Tratos silenciosos.

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Capítulo veinticinco: Tratos silencioso.

 

Hace casi cinco minutos Blue ha estado revisando mi herida. Ha puesto un montón de cosas innecesarias y la ha limpiado incontable veces. Se ve muy concentrada mientras pasa una gasa con alcohol por la herida que uno de esos hijos de puta me hizo.

Y yo no puedo dejar de mirarla. De mirar su ceño fruncido por su concentración. Sus labios mullidos. Sus ojos grises fijos en mi herida o el modo en que chasquea la lengua cada vez que emito -a propósito- un quejido cuando pasa la gasa por allí, sólo porque me gusta el modo en que me mira cuando susurra que siente haberme lastimado.

_______ Estoy bien, ángel, no tienes porque seguir haciendo eso. - Digo, mirándola con cierta diversión. Esta sentada sobre los pies de su cama, con el botiquín de primeros auxilios en sus piernas contando cuantas gasas le quedan y tratando de calcular que tantas veces tiene que limpiar mi herida hasta que cicatrice.

________ Creo que no va a alcanzarme... - Murmura y levanta su vista para verme. - ¿Te quedas aquí mientras voy a la farmacia? - Se pone de pie y yo frunzó el ceño. - No está lejos así que no creo...

________ Estoy bien, ángel. - Repito, mirando sus ojos. - Siéntate, aún tenemos mucho de que hablar. - Mi expresión es sería a pesar de que mi voz sale en un tono dulce, sólo porque sé lo afligida que se esta sintiendo con esta situación.

________ Tengo preguntas, muchas. - Murmura y mira sus pies. - Pero no estoy segura de estar del todo lista para oír las respuestas. - Admite. Su voz sale baja e insegura, y el modo en que aprieta sus manos y mira sus pies me hace saber lo cohibida que se siente.

 

Me quedo observandola unos segundos. Ahora que la miro a detalle noto que tiene un pequeño y demasiado corto vestido dorado que dejan al descubierto sus infartantes piernas. Está descalza y aún tiene el cabello húmedo. Siempre note la belleza de Blue. Siempre fui consiente de que era hermosa pero no de un modo convencional, si no a su manera. ¿Se entiende?. Ella no era el típico estereotipo de chica "bonita". Quiero decir que no era demasiado alta y delgada, con buenas curvas o ojos claro. Era más bien algo baja pero con buenas piernas, no era ni muy delgada ni demasiado subida de peso. Su cabello no era rubio o castaño, si no que era tan negro como la noche. Sus ojos eran grises y su nariz no era repingada, si no que era pequeña. Blue no era el tipo de chica en el cual me fijaría por el simple hecho de que luce como alguien vulnerable. A simple vista parece esas típicas chicas de novelas románticas que necesitan ser salvada.

Pero esa imagen cambia por completo cuando la conoces realmente. Porque Blue necesita de todo menos que la salven. Es salvaje, gruñona, cree saberlo todo y le encanta discutir. Pero también es valiente, inteligente y audaz, así como muy capaz de cuidar de si misma. Y eso es lo que me hizo fijarme en esta destroza chica de ojos grises.

_______ ¿Por qué estas vestida así? - Pregunte, recorriendo con mi mirada su cuerpo.

_______ Iba a salir. - Respondió. Tenía la cara roja.

_______ ¿Ibas?

_______ Bueno, llegaste y arruinaste mis planes. - Farfulló, pero no había un tono molesto en su voz.

_______ ¿Con quién ibas a salir?

_______ Con Loren y unos chicos. - Murmura y camina hacia su escritorio, en donde deja la caja de primeros auxilio.

Frunzo el ceño y la observo, esperando a que diga mucho más que eso, pero no lo hace.

_______ ¿Unos chicos? - Pregunto y me maldigo internamente por el tono hosco y receloso de mi voz. No debería importarme en lo más mínimo que Blue salga con quien se le de la maldita gana.

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