Capítulo 24

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lo sé, soy una ver*a, pero tenía mil cosas que hacer y el domingo era el día del padre así que me la pasé en familia y no pude actualizar, y en la semana tuve clases, no me odien yo las amoಥ⌣ಥ*・゚✧ *・゚✧

"taza de té" en lenguaje urbano de corea del sur, significa aquella persona que calza con todo lo que el o ella desea o quiere en alguien. recuérdenlo para este cap;)♥

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Capítulo 24: Incertidumbre sentimental. 

by; j u n g k o o k

—Más lejos, Jungkook-oppa. —a medida que nos habíamos alejado transitando tranquilamente por el camino de piedras, Hyemi se había inclinado progresivamente a mi cuerpo, fui terriblemente consciente en la forma en la que sus dedos se aferraban a mi brazo como los dientes de un perro callejero clavados en un trozo de carne, y como su otro brazo se frotaba contra mi bíceps. Ella me sonrió y me jaloneó más lejos, pude haber pensado que estaba tan pegada a mí por increíble el frío, sin embargo: La conocía. La forma en la que me miraba, como entrecerraba los ojos y se relamía los labios de una forma que hace un año me habría encantado, o la forma en la que me abrazaba el brazo y apretaba sus turgentes y grandes pechos a mi brazo, hace un año realmente solo hubiera pensado en separarme del camino para poder alejarnos y poder rozarlos con la boca.

Cuando era pequeño, mi padre y Eric me llevaban todos los años en temporada en verano a la finca del abuelo. Había un pequeño lago a unos cuántos kilómetros, donde realmente amaba lanzarme y nadaba por horas. Recordé un día, en específico, donde estaba nadando en un lugar lo suficientemente hondo como para no tocar el fondo, y de golpe, había sentido el pequeño roce de algo pegajoso en mi pierna, un pez, o lo que fuera que sea. Me sentí horrible y asqueado, y en menos de un minuto había salido del agua.

Ese era el sentimiento que me arraigaba justo ahora, lo recordaba claramente. Me sentía incómodo. Simplemente esa era la palabra correcta, no encontraba otra. No me gustaba, sentí la desesperada necesidad de quitarla de mi camino, un sentimiento penosamente irritante se apoderaba cada vez más y más de todo el tejido nervioso de mi cuerpo.

—Creo que es suficiente. —mencioné, vi la molestia en su mirada, la desesperación por dejar salir todo lo que estaba pensado. Sabía con perfección que ella quería alejarse lo suficiente del camino para ser capaces de hacer lo que hacíamos antes en los lugares alejados.

Pero eso no iba a pasar. Yo no quería tocar a nadie salvo a mi pequeña pecosa. Y ninguna mierda iba a hacerme cambiar de opinión.

Hyemi agitó nuevamente su cabello y dejó de caminar pausadamente. Pero no se alejó, y sentí una sensación de ahogo en mi estómago. Quería espacio. Mi espacio personal. No la quería invadiéndolo, mucho menos, que Pecas viera como siempre lo hacía con deliberada libertad. Esa libertad ya no existía, como el Jungkook de hace un año. Pero no tenía idea de cómo proceder. Estaba malditamente jodido moralmente, Hyemi era una mujer a quién nadie le decía que no. Nunca. Era palabra que no estaba en su repertorio salvo que saliera de ella. Nunca antes nadie la había rechazado, nunca antes nadie se había rehusado a estar con ella, mucho más si era un hombre, y era algo que yo sabía perfectamente. ¿Cómo demonios le hacía entender que, realmente no estaba interesado, sin ofenderla o lastimarla? —Creo que tienes alguna mierda que decir.

—Hyo-in oppa... —pareció hacer una pausa, pensado en las siguientes palabras que diría. Tenía que pensárselas muy bien, porque definitivamente yo no iba a comportarme de forma imparcial sabiendo que ese maldito demente estaba cerca. Toda la mierda de hace años había entrado como torpedo en mi cabeza al ver los ojos de ese pedazo de mierda, quise sujetar su estúpido cabello largo y darle la cara contra alguna superficie dura hasta hacerlo sangrar.

『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ  ||  jungkook 』Where stories live. Discover now