Capítulo 52

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Capítulo Final. 




    Te quiero.

    Sal conmigo.

    Quiero estar contigo. 

     Sabía que algo así quería que dijese ¿Pero qué demonios sabía yo del querer romántico?, ¡ni siquiera sabía algo del querer normal! Más que patearle la cara a alguien que se metiera con mi familia o alguien que amase. Mi padre había sido un idiota egoísta cuya ideología lo llevó a la muerte, abandonado a su propia familia, y mi madre había corrido a los brazos del primero hombre con dinero que era capaz de proveerle y protegerla del mundo cruel, y con mundo cruel me refiero a que no deseaba trabajar, no era alguien independiente, por lo tanto, cuando encontró a alguien que la mantuviera, yo dejé de existir para ella. El Sr.Lee le cumplía los caprichos, le daba todo lo que deseaba... solo que no había sido capaz de comprarme a mí.

    Mi vida se había enfocado en otras cosas. El amor y compasión que un niño como yo necesitaba desesperadamente lo había encontrado en los abuelos y mis tíos, quienes se habían asegurado de enseñarme a trabajar duro por lo que deseaba. Mi abuela valoraba la autonomía sobre todas las cosas, resolver los problemas sin necesitar de otro. Había criado a una niña que, según Yuan, era como el bambú;

    "Se doblaba ante la tormenta, pero nunca se quebraba".

    Prefería ser así, me satisfacía y enorgullecía.

    Mamá había pasado toda mi maldita vida intentando compensar su abandono con dinero y lujos, yo no era una idiota, lo notaba, continúo notándolo. Su desenfrenada desesperación porque me interesasen sus nuevos autos y su black card. Sin embargo, yo había sido una niña criada con una mente mundana y simple, no era en absoluto ambiciosa ¿Que haría yo con una black card? Las black card no servían cuando el arroyo estaba bajo y Tong y yo no podíamos pescar, tampoco cuando intentaba hacer equilibrio en la motocicleta de la abuela y me caía, o cuando no podía hacer crecer una de las plantas del abuelo. Esas cosas me interesaban, cosas que el dinero no solucionaba. Mi madre le llamaba "mentalidad mediocre", yo le llamaba "las cosas que realmente importan". Pero para una persona que corría a los brazos de un rico para solucionar pequeñeces de su vida, no me sorprendía que juzgara mi forma de ser y pensar.

    Porque no la entendía.

    Si no era cuantificable o tenía un diamante entonces no valía la pena... y la familia de Jungkook probablemente era igual. De hecho, tenían más dinero, así que seguro las reglas eran aún peores.

   Estar con Jungkook sería meterme al caldero del que quise huir toda mi vida. Además, yo no quería ningún maldito juego. Si estábamos estábamos, si no, no hay un carajo. Este año terminamos la secundaria, el año que viene comenzamos la Universidad, ¿dónde demonios iría Jungkook?, ¿qué tal si se iba de la ciudad?, ¿qué tal si comenzamos una perfecta relación de dos meses y luego su padre lo mandaba a una Universidad del exterior? La gente rica amaba mandar a sus hijos a estudiar al extranjero. Todo en él era un no gigante pegado en la frente.

    Sin embargo... él era diferente, y yo no podía ser indiferente a eso. A lo que me generaba. Estar cerca de él me daba una tranquilidad inigualable, nos entendíamos sin tener que utilizar las palabras y odiaba malditamente que las personas a su alrededor lo presionaran o entristecieran. Era fan de su sonrisa, me entristecía no verla, me entristecía saber que no creció con los mismos abrazos que yo.

    Me detengo de golpe en el pasillo, sintiendo aquella reconocida emoción que me recorría las venas cuando lo veía, cuando reía, cuando me miraba, cuando... simplemente él existía.

『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ  ||  jungkook 』Where stories live. Discover now