CORRE

Lazos.

Treinta y dos: Lazos.

  

Que sombríos podían ponerse los lugares bonitos cuando tragedias ocurrían en ellos.

Desde que llegué a esta cuidad este acantilado habían sido mi lugar preferido de ella. Era tranquilo, oscuro pero tenía cierto encanto que te cautivaba, y aquello incluso yo lo había notado.

Aquella sustancia roja y viscosa con la que ya estaba tan familiarizado estaba tiñiendo por completo mis manos y ropa, a pesar de que mi camisa era negra pude divisar en ella el color rojo de aquella sangre recién derramada.

Blue.

 

Sabia que iba a llegar el momento en que tuviera que pasar por esto. El momento en que iba a tenerla en mis brazos, cubierta de sangre, de su sangre, pero ese momento no era ahora, no tenia que ser así.

Maldición. Esto no está bien. Esto no se siente bien.

Qué demonios hiciste, ángel. ¡Joder!.

 

_______ Reciste, Blue, ¿puedes oírme? - Tome el rostro pálido de la pelinegra que estaba en mi regazo. Sus ojos estaban completamente cerrados y su piel lucia blanca. Todo su cuerpo estaba completamente frío y su respiración pausada estaba comenzando a preocuparme.

 

Joder. ¿Por qué ella...

 
Mire en todas las direcciones, intentando pensar con claridad. Baje la guardia, baje la maldita guardia y yo nunca hago eso. ¿Cómo demonios pude permitir esto?.

Hace solo un segundo Blue estaba tan tranquila, con esa sonrisa ladeada en su rostro mientras observaba la vista frente nuestro, y ahora estaba apunto de morir por mi jodida culpa.
Algún bastardo nos había seguido, no sé en qué momento sucedió, fue todo tan rápido que ni siquiera yo no lo noté, y gracias a mi descuido ella estaba así.

¿En qué mierda pensaba al empujarme para que la maldita bala no me diera a mí?. ¿Esta chica está jodidamente loca o por qué diablos prefirió recibir una bala por mi?.

Maldición, ¡maldita sea!. Estoy tan confundido...

Tengo que poner mi maldita cabeza en orden antes de que Blue termine de desangrarse en mis brazos.

 

_______ Vale, angel, no te mueras aún ¿okey?, sólo... aguanta un poco.

 
Esta era la primera vez que me sentía tan nervioso en mucho tiempo, y no acababa de comprender completamente el por qué. No sabía si era por la furia que me estaba consumiendo el saber que había cometido un descuido o por el hecho de que Blue se notaba cada vez más débil.

Intentando aclarar mi mente de cualquier personaminto que estorbara me quite la chaqueta y rompí un pedazo de tela de mi camisa, localice rápidamente la herida de la bala que había impactado en el cuerpo de Blue e hice presión sobre ella. Si tenia suerte la hemorragia iba a contenerse aunque sea un poco mientras la sacaba de aquí, además no había revisado el área por lo cual no era seguro si ese bastardo seguía cerca.

Pase uno de mis brazos por debajo de las piernas de Blue y la levanté con cuidado, su cuerpo se sentía pesado pero a la vez era como si estuviese cargando una muñeca de trapo, aquel sentimiento me asustó por un momento. Blue había quedado inconsciente hace unos minutos y desde entonces estaba cada vez peor, tenia que sacarla de aquí rápido, era cuestión de tiempo para que se desangrara.

Caminé de manera rápida por el bosque hasta llegar a mi auto, abrí la puerta y dejé a Blue con cuidado allí, rodeé el auto y no tarde ni un minuto en salir disparado. Conecte el celular y marque el número de Damon, teníamos que actuar rápido para salvarla.