Sexto año 1

37 4 0
                                    

A lo largo de las vacaciones, ha habido varios ataques por porte de los mortífagos, uno de ellos al callejón Diagon.
Lucius ya sido enviado a Azkaban, me negué a ir a su juicio, aunque se que a mi primo le duele esto, pienso que mi tío se lo merece.

Iba de camino a la casa de Snape, junto a mi tía y mi madre, Narcissa quería pedirle ayuda para Draco.
Colagusano nos abrió las puertas de su hogar, caminamos hacia una sala donde Snape estaba leyendo el periódico.

- Se que no debería estar aquí, el mismo Señor Tenebroso me ha prohibido hablar de esto.- habló mi tía.

- Si el Señor Tenebroso lo prohíbe, no deberías hablar.- le dijo algo tajante.- Deja eso Bella, no debemos tocar lo que no es nuestro.- mi madre soltó un jarrón o algo así.- Casualmente, estoy al tanto de tu situación, Narcissa.

- ¿Tú?- preguntó incrédula mi madre.- ¿Él Señor Tenebroso te lo ha contado?

- Tu hermana duda de mi.- se dirigió a mi tía.- Comprensible, estos años he jugado bien mi papel.- ya no sabía que creer, él junto a Dumbledore me pidió que acudiese a la llamada de mi padre, pero y si se la está jugando a Dumbledore.

- Deberías sentirte honrada,Cissy.- exclamó mi madre.- Y también Draco.- lo último me hizo lanzarle una mala mirada.

- No está preparado.- me levante de mi lugar.- Es solo un crío.- soy consciente de que tenemos la misma edad, de hecho, él es mayor por algunos días. Pero nuestras situaciones no son las mismas.

- No puedo cambiar el parecer del Señor Tenebroso.- me miró.- Pero entra dentro de lo posible que pudiera ayudar a Draco.

- Júralo.- las palabras de mi madre nos sorprendieron a todos.- Pronuncia el juramento inquebrantable.- Snape cogió el brazo de Narcissa, para realizar el juramento, en este juraba que haría todo lo posible por proteger a Draco, mientras cumplía la misión asignada por Voldemort, incluso juro que él mismo realizaría la tarea, si Draco no lo llegase a conseguir.


Fui al callejón Diagon junto a Draco y Narcissa, debíamos encontrar un armario evanescente que fuese hermano del que había en Hogwarts, la misión de Draco es arreglarlo, para que en el momento indicado los mortífagos puedan entrar a Hogwarts. Estaba entre la espalda y la pared, si ayudaba a Draco, le pondría las cosas difíciles a Harry, y fáciles a Voldemort, pero si no lo ayudaba, hay probabilidades de que lo mate.
Me aleje de ellos para caminar por el callejón, la mayoría de las tiendas estaban cerradas, menos Sortilegios Weasley, es el único lugar en el que se podía respirar algo de vida.
Entre con cuidado de no encontrarme a George.

- ¿Alya?- me giré al oír mi nombre, y por unos instantes entre en pánico, hasta que vi que se trataba de Fred.

- Hola Fred.- le dije algo tímida.- Por favor, no le digas a George que he venido.

- Oh ya, se que las cosas entre vosotros no acabaron bien.- el ambiente de tornaba tenso.- ¿Cómo te ha ido?

- Bien supongo, estar de vuelta en casa es raro.- cogí una caja de caramelos de cereza.- ¿Cuánto es?

- Cinco galeones.- rebusqué en mi bolsillo y se lo entregue.- Son los favoritos de George.- lo sabía, por eso mismo los había comprado.

- Bueno, debo irme, me alegra ver que os va tan bien.- me despedí del pelirrojo y salí rápido de allí.
Volví al callejón a esperar a Draco y mi tía, cuando les vi me acerque a ellos para volver rápidamente a la Mansión.

- Al menos contarás como la ayuda del profesor Snape.- estaba en mi habitación junto a mi primo, tumbada boca arriba en mi cama.

- No necesito su ayuda.- comentó frio.

- Deja de hacerte el duro Draco, no conmigo.- me senté en el tocador para comenzar a peinar mi cabello.- Me voy a dormir, mañana hay que ir pronto a la estación. 

Como desde la noche en la que se acabó el curso pasado, Draco durmió conmigo, me aferré a él con miedo a perderle. Ya había perdido a George, y en apenas días lo haría con mis amigos, no quiero perderlo él. 


- ¿El Quisquilloso?- Luna se asomó al compartimento en el que me encontraba, junto a Draco, Parkinson y Zabini.

- No queremos esa basura.- contestó el amigo de mi primo.

- Yo quiero uno Luna.- la chica se acercó sonriente a mi y me entregó un ejemplar.- Voy a tomar el aire.- salí de allí lo más rápido que pude, no les aguantaba.

- Hola Alya.- Harry se acercó a mi sorprendiéndome.

- Hola Harry.- le respondí algo seca mientras volvía a la postura recta que había adoptado durante las vacaciones.

- Se me ha hecho raro no verte por la Madriguera durante las vacaciones.- se apoyo a mi lado.

- Bueno, la verdad es que George y yo hemos terminado.- intente mantener mi tono de voz serio, pero estoy segura que no funciono.

- Perdón, no lo sabía.- se disculpó avergonzado.

- Tranquilo, estas cosas pasan, el amor no siempre es para siempre.- me dedico una pequeña sonrisa.- Si me disculpas, voy a dar un vuelta, necesito pensar.- me separe del chico.

Fui hasta una de las ventanas que se encontraba abierta, me asomé a ella y deje que todo mi pelo se moviese por el viento, cerré los ojos disfrutando del sol en mi piel.
Saque la pequeña cadena que estaba en mi cuello, de ella colgaba el anillo que hace días atrás George me había tirado con tanto desprecio, cabe recalcar que no le culpo por ello, lo coloqué en mi dedo y sonreí al ver el espacio que quedaba, mis manos eran pequeñas, pero en comparación con las suyas lo eran mucho más.

Llegamos a nuestra parada y no encontraba a Draco, Parkinson me dijo que se quedo en el vagón.

- Ah que ya estaba muerta cuando tú aún babeabas.- escuché la voz de mi primo. Abrí lentamente la puerta y vi como le daba una patada a un Harry tirado en el suelo.

- Yo los tengo, y preferiría no hacerlo.- llame su atención.

- No te metas Alya.- agarro mi mano y me saco de allí rápidamente, no sin antes cubrir a Harry con la capa invisible. Al menos vi como Tonks entraba al vagón después de nosotros, espero que logre descubrir a Harry.

- No deberías meterte con él por lo de sus padres.- le regañe.- ¿Cómo te sentirías si lo tuyos hubiesen muerto?

- Cállete.- me dijo enfadado.- Por su culpa mi padre está en Azkaban.

- Tu padre está allí porque es un desgraciado, no por culpa de Potter.- me adelante dejándole solo.

SerpienteWhere stories live. Discover now