5. Lexie

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Después de ese beso increíble que Mark me dio, me separe de golpe y lo mire.-¿Espera, esto que significa Mark?- lo miré algo confundida y preocupada.

-Significa que no quiero estar un segundo más sin ti, te amo Lexie Grey, te amo con toda mi alma y quiero pasar el resto de mi vida contigo y con estos bebés que viene en camino, quiero darte la vida que te prometí hace tiempo y todo esto lo quiero pasar contigo mi pequeña Grey.- me mira seguro de lo que dice y siento como su mano acaricia mi rostro.

-Hay tanto de qué hablar, tanto que declararnos, pensar en ¿cómo hacerlo bien esta vez?, yo no quiero seguir herida, Mark. De verdad ya no quiero, no lo soportaría.- lo miré angustiada y me acomodo un poco en la cama.

-Lo sé y créeme yo tampoco quiero salir lastimado otra vez, fue mucho el dolor que soportamos, pero tú me amas y yo te amo y lo demás ya no importa, nos amamos y creo en esto Lexie, no hay mujer que me hiciera sentir lo que tú has hecho y eso no lo cambiaría por nada. Yo sé que esta vez la comunicación será mejor. Yo creo en nosotros y jamás dejaré de pensarlo.- me mira ilusionado y muy emocionado por todo lo que me decía, parecía que él quería esto tanto como yo, pero no iba a cometer los mismos errores de hace unos años, los que me llevaron justo aquí.

-Entonces Mark, tenemos que hablar.- su mirada se puso algo tensa, sabía que esas dos palabras eran algo malas cuando una mujer lo decía.

-Mark tranquilo no es nada malo.- quise aclararle.

-Lex, yo sé que tenemos que hablar, pero antes quiero hacerte una pregunta, esta pregunta que soñé con decirte desde hace mucho y a lo mejor parezco algo bestia, pero para mí es importante, yo sé que todo lo demás lo podemos arreglar y por eso lo hago ahora.- me mira y saca una cajita aterciopelada.

-Sé que tal vez voy rápido, pero esta cajita la he llevado mucho conmigo, demasiado diría yo, este anillo jamás se lo logré dar a Julia ¿sabes? Lo intenté por despecho y por la estupidez, lo pensé muchas veces, pero algo me decía que a pesar de que no termináramos juntos este anillo te pertenecía.- lo mire con ojos como platos muy sorprendidos por lo que me estaba ofreciendo y sin saber qué decir o hacer.

-Mark...- él me mira y abre la cajita mostrando una argolla con un diamante incrustado, era hermoso, no era una piedra muy grande y eso lo hacía aún más especial, la argolla estaba hecha de oro rosa y le daba un toque majestuoso y elegante.

-Lexie, desde que estuve contigo la primera vez supe que eras la mujer de mi vida, la mujer de mis sueños. Es irónico creer que yo conseguiría a una mujer tan hermosa como tú, ya que yo no sé aún sí te merezca de verdad. Pero lucharé como nunca por ti, por nosotros porque sé que lo vales y por eso no me quiero dar por vencido, estas últimas semanas, me di cuenta de que no puedo ser tu amigo, no puedo dejar de imaginarte, de pensarte y eso me hacía sentir muy mal, porque bueno estaba con Julia. Sin embargo ahora no hay nada que nos separé, que nos sabotee y quiero pasar lo que me queda de vida contigo Lex.- me mira seguro y con lágrimas en sus ojos. Estaba tan nerviosa, pero segura de lo que iba a decirle, lo miré y acaricié su rostro, sentí como su barba picaba en mi mano, se sentía un cosquilleo muy dulce. Sentir su barba de 3 días me hacía enamorarme más de él, y se veía muy sexy.

Al darme cuenta de que me estaba perdiendo en mis pensamientos lo miré detenidamente y respire.

-Aww Mark... es... yo...- lo miró tartamudeando.-déjame hacerte la pregunta.- acerca el anillo.

-Alexandra Caroline Grey... ¿Quieres casarte conmigo?- me quedé petrificada un instante, sabía perfectamente lo que iba a decir, pero una parte de mí sentía que no, no era lo correcto, pero no quería dejarme llevar por los impulsos otra vez.

Respira, solo respiraWhere stories live. Discover now