『 ɢ ᴀ ɴ ʙ ᴀ ʀ ᴜ || jungkook 』

Capítulo 31

me apeteció subirlo hoy lol

Capítulo 31: Un útero adolorido no ayuda en nada.

   —Ya no tengo mas nesquik. —susurré casi en un gemido lleno de histeria, apoyado mi hombro en el de Bon y caminando perezosamente apoyada en su cuerpo saliendo de clase. —Los odio a todos.

   —Puedes robarlo. —miré al más alto confundida— ¿Qué? La psicología dice que los adictos siempre utilizan cualquier medio cuando se les acaba el suministro del vicio. —respondió, Sohee frunció el ceño del otro lado, caminando junto a nosotros justo antes de tomarse una selfie y subirla a su instagram.

   —¿La leche chocolatada puede tomarse como un vicio?

   —No es vicio. Es amor. —murmuré aún cansada. Me dolían las caderas y sentía el cuerpo terriblemente pesado cuando caminaba. Necesitaba una cama ya mismo o me iba a morir. Entonces, un profesor pasó junto a nosotros y esa oleada de ansiedad y preocupación me arraigó de golpe. —¿Tienen todo listo para el Plan Maestro?

    Sohee bufó—No puedo creer que me quede para esto.

   —No puedo creer que le hayamos puesto ese nombre. —se quejó Bon con una ademán y frunciendo sus densas y negras cejas —Operación Allanamiento era más cool.

   —Poco original.

   —Uh, claro, Sra. Plan Maestro.

   —Cállate, terminaré golpeándote.

   —Inténtalo, bastarda hoompa loompa.

   —Puto descendiente de Jack el Destripador, te voy a...

   —Ah, chicos no se... pe-peleen. —susurró Jimin, ese era su nombre, aunque honestamente me gustaba más llamarlo Chico Porcelana. Habíamos parado el paso para charlar más íntimamente entre todos y ahora Jimin estaba en medio de Bon y yo, lanzándonos miradas llenas de preocupación por nuestros insultos que parecían más bien el inicio de una pelea. Chico Porcelana había estado todo el almuerzo con nosotros, y para mi sorpresa y orgullo, el rubio se desenvolvió bastante bien entre las estupideces que decíamos, ya saben, como que Bon era inteligente o cuando Sohee me sugirió tomar té verde en lugar de mi preciosa nesquik de fresa.

   Como ya lo sabía de antemano, el grupo lo aceptó bien y sin problemas, eran pacientes cuando él tartamudeaba y no le presionaba para nada. Esos eran mis amigos. Y, bueno, digo, éramos unos bastardos bichos raros y asociales ¿quién carajos éramos como para ser descorteses?

   —Ah, Sunbae, tranquilo. Esto ya es común. —le suavizó Niwa, que era un poco más alta que el y le sonrió —Lo juro, un día Bon pisará a Jihee en una discusión.

   —Literalmente pisarla. —Bon sonrió jugueteando con su arito y dejó caer pesadamente una de sus gigantes y pálidas manos arriba de mi cabeza, haciendo alusión a la diferencia de altura y sus palabras. —¡Agh! ¡Mierda, puta psicópata!

   —¡Bon!

   —¡Me acaba de morder la mano!

  —¡Jihee! Ustedes ya... agh. —Niwa se tomó el puente de la nariz luciendo completamente estresada y luego echó una mirada a los alrededores, habían pocos alumnos a nuestro entorno ya que la mayoría estaba en la puerta principal yéndose a sus casa, sin embargo, los pocos que caminaban a nuestro alrededor se nos habían quedado viendo curiosos. —¿Podemos enfocarnos...?

   —Eh... y-yo...—justo antes de mirar a Jimin, tomé una de las mangas del saco de Bon y me fregué la boca en ella, limpiándomela, no vaya a ser que me contagie de él y mañana aparezca vestida de negro, con piercings y me vuelva fan de My Chemical Romance. Chico Porcelana soltó una maldición y se alejó de un tirón, mientras que Sohee nos lanzó una mirada feroz al más alto y a mí para que atendamos las palabras del más tímido. —Yo creo que... lo mejor será separarnos. Si no mal recuerdo querían hacer todo juntos, pe-pero me parece que lo mejor será que no. —Bon dejó de golpearme la nunca con su mano y yo dejé de jalar su cabello cuando Jimin murmuró esas palabras, súbitamente lo miramos directo y el rubio se sobresaltó.