El silenciador.

419 31 3
                                    

Capitulo nueve: El silenciador.

Estuve todo el día encargándome de algunos asuntos que no podían esperar, así que no había ido a la Universidad hoy por lo tanto no había visto a Blue en todo el día.

Recargue mi espalda sobre un árbol y encendí un cigarrillo mientras esperaba ver el pequeño cuerpo de Blue entre toda la multitud que trataba salir desesperada y agotada de aquella universidad.
La divise despidiéndose de su amiga y no dude en acercarme a ella.
No solemos pasar mucho tiempo juntos lo cual sin duda dificultaba un montón mi trabajo.

Blue era diferente a las otras chicas y no voy a decir que ella era más buena y todo ese rollo patético, romántico y falso.
Ella era diferente porque era malditamente suya, no dejaba que nadie le dijese que hacer y era demasiado irritante así como malditamente astuta. Jamás conocí a alguien así.
Tan suyo.
Tan libre.
Tan... Molesto.

Blue era un alma libre, las cuales son difíciles de encontrar pero que reconoces fácilmente cuando la vez.

- Oye, ángel. - Hable detrás de ella, haciendo que por inercia se girará.

- ¿Cuántas veces debo decirte que tengo un jodido nombre? - Ella me espectó irritada. Sonreí burlón y lance el humo de mi cigarrillo directo en su cara. - Joder, no hagas eso. Allá tú si quieres reducir tú vida con esa mierda pero no me tires el humo que huele malditamente mal. - Gruñó mientras movía sus manos tratando de ahuyentar el humo.

Lance mi cigarrillo al suelo y lo pise.

- Estas tan jodidamente irritante hoy, ¿sucede algo? - Pregunte metiendo mis manos en los bolsillos delanteros de mis jeans negros mientras comenzaba a caminar y ella me seguía.

- Sólo no me gusta que la gente me tiré humo en la cara, ¿tan malo es? - Podía notar en cada fibra de su voz el sarcasmo y la molestia.

- Ya, haré como si te creo. - Rodé los ojos y le dedique una mirada recelosa.

- Vale, gracias. - Otro vez ese tónito de voz molesto y receloso.

- ¿Te apetece algo de comer? - Pregunte tratando de aligerar el ambiente pero Blue no pareció escucharme ya que iba demasiado sumida en sus pensamientos. - Vale, es suficiente... - Murmuré con enojó antes de jalar su brazo y acorralarla contra una pared.
》Me dirás lo que te sucede, ahora. - No era una pregunta, en lo absoluto, era una orden.- Estas haciendome cabrear.

Los ojos de Blue estaban realmente abiertos, como si no se esperará esto. Sus manos estaban en mi pecho mientras que sus labios estaban entre abiertos y lanzaban un gritito asustado y agudo

- ¿¡Qué diablos te sucede!? - Gruñó tratando de alejar mi cuerpo del suyo.- La próxima vez que quieras acorralar mi cuerpo contra una pared hazlo con más cuidado, por favor, casi me quiebras una costilla. - Me reclamó. Le dedique una sonrisa ladeante ya que obviamente estaba exagerando porque no había ejercido ni un poco de fuerza al acorralarla.

- Dime que sucede contigo, ahora. - Le volví a ordenar. Sus ojos desafiantes me miraron por unos segundos antes de intentar hacerme aún lado de nuevo.

- No tengo porque contarte nada. - Habló desafiante. - Y quítate de una jodida vez que las personas nos están mirando. - Sus ojos se movieron de un lado a otro escaneado a las personas que pasaban y nos miraban curiosos. Me acerqué más a ella y tome con mis manos su rostro obligándo así a que me mirará a mi. 

- Me importa un carajo si nos miran. Ahora dime que sucede si no quieres que monte un verdadero númerito aquí mismo. - Le advertí. Sus ojos se entrecerraron y levantó su mentón en muestra de valentía.

CORRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora