-Tal y c como esperaba de mi hermanita. Adiós, _____.

Quise perseguirle por última vez, abrazarlo por última vez y sonreírle por última vez pero... no fue posible. Para cuando di el primer paso volví a sumergirme en un oscuro vacío y no veía a mi hermano en ninguna parte. Ahí contuve mis ganas de llorar, las contuve lo mejor que pude pero supongo que me traicionaron y salieron a borbotones. Tal nudo era en mi garganta que al final no tuve más remedio que sacar mi voz para no reprimir más mis sentimientos.

Desperté en mi cama, quise levantarme rápidamente para ver si aquel sueño era verdad pero al final me apoyé en unas carpetas inestables que acabaron cayendo, desparramándose los papeles por todo el suelo. Mi cabeza dolía y sentía mi cara húmeda debido a las lágrimas que poco a poco se secaban. Cuando entré a la habitación de mi hermano estaba vacío, como si hacía meses que no pasaba nadie por ahí y no me extrañaba, según recordaba me había dejado hace mucho tiempo.

Me quedé callada y me dirigí a mi habitación a recoger el desastre ocasionado, entre aquellos papeles encontré aquella carta que Goro me tendió una vez, una carta que extrañamente se dirigía a mi persona. Con desgana me tumbé en la cama y con la lámpara iluminada la abrí:

"Estimada señora _____ Akechi, aprendiz de detective y reconocida por varios casos resueltos.

Solicitamos de su ayuda con la colaboración de importantes detectives para resolver un caso de información confidencial. Además puede ser una oportunidad única para acercarse al mundo de la criminología del que tanto está familiarizada. En caso de dicha aceptación, le rogamos que nos confirme su asistencia antes de finalizar Febrero para mover hilos lo antes posible.

Esperamos su contestación."

Releí la carta una y otra vez, a mis espaldas estaba moviendo los hilos para darme una oportunidad y adentrarme en el mundo del que tanto he estado estudiando y trabajando. Dejé la carta a un lado para pensar y cuando mi mirada se postró en el corcho de la pared encontré un mapa con pistas y claves que el día de ayer no estaban. Lo miré de forma meticulosa y con lo poco que leí entendí la situación. Visto que mi hermano no había proporcionado la información necesaria para inculpar los crímenes de Shido, fue Ren el siguiente voluntario. Estaba encerrado y las pistas de la pared eran claves para encontrar a la única persona que podía declarar a favor de Ren el día del incidente.

Mi sorpresa no dejó de incrementar cuando observé que al otro lado de mi pared se encontraban pistas o hipótesis de dónde podía encontrarse mi hermano. Ahora entendía el dolor de cabeza, apostaba que me había pasado días sin dormir por culpa de ambos.

-Por partes. -Pensé. -Primero tengo que reunirme con todos... Supongo que estarán en el Leblanc preguntándose por Ren. -Salí hacia el baño a despertarme con un poco de agua en la cara. Me vestí y salí corriendo con aquella carta aún en la cabeza.

Paseaba tranquilamente hacia el Leblanc, miré el móvil y como sospechaba: La app había desaparecido.

-Así que al final... Hemos vuelto. -Susurré. -A la verdadera realidad.

A simple vista no pude notar si era real nuestra vuelta, justo cuando pasé al lado del supuesto gimnasio aún en construcción percibí que las distorsiones eran ínfimas. Las noticias sobre Shido seguían en la boca de todos, también la muerte de Okumura.... Definitivamente habíamos vuelto.

Por fin llegué a Yongen-Yaya, todo seguía como siempre, no había perdido un ápice de su encanto. En cuanto me acerqué al local los griteríos no se hicieron de rogar.

-¡Aún así no tiene sentido! -Gritaba Ryuji. -¡Es decir, lo han capturado sabiendo que él fue quien salvó Japón!

-¡Ryuji cálmate! -Intervino Ann.

Persona 5 & RoyalTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon