Para Jungkook, todo debía siempre estar organizado y dirigido. La prudencia y en análisis de situación regían su vida. No estaban permitidos los errores en su vida.
Jihee, blindada con un fuerte sentido del humor que hacía fallecer a cualquier trag...
heeeeey, esta vez no demoré tanto (♡'･ᴗ･'♡)つ──☆*:・y nueva portada ♥*: disfruten el cap uwu
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Capítulo 43: Cuidados verbalmente agresivos.
by; j u n g k o o k
Yo desconocía completamente que Jihee era capaz de conducir un auto, o, con el debido perdón, que al menos sus pies llegaban a los frenos de uno. Esperaba que sí, porque, en realidad, yo no tenía ni la más mínima voluntad para concentrarme y hacer nada.
Mi asiento estaba especialmente ubicado en virtud de mi complexión atlética, pero mi mente estaba tan aturdida y tormentosa que incluso cuando ella movió las palancas y lo ajustó al suyo, no dije nada. Era chistoso como el cinturón de seguridad casi le tocaba el cuello por su tamaño y altura, sin embargo, nada salió de mi boca desde que en silencio, me metí al asiento de copiloto.
Y sucesivamente, demasiado cansado como para decir una palabra, acabé echándome sobre el mismo, cerrando los ojos y sintiendo la agradable sensación de tranquilidad en mi cabeza. No quería discutir, las palabras simplemente no salían de mi boca o mi cabeza.
Escuché que Jihee le preguntó la dirección a Tae y el respondió, aunque en realidad no escuché nada, solo murmullos, sus voces eran zumbidos dentro de mi cabeza. Tenía tanta tensión en mi pecho que casi parecía asfixiarme, una que nunca había sentido antes, parecía desplazarme en mi propio eje sin mi consentimiento, haciendo que mi cabeza diera vueltas y no dejaba espacio para la concentración.
Fue entonces cuando comprendí que Jihee realmente había visto a través de mí en ese momento, de tal forma que se había obligado a conducir para que yo no lo haga. Sentí angustia y un nudo en el estómago, como si hubiera comido vidrio y los cristales estuvieran cortando la carne del mismo ¿Qué iba a pasar... ahora que me separaba de ella?
Abrí los ojos vagamente luego de un rato y respiré hondo, aunque solo hizo que mi estómago se cerrara más. No supe cuando, pero había comenzado a lloviznar fuertemente. Dejé caer mi cabeza en la ventana, el vidrio se sintió tan helado que de alguna forma fue reconfortante en mi cabeza, y volví a cerrar los ojos, escuchando solo mis pensamientos tormentosos.
—¿La dirección de tu casa es...? —miré a Jihee vagamente, justo cuando ella miraba el vidrio retrovisor y doblaba en una esquina. No entendí porque queríamos ir a mi apartamento, pero tampoco quería hablar ¿Por qué ella iba a mi apartamento, no debía ir a su casa? Debía ir a su casa, no estar conmigo. Sin embargo, tal era la aprensión en mi pecho que no podía hablar, no quería hacerlo.
No hallaba mi voz en ese momento.
Me moví lentamente y teclee la dirección en la pantalla gps del auto, ella no dijo absolutamente nada, solo siguió las indicaciones. Estaba muy tranquila, demasiado.
