Capítulo 36. Zim

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Ambos capitanes, aquellos que fueron encargados de guiar a la nueva princesa para poder controlar sus poderes y ser entrenada para la batalla finalmente deciden hacer una reunión después de tanto tiempo. Estaban de acuerdo que no habían dedicado tanto tiempo para poder ajustar algunas fallas en el control, pues ninguno sabía, ni la princesa misma, qué clase de espíritu emana dentro de ella. Tan desconocido era, que cada vez que ella evolucionaba creando nuevos hechizos llegaba a perder el control. Tenía un récord de inestabilidad. 

Yami, por su parte, hizo su trabajo al enseñarle cómo pelear y cómo formar su energía de luz en armas. Buscaba la manera en el que ella pudiese familiarizarse con su "ki", logrando así que no solo dominara la espada, sino que también podía utilizar otro tipo de herramienta para luchar. En efecto, su favorito terminó siendo el látigo, lo cual podría ser una comparación con su personalidad. Flexible y a la vez agresivo. Una vez aclarado esto, el capitán de los Black Bulls decidió conversar con William en aquél árbol para sentir seguridad de que él también se preocupaba por dichos descontroles. Con mucha calma y confianza, William no solo reveló lo comprometido que estaba con ella, sino que también estaba dispuesto a revelar su rostro para que su compañero, aquél que llevaba conociendo desde hace diez años, sintiera la confianza que quería recibir. 

Ziya llegó en el momento justo cuando Yami había bajado la guardia, ya no dudaba de su compañero. Fue entonces cuando los dos se pusieron de acuerdo de hablar cara a cara con el principal problema de la situación. 

—Ziya— dijo William en voz calmada— el capitan Yami me comentó que tu espíritu de pavoreal controló tu cuerpo. 

Ella no pudo responder. 

—No estés avergonzada— él se acercó y acarició su cabeza de una manera tan dulce que hizo palpitar el corazón de la princesa— estoy al tanto de quién lo provocó. Y aunque se que tú ya te encargaste, me atreveré a darles un castigo un día de estos. 

—Sí... yo también— exhaló el humo Yami— No soy tan blando como tu padre. Aun no lo olvido. 

Ziya no pudo evitar reír y eso hizo sonreír a William. Entonces continuó. 

—Nosotros estamos encargados de entrenarte, pero si hay algo que no te permita estar erguida en tus ideales, debemos encargarnos de eso. 

—En otras palabra, queremos hablar con ese pajarraco. 

—Pero no sé cómo sacarlo— Ziya comenzó a temblar— Prometió no volver a controlar mi cuerpo, hicimos un pacto, pero no somos tan cercanos. 

William asintió y pidió a Yami acercarse. Tomó la espada de Yami y la puso al centro de la gran rama en la que estaban parados y fue enredada por la misma planta donde salieron tres ramas más que se extendieron a las direcciones de los tres. 

—Este hechizo, no lo he probado del todo, pero por medio de esta espada podremos conectarnos en un solo punto para centrar nuestro mana. 

Yami no entendía nada, Ziya intentaba comprender, pero estuvieran de acuerdo o no, la planta ya se había enredado en sus manos. En una especie de trance los tres fueron llevados a un punto de encuentro. El escenario era casi el mismo, solo que el color era vidrioso y con algunos resplandores a su alrededor. Lo que más se podía notar eran los colores del aura que los rodeaba. El de Yami, era morado, el de Ziya era azul y se expandía con un color dorado, finalmente el de William era gris con un ligero resplandor dorado que desapareció al instante. 

—¿Ahora qué?— dijo Yami un poco irritado— Odio admitirlo pero soy ignorante en el campo, y esta fue tu idea, enmascarado. Más te vale devolverme mi espada intacta. 

—Descuida, yo me encargo. Este hechizo solo nos permite estar aquí por cinco minutos así que debemos ser rápidos— William extendió su mano hacia Ziya y ella la tomó un poco asustada— pido permiso para que el espíritu que habita tu cuerpo salga ya que deseo hablar con él. 

Dream Clover (Black Clover fanfic) [Hiatus x corrección]Where stories live. Discover now