Capítulo 24. Mis ojos en ti

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—¿Entonces me comentas que recibieron información sobre los que nos atacaron en la capital?— dijo Marx a Yami, quien había entregado el reporte.

 Todos los capitanes se habían retirado por el momento a la sala de reuniones. Yami, un poco fastidiado siguió explicando lo sucedido mientras Marx escuchaba.

—Sí— comentó mientras exhalaba de su cigarro— el mocoso que logró derrotarlos no ha despertado desde entonces. Está un poco débil después de la batalla.

—Quieres decir... Debió ser muy frustrante para él.

—Para nada— siguió después de sonreir satisfeho— Ese chico es más de lo que creemos. Les será util para lo que intentan hacer con los prisioneros. Pero debemos despertarlo. Ya lo intenté golpeandolo varias veces, pero no reacciona.

"Creo que lo desmayaste más...." Marx se quedó pensando. Recordó que ese caballero había sido conocido por su espada antimagia. Debajo del castillo aun llacían dos magos que atacaron hace poco la capital. A pesar de que intentó obtener información con sus hechizos, el sello mágico implantados en su memoria no le permiten extraer información. Algo parecido a la experiencia que tuvo con Ziya. Solo que en este caso solo estaba sellado a personas ajenas a su sangre. Era un caso más sencillo que el que estaba tratando de lidiar en estos momentos. 

"Podría ser... que ese niño nos pueda ser de utilidad" Marx estaba a punto de dar una orden cuando la voz de Yami irrumpió.

—Disculpa ¿va atardar mucho el darnos instrucciones? Necesito ir al baño— dijo con una mirada engreida.

—¡Que vulgar! Solo, llevenlo a una habitación en el castillo, yo veré como podemos despertarlo.

—Creo saber quién nos puede ayudar.

Habían pasado unos minutos desde que Ziya regresó del recuerdo que le dio las respuestas que necesitaba, por el momento. Aunque en su mayoría era un poco complicado el tema, el haber visto a su madre le causó un gran gozo en su corazón. Julius había dejado que su hija estuviera a solas un momento mientras ella yacía en el balcón. 

—¿Estará bien?— preguntó William, quien había llegado poco después de que Marx se retirara para hablar con el capitán Yami. Era la primera vez que William no estaba sonriendo, sus labios estaban serios y Julius podía percibir la preocupación por parte del capitan de los Golden Dawn.

—Debemos darle tiempo...— Julius había visto la mirada en blanco de su hija cuando había despertado. Sentía nervios de ver su reacción y el resultado simplemente le inquietó más. Posiblemente era normal. Su madre era practicamente de otra especie. Su padre solo la vio dos veces y ella salió de la nada en su vida. Cuando solamente quería saber su origen, no sabía que venía incluida otra responsabilidad. No es que no le importara, es que ya todo tenía sentido.

—Su majestad, iré con los demás capitanes, creo que soy el único que está faltando.

Julius asintió mientras continuaba en silencio. William, antes de retirarse miró hacia donde estaba Ziya una vez más. Cuando salió de la habitación tomó su grimorio, pacificamente sonrió y después cerró su libro. Mientras caminaba se dio cuenta que alguien se aproximaba a él.

—Recuerda el plan, todo ahora está en tus manos.

La persona frente a él asintió mientras William seguía su camino.

Ziya seguía mirando hacia abajo del balcón. Se podía ver el árbol que William había puesto hace mucho tiempo. Ese lugar tiene mucho significado para ambos ahora. El viento soplaba levemente, haciendo que las hojas y su cabello se movieran plácidamente. De repente, Ziya notó un resplandor en aquél árbol, del cual comenzó a alargarse una rama que se acercó a ella discretamente. De la rama brotó una flor blanca. Era una magnolia de un aroma dulce y agradable. Ésta se desprendió en sus manos y la rama volvió a su lugar.

Dream Clover (Black Clover fanfic) [Hiatus x corrección]Where stories live. Discover now