Capítulo 84.

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- Ashton… - le digo saliendo de su ducha en bata de baño – ya me duché, ahora que sigue, ¿tenerme en bata de baño el resto del día hasta que mi uniforme se seque?

- Bueno, si te molesta te puedes quitar la bata… - dice seductoramente exagerado.

- Eres un pervertido – le acuso mientras el color sube a mi rostro.

Ashton comienza a reír, toma la bolsa que traía en manos y me la acerca.

- Mira que era una idea tentadora tenerte así todo el día – dice y me estampa un besito en la mejilla.

Hecho un vistazo en la bolsa y me sorprende descubrir que dentro de ella hay cosas mías, unos artículos personales, otro juego del uniforme del colegio, unos shorts; en fin, son mis cosas.

- ¿Cómo? – pregunto algo atónita.

- Keyttlin – responde él – te he dicho que sin su ayuda esto no estaría aquí… y bueno, quizá ni tú.

- ¿Y Key cómo ha podido darte todo esto? – Cuestiono – aún es temprano, todavía es horario de clases­.

- Pues… - Ashton pasa su mano por la nuca, un gesto muy suyo – digamos que se tomó un  descanso del colegio por un par de clases.

- ¿Hiciste que mi amiga se saltara clases solo para conseguirme ropa?

- En realidad fue su idea, es muy… determinada, básicamente estaba encantada con todo esto y era la única que podía entrar a tu casa con tal agilidad.

Conociendo a Key es seguro que sí, ella conoce el truco de la ventana de la cocina.

- ¿Por qué hay otro uniforme? ¿piensas regresarme al colegio?

 - Para nada, de hecho es lo opuesto.

 - ¿Entonces? – insisto.

- Voy a ducharme, vístete y cuando regrese te cuento que tengo planeado para nosotros – Ashton toma una toalla de unos cajones y se retira sin darme oportunidad de alguna replica. Muy astuto de su parte.

Lo obedezco y me visto, pero algo no anda bien, no hay una blusa para usar, solo la del colegio. Key ha empacado hasta dos pares de calcetines para mí pero no una blusa, seguro debió haber estado muy inmersa en sus fantasías soñadoras.

- Ashton  – le digo dando unos golpecitos a la puerta del baño - no tengo blusa.

Escucho el sonido de su risa contenida.

- ¿Qué clase de proposición es esa?

- ¡Ashton! – chillo molesta.

Escucho como el agua de la regadera deja de caer.

- Tu comenzaste – bromea.

- ¡Tonto! – me quejo y apoyo mi espalda contra la puerta de su baño – pero en serio, Keyttlin no ha empacado ninguna blusa para mí.

- Oh, ya veo – me dice del otro lado – puedes tomar una mía, están en el segundo cajón.

- ¿Dónde?

 La puerta del baño se abre y Ashton sale con el cabello húmedo, con el torso descubierto y usando unas bermudas de chándal.

- Aquí – indica acercándose al mueble junto a la pared, no me ha dado tiempo ni de cubrirme ya que estaba sin blusa cuando saca dos camisetas, una para mí y una para él.

Él la llena perfectamente haciendo que se amolde a su cuerpo y luzca atractivo mientras que yo tengo una apariencia más o menos ridícula, no lleno la camiseta ni se amolda a mí y las mangas me quedan algo largas

- Es tan sexy verte usar mi camiseta.

- ¿Bromeas? Parezco un baguette mal envuelto – me quejo.

- Bueno, en ese caso luces deliciosa – bromea y me provoca reír, Ashton  sabe hacer que me ría de mis propios defectos.

- Ashton Fletcher… - le digo llamándolo por su nombre completo.

- Oh – ronronea – pero no tan sexy como que me llames Ashton Irwin

- Eres un caliente.

- Claro, pero si soy Sr. Caliente Irwin – dice riendo – según he escuchado dicen por los pasillos del colegio.

- Te encanta que las chicas piensen que estás bueno – le reclamo, me escucho como una novia celosa, quizá lo soy, pero no era el plan que él lo notara.

- Pues, algo, si lo piensa una chica en especial… va en tu colegio – ríe y me tira hacia delante, cerca de él – realmente me gusta, bueno, no, más que eso – susurra en mis labios haciendo que despierte mi deseo de besarlo - me tiene completamente loco de amor por ella, no sé qué hizo.

- Entonces ve con ella – bufo sin seguirle el juego pero lo nerviosa que me hace sentir al estar tan cerca de él logra que mis palabras pierdan severidad.

- Ya estoy con ella – junta su rostro finalmente con el mío, pero no me besa, simplemente frota nuestras narices y me sonríe. 

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora