Sexto año 4

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Me había pasado todo el día metida en la sala de Menesteres, sin hacer literalmente nada.
Era tarde y daba un paseo por el castillo, más específicamente por la torre de Gryffindor. Escuché unos sollozos y unas voces, me acerque sin hacer ruido hacia de donde venían, pero fui interrumpida por unas risas.

- Uy, veo que esto esta ocupado.- una cabellera roja, fue arrastrada por una castaña.

- ¿Ese era Ron?- me acerque a Hermione y Harry, la chica dueña de los sollozos que escuché anteriormente.- Es idiota Hermione, no vale la pena. Tú estás igual por Ginny, ¿verdad?, bueno ella si merece la pena...- los dos rieron por mi comentario.- Míranos, tres tontos sufriendo por tres pelirrojos, además hermanos, ¿qué tienen los Weasley?- me senté en los escalones.

- ¿Por qué terminasteis tú y George?- me preguntó Hermione limpiando algunas lágrimas que caían por sus mejillas.

- Es más complicado de lo que parece.- peine mi flequillo, ya algo largo.- Yo me voy a ir ya chicos, enhorabuena por la victoria Potter.- dije algo "molesta", preferiría que mi casa hubiese ganado, pero el quidditch no me importa tanto.

- Gracias Black.- ambos reímos.

- Ah y Hermione.- me volví a girar hacia ellos.- Algún día se dará cuenta de lo mucho que vales, no te quedes esperando a que eso suceda.- le guiñe un ojo.


- Draco.- me senté al lado del chico que estaba desayunando.

- Ya te he dicho que no iré contigo a esa fiesta de Navidad.- me dijo molesto.

- Pero, ¿por qué?- llevaba tiempo insistiéndole en que fuese conmigo, no quería ir con nadie, y sabía que él quería ir.

- No tengo tiempo, tengo cosas que hacer, cosas con las que deberías ayudarme.- dijo igual o aún más molesto que antes.

- ¿Crees que para mi no es duro?- le susurré.- Estoy teniendo que evitar a mis amigos, sin hablar de que tuve que romper con mi novio, además vivo con el miedo de que le pase algo a la única que persona que aprecio de mi familia.- agarre mis cosas y me fui corriendo de allí.

Fui en dirección al lago negro, quería estar sola, necesitaba pensar. ¿Debería decirle a Dumbledore lo que planea Voldemort? Quiero decir lo del armario y lo de que quiere matarlo, creo que primero hablaré con Snape, espero que de verdad sea un espía, y no nos esté mintiendo.


- Profesor Snape.- interrumpí en el aula, estaba solo.

- ¿Qué necesita señorita Black?- dejó de mirar los pergaminos que estaban en su mano.

- ¿Cree que sería conveniente contarle al señor Dumbledore sobre la misión de Draco?

- No se preocupe por eso, yo le mantendré informado.- lo mire con algo de desconfianza, pero simplemente asentí y me fui de allí.

Si Draco no quiere ir a la estúpida fiesta, iré sola, esta molesto porque a mi me invito y a él no, siendo de la misma familia.
Agarre un vestido con los hombros al descubiertos, escote en forma de corazón, manga larga acabada en pico, de cintura para arriba era ajustado, de mi cintura salía la falda con algo de vuelo, llegaba algo más arriba de mis rodillas, era de terciopelo negro. Me puse unos zapatos, negros también, con un pequeño tacón, dos pulseras de oro en cada muñeca, encima de la manga, en mis dedos descansaban dos anillos, unos grande y ostentoso, que antes había pertenecido a mi primo, y otro simple y sencillo, con el nombre de mi ex novio en él.

Entre a la sala donde la fiesta se celebraba, ya había bastante gente allí.

- Bienvenidos señorita Black.- el profesor Slughorn se acercó a mi.- Hagámosnos una foto querida.- se colocó a mi lado y posamos a la cámara que de delante nuestra.- Disfruta de la fiesta.

- Lo haré.- me separe de él, fui hasta uno de los chicos que tenían bandejas con bebidas y cogí una de ellas.

- Aburrida, ¿verdad?- giré para ver a Hermione, Harry y Luna detrás mía.

- Acabó de llegar.- le di un pequeño sorbo a mi bebida.

- ¿Con quién has venido?- me preguntó Luna, con su característica voz suave.

- He venido sola.- los tres pusieron una cara de sorpresa.- No le veo nada de malo, quiero decir no me hace falta ningún chico.

- Tienes razón.- Hermione suspiro.- Debería haber venido sola, no con ese imbécil, lo único que hago desde que he venido es esquivarlo.- la chica se cubrió la cara cuando quien creo que es su pareja paso por su lado.

- ¡Quítame las manos de encima, viejo asqueroso!- entro Filch, agarrando a Draco, quien no paraba de quejarse.

- Profesor Slughorn, señor. Acabo de descubrir a este chico merodeando por el pasillo de arriba.- mire a Draco encarnando una ceja.- Dice que ha sido invitado a su fiesta.

- Es mi pareja.- evite que Draco hablase, probablemente para delatarse.- Yo le invite profesor.

- En ese caso, no hay más que hablar.- Filch soltó a Draco, camine deprisa hacia él, lo agarre del brazo y nos lleve alejados del resto.

- ¿Qué se supone que haces?- le susurre molesta.

- Déjame.- se soltó bruscamente de mi agarre., iba a reprenderle cuando vi que el profesor Snape nos hizo señas de que saliésemos fuera.


- Tal vez haya hechizado a Bell, o tal vez no, ¿a usted que le importa?- Draco le dijo algo burlón.

- Jure protegerte.- lo empujó contra la pared.- Pronuncie el juramento Inquebrantable.

- No necesito protección.- le respondió enfadado.- Me ha elegido para esto, de entre todos, ¡A mi!- mi primo le echo en cara.

- ¿Y estás orgulloso de eso?- le pregunte algo molesta.

- Tienes miedo, Draco.- afirmó Snape.- Intentas ocultarlo, pero es obvio. Déjame ayudarte.

- ¡No!- exclamó enfadado.- ¡Me eligió a mi! Es mi gran momento.- definitivamente ha perdido la cabeza.

- Eres un estúpido  Malfoy, tú madre y yo no hacemos mas que preocuparnos por ti, ¡y tú sales con esto!- aparte al profesor Snape de un empujón.- Eres un desconsiderado y un egoísta Malfoy.- le solté una fuerte bofetada.  

Las luces comenzaron a parpadear, Snape intentó acercarse a mi pero cuando me tocó algo le empujó hacia atrás.

- ¡Cálmate Alya!- el grito del profesor Snape, me hizo volver en sí. Me separe de Draco conmocionada por lo sucedido y salí corriendo de allí.

Llevaba una hora llorando en la torre de astronomía, por mi primo, por que había perdido el control y por todo.

  - ¿Es por George?- sentí una presencia a mi lado, Harry.

- Si, bueno esa es solo una de las cosas.- mire mis manos y luego a él, quien me miraba fijamente.

- No se que ha pasado entre vosotros pero estoy seguro de que lo arreglareis.- agarro mi mano.

- No lo creo Harry, lo nuestro se ha acabado y no volverá.- subí la mirada para encontrarme sus ojos fijos en mi.

- Bueno, entonces encontraras a alguien que aprecie lo buena chica que eres.- ninguno de los dos aparto la mirada.

- Fui yo quien le dejo Harry, el amor no dura para siempre.- mentira, estoy segura que mi amor por George es eterno.- ¿Tú qué tal con Ginny?

-  Esta con Dean, pero eso ahora no me interesa.- sentí como aparto su mirada de mis ojos y la bajo a mis labios, comenzó a acercar  su cara haciendo que nuestras narices rozasen.

- Hazlo.- tras escuchar mis palabras el chico se lanzó hacia mis labios.

¿Qué me estaba pasando? Me estaba besando con Harry y hace unos días lo hacía con Zabini. Pero ambos besos se sentían vacíos, a comparación con los de George.

SerpienteWhere stories live. Discover now