30. Mark

645 65 60
                                    

Me encontraba caminando por los pasillos pensando en lo mucho que extrañaba a Lexie, lo último que supe de ella fue que ya había llegado a Los Ángeles y eso porque lo escribió en un grupo que tenemos en común, desde que se fue estuve intentando mandarle un mensaje sobre lo mucho que la extrañaba y lo infeliz que iba a ser a lado de Julia, siempre terminaba de escribirlo, pero jamás lo llegaba a mandar, lo borraba antes de que a mi corazón le diera un ataque y lo mandara sin querer.

Mañana era mi boda, era increíble como pasaba el tiempo, aunque en algunos momentos sentí una eternidad el tiempo ahora ya no es así, juro que cada día me sentía peor con la idea de tener que casarme con una mujer que solo me está usando. Julia pasó todo el día de ayer aquí arreglando los últimos detalles para la boda, suponía que hoy también vendría y sería lo mismo, pelearemos primero unas dos horas por lo mismo, según ella debería mostrar un poco más de entusiasmo por la boda y todo eso. Era ya un dolor de cabeza no me dejaba ni respirar.

Escuche su voz a lo lejos, me llamaba por mi nombre, yo me detuve y la mire. Espere a que se acercara un poco más. Llevaba una libreta, en esa tenía todo lo que nos hacía falta y también lo que ya teníamos en orden.

-Mark te estoy hablando desde hace ya un rato. No sé en qué estés pensando, solo espero que sea en la boda.- me dice mientras se arregla la bolsa.

-Estaba pensando en que tengo que ir a urgencias, así que no tengo tiempo para ver cosas de la boda.- empiezo a caminar otra vez.

-Deberías involucrarte más en esto Mark, yo estoy haciendo prácticamente todo.- me sigue por detrás.

-Y yo estoy pagando tu capricho así que estamos a mano.- tomó unos informes y los revisó detenidamente mientras trataba de ignorar las caras de Julia.

-Aggg eres imposible, sigue así y sabes a lo que te atienes.- me mira seria y de forma intimidante.

-Sabes que tus amenazas no me importan, me voy a casar contigo ya estarás contenta ahora deja de fastidiarme, tú elegiste seguir con esta farsa ahora Tú te atienes a las consecuencias.- trato de ser lo más sereno posible y llegamos a urgencias.

-¿Por qué? Mark ¿Qué tiene ella que no tenga yo?- me quita el informe y me dice molesta.

-Mi corazón, eso es lo que tiene ella y tú jamás podrás llenar Julia, que se te quede en la cabeza, aunque me obligues a casarme contigo, me tengas atado de pies y manos, aún pensaré en Lexie, no en ti.- la miro y noto la furia en sus ojos.

Cuando ella va a decirme algo llega un trauma, aparecen Meredith, Callie y Arizona, las tres llegaron de inmediato y nos vieron algo incómodos, siguen su camino mientras se ponen el uniforme amarillo y Meredith se dirige a mí.

-Sloan llego un trauma, se incendió una casa y hay un adolescente con quemaduras de segundo y tercer grado, ¿te apuntas?- me avienta un uniforme amarillo. Cuando iba a decir que si Julia se adelanta.

-No puede tiene que ver cosas de la boda.- mira a Mer un tanto disgustada y de mala gana.

-Nonono, claro que puedo.- miro a Julia molesto y me empiezo a ponerme el uniforme amarillo.

-Claro que no, tú no vas a ayudarlas porque tienes responsabilidades conmigo.- me alza un poco la voz y me mira muy enojada. Tengo suerte de ser paciente, pero de verdad que esta mujer iba a hacer que un día quisiera aventarme por la ventana y solo la muerte nos podrá separar. Muchas veces he pensado en dejar todo y salir a buscar a Lexie, sé que será inútil, me daría una cachetada primero y luego me explicaría todas las razones por las que no debemos estar juntos.

-Claro que sí... sabes hay cosas mucho más importantes que organizar una boda, además prefiero salvar una vida que hacer esto, deja de llevarme la contra, sabes que vas a perder.- la miró un instante y luego empiezo a caminar hasta el trauma mientras Mer sonríe.

Respira, solo respiraWhere stories live. Discover now