Capítulo 30

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disfruten el capítulo uwu y recuerden que actualizo cada 12 días<3

Capítulo 30: Puggy Buggy.

   —¿Qué sucede?—Chico Porcelana estaba realmente nervioso, por lo que cuando quedamos solos, lo invité a caminar afuera, había viento y hacía frío, pero esperaba le sirviera para despejar su mente y hablar con fluidez. Me recordaba mucho a Niwa cuando éramos pequeñas, pese al carácter que tiene ahora, la más alta era tímida hasta un punto en que era perjudicial para ella misma cuando estábamos en primaria, por lo que, por suerte, gracias a ella sabía manejar más o menos la situación con las personas así.

   Los tímidos al grado de Chico Porcelana hablaban lento, y se ponían nerviosos con mucha facilidad debido a la atención que recibían, por lo que, cuando salimos afuera callé para dejarlo expresarse. En realidad, también tenía la cabeza ocupada, estaba nerviosísima por Tae, quizá fue una coincidencia, quizá está engordando y llenando su estómago en la casa de su abuelita, pero el idiota no respondía los mensajes y eso nos preocupaba.

   Terroncito de Chocolate respondía todo, según él, le hacía sentir mal dejar el visto, por lo que respondía hasta los memes de gatos que yo mandaba cuando me aburría. Literalmente, lo hacía.

   —Yo, bueno. En realidad, no quiero que pienses que soy un malagradecido o algo así. —susurró, hablaba realmente bajo, y con mi cerebro al noventa por cierto dormido tuve que hacer un real esfuerzo para comprenderlo completamente.

   Entendí que probablemente lo decía porque luego del incidente con Sehoo y los terribles golpes que recibí, cada vez que me lo cruzaba en los pasillos Chico Porcelana huía de mi. El huía, realmente, o a veces podía verlo agazapado detrás de una pared o un árbol viéndome desde lejos, como si quisiera decirme algo pero en realidad no tuviera la suficiente fuerza de voluntad. No le había prestado atención porque en realidad no representaba una amenaza, y a veces resultaba chistoso ver como su cabellera dorada sobresalía detrás de un árbol a los metros como un niño. Me dije que sí él quería algo, en algún momento me lo diría.

   Supongo que este es el momento.

   —No creo que seas maleducado, además fue un momento de mierda. No es como si esperara que me agradecieras, lo hice porque quise.—expliqué, fue chistoso que se escandalizara por mi informalidad al hablar —Oh Dios ¿Porqué la máquina expendedora está tan lejos?—murmuré, viendo la caja de deliciosa nesquik que me estaba esperando de brazos abiertos, pero las caderas me dolían demasiado y no tenía fuerzas de voluntad como para caminar los cinco pasos de lejanía que estaba.

   El rubio me miró confundido, volteando la cabeza hacia la máquina expendedora que teníamos al lado y luego a mi. Pestañeó mientras yo me dejaba caer en un banco adolorida.

   —Está justo aquí... al lado de nosotros—murmuró, viéndome desorientado y juntando sus manos atrás, sí él estiraba un brazo entonces la tocaba.

   —Se ve tan lejos, —dramatice— Tan lejos, mis pobres pies... tan lejos...

   Volvió a pestañear—Está literalmente a dos metros.

   —Tan lejos... —reiteré, poniendo cara de enferma y abrazándome exageradamente a mí misma—Quizá sí me lo pienso lo suficiente, y concentro mis energías psíquicas en la máquina puede que atraiga una chocolatada sin caminar. —él me miró divertido mientras yo me dediqué a entrecerrar los ojos y me quedé viendo en silencio la máquina expendedora, concentrándome.

   —No creo que esté... —él intercaló miradas entre la máquina y yo y aguantó una risa. Obviamente, no estaba funcionando.

   —Si, lo sé. Maldita sea ¿qué iba a pensar? Con mi IQ mediocre de humano vulgar, mucho menos voy a poder tener telequinesis.  

『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ  ||  jungkook 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora