Para Jungkook, todo debía siempre estar organizado y dirigido. La prudencia y en análisis de situación regían su vida. No estaban permitidos los errores en su vida.
Jihee, blindada con un fuerte sentido del humor que hacía fallecer a cualquier trag...
holi, no iba a actualizar hoy pero me hice un tiempito y pude, me voy a dormir porque no puedo ni enfocar bien los ojos del cansancioಥ⌣ಥ*･ﾟ✧ *･ﾟ✧
para las que tienen curiosidad por cómo se verían jungkook y jihee por la diferencia de altura, encontré esta imagen, nada que ver a ellos y el manga se llama the boy and wolf, pero jungkook y jihee se verían exactamente así de pie juntos y literalmente con la misma contextura física:
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no hace falta decir cuál sería jihee y cuál sería jungkook lmao kjsjsjsdj
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Capítulo 28: Con la guardia baja.
—Ve tú. —el susurro de Niwa me hizo fruncir las cejas. Bajé la cabeza y la miré de inmediato ¿No se suponía que ella era la mejor amiga de Pecas? Se supone que en estas situaciones actúan las mejores amigas, no el tipo que quiere hacerla suya.
Saqué la cabeza por la puerta y apoyé una mano en el marco viendo a Jihee silenciosamente. Estaba sentada entre la penumbra sobre uno de los grandes sofás blancos frente al calefactor, con las piernas plegadas a su pecho y apoyaba la mejilla en las rodillas. Las luces estaban apagadas y las cortinas blancas cerradas, solo podíamos ver el reflejo de su perfil con la madera de la cabaña como telón de fondo, y las sombras del sofá y su cabeza moviéndose tenuemente en la pared gracias a los movimientos del fuego en la estufa.
—¿Yo?—en realidad, solo podíamos ver su perfil porque nos encontrábamos agazapados detrás de la puerta. Taehyung alias —terroncito de chocolate— estaba agachado, con las rodillas casi tocando su mandíbula y con la mitad de su cuerpo fuera de la puerta mirando a Pecas, Niwa estaba en cuclillas detrás de él, asomando la cabeza por encima de la de Taehyung y sobre las suyas estaba la mía. Los tres mirando llenos de curiosidad. —¿Por qué yo? Ve tú.—murmuré.
—Claro, y luego masticare cianuro ¿Estás loco sunbae? Jihee está chiflada.
—¿Y se supone que yo sepa que decirle?— ninguno de nosotros quitó la vista de Jihee, había colgado el móvil hace unos minutos y continuaba simplemente ahí, tranquila y estoica, escuchando el crepitar del fuego y sin mover ni un solo músculo.
Ver a una Pecas tranquila y paciente era algo nuevo. Asustaba como el demonio.
—Algo pasa.—murmuró Taehyung, era el único que se tomaba muy en serio el trabajo de hablar realmente en voz baja, acurrucado y sentado en el piso con la mitad del cuerpo dentro de la habitación y la otra mitad sobresaliendo en el pasillo, su cabello rojo tenía tenue destellos dorados por el reflejo del fuego. —Está actuando raro.
—¿Y eso te preocupa?—susurré, sin dejar de verla—¿Cuándo fue normal? Es la representante de la comunidad de los raros.—no lo decía de la mala forma.
