¿Qué hubiese pasado si Mark Sloan y Lexie Grey no se hubieran subido al avión que terminó con sus vidas?
Amor, bodas, hermanos, amigos, pasión, accidentes, dolor, rencor, celos y muchas cosas más descubrirán nuestros protagonistas en esta historia d...
Escucho un timbre horrible que no para de sonar, me tapo con la almohada los oídos e intentó silenciar esa alarma dentro de mi cabeza, pero es inútil, definitivamente el maldito despertador no iba a parar de sonar, seguiría hasta que quisiera y me haría levantarme de malas como siempre. Antes de poder tomar mi teléfono para poder apagar el molesto timbre, escucho a alguien entrar a mi habitación. No me moví y solo sentí la presencia de esa persona cerca de mí, hasta que siento como una lluvia de almohadas me entierran en la cama.
-¡Ah!- chilló -No me hagas esos.- trató de escarbar para poder salir de la montaña.
-Es la única forma para que te levantes. Diablos Andrea, tu alarma lleva sonando unos 20 minutos y la tía Mer ya se enojó, así que te sugiero que te apures, no quiero llegar tarde al Hospital.- escuchó una voz exasperada, un poco molesta, pero cuando al fin logró salir de toda esa montaña, lo miró con una sonrisa.
-Rayos, eres igual a papá físicamente con esa sonrisa, pero igual de impuntual que mamá.- le tiró una almohada y él no logra esquivarlo.
-Ya voy, en 10 minutos estoy lista, te lo prometo.- muevo todo de la cama y me levanto apagando la espantosa alarma que suena insistentemente.
-Apúrate, no quiero llegar tarde, además ayer dijimos que iríamos al panteón, así que muévete.- abre la puerta de la habitación y sale sin decir nada más.
Empiezo a moverme entre mi habitación y encuentro todo lo que iba a usar, me voy vistiendo y me pongo mis botas de frío, me peino lo más rápido posible y me maquilló un poco, lo bueno es que ayer en la noche había llegado a bañarme, así que no tenía que perder el tiempo en el baño. Antes de salir de la habitación, tomo una foto de mis padres que tenía en la mesa de al lado de la puerta y la miró unos segundos. En la fotografía, se podía ver a mamá y papá mirando hacia la cámara, cargándonos en sus brazos, tendríamos como unos cinco años. Fue un día de campo que organizaron, ese día pese a no recordarlo muy bien, sé que fue un día que ciertos momentos son inolvidables. Aprecio tener muchos recuerdos de mis padres, muchos no tienen esa oportunidad y la verdad que me siento muy feliz de tener a mi hermano para poder compartir estos recuerdos con él.
Un grito que proviene de abajo me distrae de mis pensamientos, así que me limito a darle un beso a la foto y a bajar en seguida a la cocina de la casa.
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Connor
Yo no sé por qué rayos mi hermana era tan distraída e impuntual cuando todos los demás éramos muy ordenados en ese aspecto, me enojaba mucho que no pensara en los demás, era irritante porque yo odiaba llegar tarde a todos lados y hoy no iba a hacerlo.
Estaba tomando una taza de té con la tía Mer, ella estaba leyendo unos mails que no había respondido y yo solo me limite a verla. Ya era una mujer bastante mayor, tenía arrugas en las sienes, pero se conservaba muy bien para su edad, además de que siempre tuvo ese carácter travieso que la caracterizaba. Ella nos dejó quedarnos en la casa de su infancia, decidió que mientras hacíamos nuestro internado y residencia era lo mejor para Andrea y para mí, ambos tuvimos que aceptar para no hacerla sentir mal y desde entonces vivimos aquí.
