Capítulo 178.

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Ashton.

— ¿Y si mejor esperamos? — tartamudeo a _____ — no sé, creo que no vengo vestido para esto.

— Ashton — me dice ella con impaciencia — es sólo mi casa.

— Pero no es ‘sólo tu padre’ — me defiendo.

— Ya te golpeó una vez y te hostigó para irte al extranjero — me dice ella conteniendo una risa — creo no podría ser peor.

— Mi amor, tú sí que sabes cómo calmar los nervios — digo sarcásticamente y ella me enseña su lengua jugando mientras tira de mi para salir del taxi. No ha dejado que llegásemos en mi motocicleta. Realmente creo que Christian tiene un problema con ellas.

— Sólo es una comida — dice entrelazando mí su brazo con el mío después de pagarle al taxista.

— ¿Tú papá cocinó para mí? ¿Ya sabe que vengo, entonces?

— Em….

— ¿Soy una sorpresa? — le digo con preocupación. Su papá puede ser igual que ella con las sorpresas que no le agrandan.

— No tanto, le pedí a Margit que preparara el campo de batalla — bromea pero yo no puedo reír — ella fue quien cocinó, por si temías que mi padre te envenenara.

Río, creo que estoy siendo un ridículo. No puedo mostrarme ante Christian jurando amor por su hija si estoy a punto de tener un accidente en mis pantalones. Exhalo.

— Hagamos esto — le digo dándole un beso rápido en los labios y ella sonríe.

— De piernas temblorosas a corazón temerario — murmura ella burlándose de mí. Quiero responderle y seguir su juego pero estamos dentro de su casa, y su padre también.

No estoy seguro de que así fuera, pero me sentí como si tuviese mi masculinidad atorada en la garganta. Puedo sentir clavarse en mí la cara de sorpresa de Christian, sí, no lo esperaba.

— Buenas tardes — saludo y es increíble que mi voz suene tan natural cuando ya no siento soporte en mis piernas.

______ le sonríe sin mostrar los dientes, Christian la mira a ella, después a mí, luego a nuestros brazos entrelazados. Creo que ya infiere lo que diré.

Y bueno, sólo se vive una vez, así que evito los preámbulos.

— Señor, estoy enamorado de su hija.

El ceño de él se frunce inmediatamente. Quizá los preámbulos no hubiesen estado mal, después de todo. _______ me mira atónita. ¿Fui demasiado directo? Creo que sí.

Inexpresivo avanza y se pone de pie frente a mí, yo sostengo el brazo de ______ con más firmeza. Él no dice nada, ¿por qué no dice nada? ¿voy a tener que dejarme golpear otra vez?

mi profesor 》irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora