『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ || jungkook 』

Capítulo 1 + booktrailer

espero y les guste el booktrailer (ﾉಠ◡ಠ )ﾉ💞
 

「❆ ❆ ❆」

     —¿Estás llegado tarde de nuevo?—hice una mueca por la estridente voz de Sohee a través del smartphone. 

     Las cinco y media de la mañana era un horario muerto para mi cerebro. Comenzaba a responder recién a eso de las nueve o diez. Tomé una fuerte bocanada de aire cuando el viento frío entró por los increíbles ventanales de la institución, tuve la intención de frotarme las manos por el frío. El día era gris, no me sorprendía. 

     —Dios, Jihee. La temporada del Festival llega en unos meses ¿Cómo demonios te irá bien si te la pasas llegando tarde?— volvió a quejarse, y luego me echó una maldición.

     Ah, quería mucho a mi amiga, en serio, queríamos mucho a Sohee, pero ella tenía eso, ya saben, complejo de madre. Tampoco me quejaba mucho, si no fuera por ella y sus insistentes tirones de cabello a mi flojera matutina hubiera perdido muchas cosas, una de ellas muchas veces era el autobús.

    —Como sea, —hice una pausa— ¿Cómo van las clases suplementarias?

     Soltó un quejido ahogado—¿Quitándome las ganas de vivir?

     —Oh, eso es bueno. Vas por buen camino. —sentí ardor en la punta de mis dedos, me había olvidado de mis guantes antes de salir. —Uh, la semana entrante son las mías. —había sonado más como un gruñido cuando lo dije.

    —Bienvenida al infierno, pasa y toma asiento. —se rió—Al menos este mes no es tan malo, mamá viene en viaje y dijo que me trae un regalo de Australia.

    —¿Un canguro boxeador?

    —Y un postre chino.

    —Lol ¿Un perro?

     —¡Jihee!—estuve a punto de reír, si no fuera por el estrepitoso sonido de la puerta de los vestidores, que se abrió con un golpe seco que me sobresaltó y provocó que pegara un salto.

     Clavé mis ojos inquietos a la razón de aquello que hizo temblar las paredes. Estaba frente a la puerta ahora, por lo que el humeante calor de las duchas me golpeó el rostro.

     Una chica correteó frente a mis ojos tan rápido que solo pude notar que llevaba el cabello largo y pelirrojo, cruzó como alma que lleva el diablo junto a mí, abrochándose la camisa blanca de la institución y noté que le faltaba una media en los pies.

     Eh.

     Hice una mueca, y sostuve rápidamente la puerta gran puerta de roble tradicional, antes que se cerrara frente a mí. Me quedé allí unos minutos, procesando lo ocurrido. Incliné la espalda atrás, mirando confundida como la figura alta de esa chica salía aún corriendo a unos metros. Sólo pude pensar una cosa: que frío. 

     Y qué demonios.

    —¿Si sabe que este es el vestidor femenino..?—me pregunté, más a mi misma qué otra cosa, estaba bastante confundida ahora mismo, y mi cerebro congelado por el frío no se había despertado aún. 

    —Hm, sí, probablemente lo sepa. —asentí lentamente, aún mirado a un costado ante la respuesta de aquella masculina voz, ronca y baja, que llegó a mi como un perverso siseo en el aire.

     —Ya, pero salió corrien... —hice una pausa de golpe. No, esperen. Uhm, algo andaba mal, se supone que sólo había dos voces, ya saben, Sohee y yo.