ángel 2\2

406 31 9
                                    


Capítulo doce: ángel 2\2

Seguí a Blue a un paso realmente lento, iba detrás de ella mientras caminaba y se abrazaba a sí misma, intenté algunas veces hacer que parara y hablara conmigo pero eso sólo empeoraba la situación, no quería ni tenia ánimos de soportarme - sus palabras, no las mías. -

Lucia cansada, en realidad, lucia mucho más que cansada, su cuerpo tiritaba de frío, caminaba a un paso lento aunque noté que ponía su mayor esfuerzo en apresurar sus pasos, los cuales eran torpes. Intenté ofrecerle mi chaqueta varias veces pero me ignoraba, intenté llevarla en mi moto pero decía que no necesitaba nada de mi, también intente tocarla pero casi me descuartizó cuando lo hice.

Blue molesta era algo aterrador, pero Blue molesta y decepcionada era una mezcla mucho, pero mucho peor.

Ella te miraba con esos ojos grises que te cautivaban y que con sólo mirarlos sentías que podrías caer dentro de ellos, pero a la vez sentías que si caías ahí, si tan sólo bajabas la guardia un segundo, seria tú fin, y no sería un buen fin.

Blue era un espesimen tan confuso y curioso para mí.

Jamás podía descifrar sus pensamientos, o adivinar sus acciones.

Y si ella lo quería podía ocultarte sus sentimientos tan bien que lo creerías enseguida.

Era una de esas jodidas rarezas que no encuentras fácilmente y cuando lo haces, a veces, te hace desear no haberla encontrado jamás.

Frene en seco cuando sentí la puerta de su casa ser azotada prácticamente en mis narices.

¿cuándo habíamos llegado aquí?

Lance un suspiro y apoyé mi cabeza contra la fría puerta de madera.

Jodida loca...

- ángel.- La llamé. Trate de que mi voz saliera calmada e incluso dulce, aunque ese último me costó bastante a decir verdad. - Habré la puerta... Por favor. - Agregué y sentí un sabor amargo quemando en mi garganta.
No se me daba bien eso de ser amable o educado. - Anda, Blue...

- ¡Vete de aquí! - Grito y noté, a pesar de que la puerta estaba cerrada y amortiguaba un poco el sonido, que su voz salió entrecortada.
Lance un suspiro y metí mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta.

- Vale... - Asentí a pesar de que no podía verme.- Pero antes déjame curarte esas heridas, luego prometo irme. - Un segundo paso, aunque sinceramente me parecieron horas, entonces sentí la cerradura moverse y luego la puerta se abrió. Una pequeña sonrisa traicionera apareció en mis labios cuando logré ver a Blue detrás de la puerta.
Lucia cansada y molesta. Su labio estaba fruncido haciendo que uno luciera más gordo que el otro, no pude evitar sonreír por eso también.

-¿Qué estas mirando? - Espetó con voz irritada. Levante las manos mostrando inocencia.

- Nada, nada. - Negué con la cabeza unas cuentas veces y volví a meter las manos dentro de mis bolsillos.- ¿Puedo pasar?

- Si.

Me hice paso hacia el interior de su casa y miré todo a mi alrededor. Jamás había entrado aquí, antes tenia el pensamiento de colarme dentro para buscar algo que me ayudase a terminar mi trabajo más rápido pero como Robert jamás me dijo que era lo que buscaba no tenia porque hacerlo.
La casa de Blue era un lugar bonito y bastante sencillo, una linda sala de estar te recibía al entrar, con grandes sillones blancos y un televisor LED en la entrada, luego lograba verse la cocina que parecía bastante moderna y al pasar por un pasillo hallabas la escalera, en donde en la planta de arriba estaba su habitación.
Note a pesar de la poca iluminación la escasez de fotos o retratos. Lo único que le daba a este ambiente la impresión de un "hogar" era una pequeña foto de una niña - que supongo que era Blue- la cual estaba sobre la chimenea. Me acerqué a ella y la tomé entre mis manos. Una pequeña niña de cabellos castaños y unos enormes ojos entre grises y verdes sonreían a la cámara mientras abrazaba a un hombre de tes blanca, ojos verdes, de contextura grande y musculosa. Lucían... Felices.

CORRE Where stories live. Discover now