablare con ella-; realmente eres buena dando consejos. No sé porqué no te lo pedí antes, bueno no, sí sé porqué, porque creía que me odiabas por haberte cambiado por Mark.- Rio y me levanto de las escaleras para ya salir de la zona que lleva a la azotea.

-Creo que Mark tiene ese efecto en todo el mundo, es Mark Sloan, el hombre que mata con una mirada a cualquiera. Y créeme no pasa nada, no me sentí ofendida, de hecho, me abriste los ojos y gracias a ti sé lo que siente mi corazón y claro que te ayudaré en lo que pueda con April, ¿ok? Pero ahora tengo una cirugía que hacer, así que te dejo.- Abro la puerta de las escaleras para salir, pero la voz de Jackson me detiene en seco.