Capítulo 158.

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Ashton.

- No me importa Paul, yo la amo,  no pienso perderle, ni rendirme, ¿sabes? Yo por ella soy capaz de todo… - salgo con dirección a las escaleras, espero alcanzar aún a ______.

- ¿Seguro Ashton? ¿Eres capaz incluso de hacerle daño a ella?

Me detengo en seco.

– Yo jamás le haría daño.

- ¿No? Entonces qué crees que vas a provocar si sigues con esto, ya viste a Christian… no hagas esto más grande, te lo ruego, si vas por ella y entonces tendrá que escoger entre su padre y tú. Entiendes la magnitud de eso Ashton, ¡su padre y tú!... ¿en serio la harás escoger? Piénsalo, a veces los actos más grandes de amor ocurren cuando tienes que saber dejar ir a la persona que amas por su propio bien.

No me vuelvo. Pero él no piensa decir más. No es necesario que lo haga, ya ha dicho lo que tenía que decir y sabe lo que ha provocado en mí. Pero yo no quiero hacer elegir a _____ entre yo o su padre, jamás podría. Yo sólo quiero que esto se aclare, buscar una solución que no implique perderla, en el fondo esa es mi mayor preocupación y quizá por lo que estoy dispuesto a todo, no quiero perderla, todo menos eso, no me siento capaz de soportar mi vida si no está ella conmigo.

No me detengo, bajo las escaleras, todo es tan festivo alrededor, es como si fuese un cosmos completamente distinto dentro de este edificio. Cae una ligera llovizna que agudiza el frío estas primeras horas de enero. Me detengo cuando los veo a ambos. _____ está frente a su papá y tiene esos ojos que uno desearía jamás ver en ella, te dicen más que cualquier cosa horrible que pudiesen pronunciar sus labios, son ojos llenos de frustración, resentimiento y decepción. Lo que me hace sentir como un cabrón es que ______ está dedicando esa mirada a su padre. Eso no está bien, no puede estarlo. Si _______ llega a odiar a su padre por mi culpa es algo que jamás podría perdonarme.

Su padre le grita, no sé si _____ lo percibe, pero él luce triste, no está furioso, está triste. El amor que yo siento por ella quizá no se compare con el que probablemente le tiene su padre, ella es su hija, la hija que tuvo con el amor de su vida, ______ es todo lo que le queda desde que ella murió, dicen que el daño más grande que nos pueden causar no vendrá de nuestros enemigos, si no de aquellos que amamos porque son quienes nos pueden causar el dolor más profundo de todos.  Hoy hemos hecho daño a nuestros padres, pudimos haber visto venir la situación, pero no cómo se sentiría.

Christian me ve de pie, quiero retroceder, pero es demasiado tarde, _______ también nota mi presencia, tiene los ojos rojos y acuosos, hacía tanto que no la veía llorar con tal amargura.

Ella corre hacia mí y yo me paralizo. No debí haber venido. Su papá grita su nombre y casi siento como se desgarra por dentro.

¿Qué hago?

- Ash… - sus brazos me rodean y siento como el corazón se me sale del pecho - Ashton, por favor, vámonos de aquí, no puedo con esto.

- ______... – el solo pronunciar su nombre se lleva todas mis fuerzas, me mata verla así de triste, quisiera tomar su mano y salir corriendo con ella, enviar todo al demonio y amarla, cuidarla, hacerle saber que todo va estar bien.

Pero ahora eso es algo de lo que ya no estoy tan seguro.

- Llévame contigo, sólo por hoy – no puedo, no puedo, no puedo, cómo le hago saber que no puedo, siento cómo el alma se me desgarra lentamente, entonces observo a su papá, él nos mira, pero especialmente me ve a mí, esperaba encontrar una mirada colérica, pero me ha puesto entre la espada y la pared cuando al mirarlo solo veo un par de ojos suplicantes. Casi puede leer como me dicen “por favor”.

Y sé lo que tengo que hacer.

No podré si tengo a _____ entre mis brazos. La tomo de sus hombros y la alejo de mí.

- No ______, no puedo, tienes que ir con tu papá.

- ¿Qué? – exclama ella, es clara su sorpresa.

- Vete a casa, es lo mejor – siento como si el nudo en el pecho me dejara sin aire.

- Ashton…

Sus ojos se llenan de lágrimas, aquí estoy yo como un idiota partiéndole el corazón de nuevo, si tan solo no hubiese sido tan egoísta al permitirme amarla como lo hago ella ahora estaría celebrando como los demás, aceptando abrazos llenos de los clásicos buenos deseos y después volvería a su casa, riendo con su padre hasta que el sueño cerrara sus ojos.

_______, tan solo espero que comprenda que esto lo hago porque la amo con toda mi vida, pero no puedo seguir haciéndole daño, realmente jamás tuvimos una oportunidad, pero nos encantó vivir ese pedazo de sueño en que creímos que sería posible.

“Te amo” muero por decirle, pero con esas palabras solo le causaré más daño.

Ella me mira, expectante, veo como se cae a pedacitos y yo no puedo hacer nada para sostenerla.

- Te necesito… - mi tiro de gracia, con esas últimas palabras termina por clavar la estaca en mi pecho. Ya no queda nada de mí.

- Lo siento tanto… pero esta vez, ______, haremos lo correcto – es lo único que puedo decirle con el último soplo de cordura que me queda. Doy un beso en su frente y me guardo esa sensación de su piel en mis labios. Un segundo más con ella y no podré hacerlo.  Casi corro hasta dónde está mi camioneta y subo lo más rápido que puedo.

Enciendo el motor.  Una cosa turbia fragua dentro de mí partiéndome en segundos.  Al pasar donde se ha quedado de pie le dedico una última mirada y es la imagen más triste de ella. Me odio por permitir que esto pasara, pero en realidad no soy capaz de sentir nada. Noto que he comenzado a llorar y es el llanto más amargo que he tenido en la vida porque mi vida se quedó atrás, bajo la llovizna, preguntándose porque la he dejado sola. 

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora