Segundo año 10

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Busque mi varita en los bolsillos de mi túnica pero no estaba, se me ha de haber caído mientras corríamos.
Hable pársel con la esperanza de que me hiciese caso, "vuelve a de donde has venido y déjanos", para mi sorpresa el basilisco me obedeció y volvió hacia la estatua, Harry y yo corrimos hacia allí también.

- ¡Cómo lo has hecho! ¡Él solo hace caso al verdadero heredero!- Tom o más bien Voldemort se notaba furioso, volvió a hablar al basilisco y este de nuevo fue contra nosotros.- No serás tú...
Nos acercamos hacia Ginny, se está yendo. Nuestra atención se desvió al ver como el basilisco salió del agua.

- Harry mira.- del sombrero salía una espada, este la cogió y empezó a correr con el basilisco detrás, yo me quede a mantener a salvo a Ginny, le puse mi jersey y capa por encima intentando que entrase en calor.

- Eres tú... como no me he dado cuenta.- Tom se comenzó a acercar a mi.

- Aléjate, ¿qué yo soy quien?- no entiendo a qué se refiere.- Yo soy Alya Black.

- ¿Black? ¿Quién es tu madre?- por que le interesa eso.

- Eso a ti que te importa.- me apunto con la varita de Harry.

- ¡Responde!

- Bellatrix, Bellatrix Lestrange, debes conocerla bien, ella te servió, esta en Azkabán por culpa de eso.- se acercó a mi y acarició mi mejilla.

- Eres tú mi niña, mi hija.- ¿SU QUÉ?
Un gran estruendo interrumpió nuestra conversación, el basilisco cayó muerto, Tom se separó de mi y miro a Harry, el cual parecía haber sido herido en su brazo.- ¿No te parece asombrosa la rapidez con la que el veneno del basilisco penetra en el cuerpo? Calculo que te queda poco más de un minuto de vida. Pronto te reunirás de nuevo con tu querida madre sangre sucia, Harry.

Harry estaba de rodillas en el suelo, vi un colmillo del basilisco y ya fuera de mi trance por las anteriores declaraciones de Tom corrí a por él, Harry cogió el diario de las manos de Ginny y lo abrió.

- ¿Qué vas a hacer?- Tom se vio asustado por la situación. Alce el colmillo.- ¡Para! ¡No!- y lo clavé en el diario, este comenzó a sangrar y del cuerpo del Tom comenzó a salir una luz, lo clave una vez más y luego otra en la tapa, hasta que Tom desapareció completamente y Ginny se despertó.

- Harry, fui yo, pero juro que no quería hacerlo Ryddle me obligó. Y... estás herido.- la pelirroja hablo a toda prisa.

- Tranquila, no es nada. Ginny, tieneis que salir de aquí. Seguid recorriendo la Cámara y encontrareis a Ron.- El fénix de Dumbledore volvió a entrar y se puso al lado de Harry, echo sus lágrimas en la herida causada por el basilisco, claro Dumbledore dijo que eran curativas.- Gracias
Salimos volando con el fénix, desgraciadamente nos llevó hasta la oficina de Dumbledore.

- ¿Sois conscientes de que en las pasadas horas habéis quebrantado unas 12 normas de la escuela?- nosotros solo manteníamos la cabeza agachada escuchando a Dumbledore.

- ¿Y usted es consciente que habían enviado a la persona más inútil a por Ginny,  y que sin nosotros hubiese muerto?- el director me miró en forma de reproche, volví a bajar la cabeza.

- Si, señor.- contestamos al unísono.

- ¿Y qué son motivos suficientes para expulsaros?

- Si, señor

- Por tanto y bien merecido recibiréis el premio a los Servicios Especiales a la escuela.- los tres nos miramos felices tras las palabras del anciano.

- Gracias, señor.

- Ahora señor Weasley por favor, envíe una lechuza con esta orden a Azkabán. Imagino que deseamos que vuelva nuestro guardián.- Ron salió del despacho.

SerpienteWhere stories live. Discover now