Capítulo 39.

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Me he escapado de Keyttlin y los muchachos durante el almuerzo. No ha sido difícil, he dicho que necesito estar sola para aclarar mi mente por lo últimos sucesos. Me creyeron. La verdad es que necesito ver a Ashton.

- Señor Irwin – digo mientras entro al aula.

Él está sentado en su escritorio, al mirarme me sonríe dulcemente, yo le sonrío de vuelta y pongo los ojos en blanco.

- Adelante señorita presidenta – bromea y yo me dirijo a él.

- No soy presidenta…

- Aún – me interrumpe él y ríe.

- Mis compañeros deben votar.

- Parecen unos chicos inteligentes – argumenta Ashton – estoy seguro de que escogerán bien.

Ashton se pone de pie, va a la puerta y la cierra, entonces comienza a reír.

- No voy a hacerte nada – seguro que lo he mirado desconcertada.

- Estás loco – me defiendo – no me asusta que cierres la puerta.

- ¿No? – pregunta coqueto y me encanta.

- Vamos, te metí en mi casa y hasta te preste ropa de mi padre…

- Si, ahora que lo mencionas, ¿cómo es que amanecí con la ropa de tu padre? no recuerdo haberme cambiado… ¿fuiste tu?

Siento el ardor brotar por mis mejillas de solo imaginar a Ashton en mi sofá… lo torturantemente bueno que fue. Ashton rompe a las risas.

- En ese caso creo que soy yo el que debe tener cuidado de ti – me guiña un ojo, seguro a de creer que lo vi en ropa interior, pero el hecho es que no pude… me sentí una tonta por desaprovechar tal oportunidad, pero no, no lo hice. Me sorprende lo incomodo que es para mi y lo divertido que parece ser para él.

- No vi nada – le digo y él ríe aún más. No comprendo por qué le parece tan divertido.

- Es tan adorable tu inocencia, ______.

- ¿Te estás burlando de mi acaso? – le pregunto con los brazos cruzados.

- Para nada, es en serio… sé que eres una dama y no te propasarías conmigo – bromea.

- Ahora si te estás burlando – lo acuso.

Él hace una mueca chistosa con su boca – si, quizá solo un poco…

- La próxima vez dejaré que duermas con tu ropa mojada en mi patio trasero – lo amenazo. No me gusta sentir que se burla de mi.

- No serias capaz, _____, eres muy buena….

- También puedo ser muy mala – lo contradigo.

Él se acerca a mi retadoramente.

- Ah, ¿si?... quisiera ver eso.

- Tu camisa es fea – le digo poniendo los brazos en jarra.

- Tu luces adorable con uniforme – me dice y me desconcierta, ¿acaso piensa atacarme con cumplidos?

- Tu peinado está horrendo, Ashton.

- Tu cabello se ve lindo en esa trenza, ______.

A cada palabra que decimos nuestra distancia se acorta más y más hasta que lo siento cerca, peligrosamente cerca, pues puedo sentir su aroma varonil inundando mis pulmones, la calidez de su aliento que choca con el mío, levanto la vista y siento su penetrante mirada, sus bellos ojos color avellana, sus ojos que siento me hacen amarlo más…

- Tus ojos son hermosos – le digo casi sin pensar y él me sonríe, tiernamente, con esa sonrisa que me provoca sonreír.

- Y tu tienes la sonrisa más bonita de este mundo… - lo consigue, solo él consigue hacer que mi corazón lata tan rápido, que surja en mi el deseo de lanzarme a sus brazos y probar de sus tiernos labios que me seducen con cada palabra.

Pero no aquí, no en el colegio, el lugar menos adecuado.

- Tu camisa sigue siendo horrenda… - digo y rompo con la magia del momento, él ríe.

- También puedes ser muy mala… será una excelente presidenta de clase, señorita Crowell, ahora ven – me toma del brazo – acompáñame a almorzar.

Me lleva a su escritorio y me hace sentarme junto a él, literalmente, en el escritorio. Lo observo, tan dulce, varonil y perfecto…

- Ayer quería llamarte… - me confiesa mientras se lleva el ultimo trozo de su ensalada de frutas a la boca .

- ¿Por qué no lo hiciste? – le pregunto.

- Era tarde y no quería darte más molestias…

- Ashton… ¿cuándo entenderás que no eres una molestia para mi? – le digo – ayer viste a Danielle, ¿cierto?

Ashton solo asiente y noto esa nube cubrir su mirada.

- Si, quería contarte... – dice y pasa su mano por la parte trasera de su cabello.

- ¿Y cómo te fue?

- Bueno…

Como si me odiara, el timbre suena.

- Ay no – me quejo y tiro mi cabeza hacia atrás – debo ir a clase.

- Suena como si fueses ir a prisión - bromea.

- Pues la prisión suena mejor que ir a mi primera clase con la Lic. Noelia.

- ¿Lic. Noelia? – pregunta confundido, lo cual me indica que Ashton aún no tiene el “placer” de conocerla. Yo no corro con la misma suerte.

- Si, una psicóloga algo loca obsesionada conmigo – le cuento – me hace perder la cabeza como nadie… así que será mejor que me apresure pues no quiero llegar tarde a su clase.

Me bajo del escritorio y me paro frente a Ashton. – tenemos una platica pendiente, quiero saber sobre el asunto Danielle…

- ¿Estarás en tu casa por la tarde? – me pregunta antes de que salga.

- Si… ¿irás?

- Por qué mejor no me esperas cuando terminen las clases, yo te llevo a casa y almorzamos juntos, ¿te parece?

- Suena bien – de hecho, suena más que bien.

– Te espero en el estacionamiento a las 2:00.

- Es una cita, Ashton.

- Es una cita, _____.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora