Capítulo 51.

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Después de muchos años, soy realmente muy feliz. Quizá en el camino más peligroso que jamás haya escogido… pero del que estoy más orgullosa de haber seleccionado. Mi humor es realmente bueno, me siento tan bien que quisiera ayudar a todos para que se sintieran igual que yo. No lo sé… creo que eso es lo que llaman estar enamorada y eso es algo que creí que yo jamás experimentaría de la forma en que lo hago ahora. Las clases con Ashton son interesantes. Hay cierta atmosfera de complicidad entre nosotros cuando nos damos miradas rápidas, mientras todos están concentrados en sí mismos o en las actividades. Me estoy a acostumbrando a ver a Ashton  en las tardes, a su compañía, a almorzar juntos y a verlo a mi lado hasta que llega la noche y uno de los dos debe marcharse, y eso podría ser contraproducente, pues hoy vuelve mi papá, esta tarde no veré a Ashton . Me siento entre la “espada y la pared”, amo a mi papá, me gusta estar con él pero si él está aquí yo no podré ver a Ashton como hasta ahora. Pero ver a Ashton significa que mi padre no esté… y ambas ideas suenan terrible para mí.

Pero estoy segura que ya me las arreglaré para encontrar una solución a esa situación.

- _____, ¿te vienes con nosotros al cine en la tarde? – me pregunta Wesley mientras estamos todos sentados en una mesa en el patio durante el almuerzo.

- Gracias, pero no puedo.

- ¿No puedes o no quieres? – me cuestiona Keyttlin.

- No puedo – le respondo en el mismo tono, las cosas han andado algo ligeramente tensas entre ambas los últimos días, Key presiente que le oculto algo y yo niego ocultarle algo… en fin, eso tensa un poco las cosas. – mi papá vuelve hoy de Los Lagos, voy a ir por él al aeropuerto en la tarde y a pasarlo con él.

- Pues llévalo también – bromea Matilde.

- Seguro le encantara la película de Zombies, preciosa – dice Wesley.

- Claro, nada mejor que ver zombies chupasesos después de una cansada semana de negocios. – digo sarcásticamente – pero en serio, me encantaría salir con ustedes chicos, pero en está ocasión no puedo.

- No será que porque ya eres presidenta no te juntas con el pueblo – bromea Wesley y yo lo fulmino con la mirada – está bien dulzura, no he dicho nada.

- Pero mira quién viene allí – dice Matilde a Keyttlin dándole un codazo – como quisiera estar en su grupo, chicos.

Giro ligeramente mi cabeza y veo lo que puso a Matilde tan emocionada. Es Ashton quien atraviesa el patio e intento no querer sonreír como una estupida.

- No creo haber conocido a alguien que luciera tan atractivo con gafas – comenta Key.

- Pero ahora imagínatelo solo con gafas – bromea pícaramente Matilde y ambas comienzan a reír.

Alex, Wesley y yo las miramos con seriedad, aunque yo debería reírme, Alex y Wes no se ríen porque obviamente los muchachos no encuentran gracia en imaginarse de tal forma a Ashton, ¿y qué hay de mi? ¿cuál es mi excusa para no reír? quizá que mentalmente me estoy cagando a palos a Matilde por desear lo que no es suyo.

- ¿Qué pasa _____? – me dice – ¿por qué esa cara? no me digas que a ti no te apetecería ver al señor Irwin si tanta ropa.

- ¡Ashton! – le digo entre dientes. Pero para su información, yo ya lo he hecho. Una victoria silenciosa.

- Es que cómo puede ser que tengas a semejante hombre en tus narices y no sentir nada.

- Quizá no soy muy expresiva – le digo y realmente estoy comenzando a creer eso. No es necesario que agregue más detalles a mi situación con Ashton y que aún así aparente que no me interesa… debería recibir un premio a la mejor monstruo oculta sentimientos del año, aunque claro, cuando se lleva tanto tiempo como yo controlando a cada rato sus propias emociones y mostrándose indiferente, bien, las cosas resultan un poco más sencillas.

- Eso es cierto – dice Keyttlin – a _____ le encanta mantener sus cosas solo para ella… ni te esfuerces Matilde…

Una vez más, indirectas.

- Ahora comprendo porque no aceptas nuestro amor lindura – habla Wesley quitando algo de tensión al momento pues todos comenzamos a reír

- ¡Claaaaro! Es eso… - le digo sarcásticamente.

- Es que _____ - chilla Matilde moviendo mi hombro, está sentada en la mesa de concreto donde estamos almorzando por lo que su mano queda en la altura perfecta para una sacudida – Ahí va, ¡mírale y dime que no es divino!

Matilde casi quiebra mi hombro al girarme ella. Ashton va de regreso al edificio pero ahora con una natilla en la mano, supongo que ha eso había salido, la habrá ido a comprar a la cafetería. Debe sentir nuestras miradas pues voltea hacia donde estamos nosotros. Dedica una sonrisa y nos saluda agitando suavemente su mano más no detiene su paso y desaparece al entrar al edificio.

- ¿Aahhhh! – exclama Hannah - ¡nos saludo! ¡nos saludo!... mi Dios, es tan sensual, ¿han visto como menea sus labios mientras come?

- ¿Te imaginas ser la suertuda que logre hacer que esos labios se muevan para ella? – fantasea Keyttln.

- Yo creo saber quién es ella – escucho decir y veo que es Laura que camina hacia nuestra dirección.

- ¿Cómo que sabes quién es esa perra suertuda? – pregunta exaltada Matilde ante la nueva de Laura.

- Vaya Matilde, con esa boquita besas a tu mamá – la acusa Wesley por la expresión que acaba de usar, pero ella lo ignora. Laura toma asiento entre Keyttlin y yo.

- No creo que debamos meter las narices donde no nos llaman – les digo pero en lugar de tranquilizar las cosas parezco haber despertado la curiosidad.

- ¿Por qué _____? – me cuestiona Laura y su tono me hace sentir en un interrogatorio de un delito por el que soy culpable. Quizá sepa algo o yo me estoy volviendo una completa paranoica.

- Solo creo que no es asunto nuestro.

- No le hagas caso Lau – dice Matilde – ella también ha de morir por saber pero no lograras que lo acepte.

- Créenos – apoya Keyttlin a Matilde.

- Rosemarie y Pamela se volvieron a topar con el señor Irwin. Eso fue ya unos días atrás pero apenas se está filtrando la información – imagino que con eso quiere decir que su prima Rosemarie recién ha abierto el pico – Pues, vale, el lunes Pamela y mi prima estaban en el centro comercial por donde está Bambino’s restaurant y entrando a ese lugar estaba, ¿adivinen quién?

- El señor Irwin – responde Matilde a lo que yo considero era una pregunta retorica.

- ¡Exacto!... – continua Laura – pero la sorpresa fue que no estaba solo.

Ahora sé que no se refieren a mí, pero si sé con quien Ashton se encontró el lunes…

- Estaba con una mujer – confiesa Laura y Matilde y Keyttlin ahogan un grito.

- Y yo que creía que era gay – alardea Wesley.

- Quizá no era un hombre – agrega Alex mientras yo me limito a no hacer ningún comentario.

Laura toma su móvil y comienza a usarlo rápidamente.

- ¿Esto te parece un hombre? - Laura le extiende su móvil a Alex y Wes a quienes los ojos se les desorbitan inmediatamente.

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora