Capítulo 13.

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- ¿Lista? – Preguntó Ashton cuando nos paramos en la entrada del lugar, era un restaurant-salón, elegante, pero sin exagerar. Se podía apreciar desde afuera una sección estilo Jardín donde supuse seria la fiesta de Ashton.

- Si… - dije débilmente, tomé un respiro profundo y sonreí a Ashton, él imitó mi respiro y lentamente ingresamos al lugar, caminamos por un pasillo con arte en las paredes que nos conduciría al jardín, yo del brazo de Ashton, él con paso seguro.

•••

Al final del corredor, justo antes de doblar para ingresar al patio estaba esperando, aparentemente por nosotros, un hombre de cabello rubio y ojos claros. Al ver a Ashton el hombre se abalanzó sobre él tan rápido que apenas y tuve tiempo de separarme de Ashton, me coloqué a un lado mientras se daban un abrazo efusivo.

El chico con el que se abrazaba Ashton era Luke, su mejor amigo.

- Perdón si interrumpí con mi llamada, pero creí que seguirías de “depresivo” y no vendrías… aparentemente me equivoqué – dijo Luke dedicándome una miradilla rápida y me sonrió amable.

- Ella es _____ Crowell – dijo Ashton metiéndome en la plática.

- Mucho gusto _____ -  Extendió su mano y yo la tomé – Luke Hemmings.

- Mi mejor amigo. – agregó Ashton.

- Mucho gusto – sonreí.

- Pero ya no los hagamos esperar más – insistió Luke – entren.

- ¿A quién? - Bromeo Ashton. – no es como que hubiese mil…

Un grito de SORPRESA interrumpió a Ashton, quien realmente se sorprendió, él había averiguado que sus padres lo habían citado para una comida como pretexto para celebrar su cumpleaños, pero él parecía realmente no esperar una patio lleno de personas que parecía conocer, supuse que serían sus amigos de su vieja ciudad.

Tuve que esquivar a muchas personas que parecían no haber notado mi presencia y se lanzaron a abrazar a Ashton, pero era lo más lógico, Ashton era su amigo, la razón de la celebración y yo simplemente la chica que entro con él. Así de sencillo. Decidí sentarme en unos sillones que estaban colocados a lo largo del lugar en lo que Ashton terminaba de recibir abrazos y buenas intenciones de esas personas desconocidas para mí. Ashton me tomó del brazo para evitar que lo dejara. En eso unas chicas se le acercaron.

- ¡Ashton! – dijo una de ellas efusivamente.

- Muchas felicidades - añadió la otra.

- Aún te recuerdo cuando estábamos en la preparatoria, no has cambiado mucho, Ashton, el alma de las fiestas - comenzó a recordar la rubia, por su tono parecía que iba a ser una larga charla con ellas.

- Creo que iré por allá – le dije a Ashton al oído.

-_____... – me respondió algo apenado.

- Está bien – sonreí, no era su culpa que las personas quisieran charlar con él, y a mí no me molestaba ir a sentarme, saben, a veces los tacones son algo “agotadores”. – Nos vemos por allá – miré a las chicas quienes me miraban intrigadas – con permiso – les sonreí y me dirigí a los sillones.

•••

Observaba atentamente el comportamiento de Ashton entre sus amistades, sonreía y reía continuamente, las personas lo rodeaban en círculos y parecían divertirse con sus comentarios. Lucía tan feliz que de no haber estado con él no sabría que apenas un par de horas atrás me confesó que solía estar triste, pero ahora comprendía mejor sus palabras. “A veces siento que tú me conoces mejor que la gente que dice hacerlo, quizá por eso me agrade tanto tu compañía, es como dejar esa mascara que irradia alegría y sentir la libertad de estar triste por unos segundos sin la preocupación de ser juzgado” Estas personas conocían a un Ashton alegre, divertido, espontaneo, conocían a “el alma de las fiestas” tal cual había mencionado la rubia. Pero a veces se olvidaban que también él podría estar triste, lo había estado hasta ahora, según él era absurdo, pero sus ojos me indicaban que aún le dolía, tenía una mirada parecida a la mía cuando decía que todo respecto a mi madre está bien, que ya lo había ‘superado’, aunque yo sabía que no era verdad. Solo me preguntaba cuál sería el motivo de Ashton… o ¿quién?

- Disculpa, hola… - escuché a una voz varonil hablar.

- ¿Si? – dije saliendo de mis pensamientos

- Te pregunte sí podía sentarme acá – me dijo amablemente señalando el espacio vacío en el sillón donde estaba.

- Si, seguro – me recorrí un poco a la derecha para hacer más espacio, el muchacho tomo asiento. Era alto, de porte varonil, no lucía muy mayor por lo que supuse que no rebasaba los 21 años. Tenía un lindo perfil, cabello lacio de corte bajo… era atractivo, he de reconocer, pero algo en el me inquietaba. Giró la mirada y sonrió sorprendido al verme observándolo directamente, ¡demonios! giré la mirada al frente pero era ya algo tarde, sentí mis mejillas arder, me apenó la idea de que él creyera que era una especie de ‘acosadora’.

- Hola – me saludó – mi nombre es Calum.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora