Cuarto año 5

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Estaba en la carpa junto al resto de campeones esperando a que la primera prueba empezase. Estaba tirada en el sofá, cuando Hermione apareció de la nada abrazando a Harry.

- Amor juvenil.- apareció esa tal Rita, sacando una foto a ambos leones.- Que conmovedor. Si las cosas no salieran bien hoy, serías una buena portada.

- No pintas nada aquí.- me acerque a ellos.- Está tienda es para campeones y amigos.

- No importa, ya tenemos lo que queríamos.- iba a salir de la tienda pero algo la interrumpió.

- Bueno días, campeones. Venid aquí, por favor.- Dumbledore apareció junto al resto de directores y el señor del ministerio.- atrás larga espera y mucho pensar, por fin llega el momento. Un momento que solo vosotros sabéis valorar.- miro confuso a su derecha.- ¿Qué hace aquí señorita Granger?- está solo se disculpo y salió de la tienda.- Barty, la bolsa.

- Campeones, poneos en círculo.- acercó la bolsa a Fleur y está saco de dentro un dragón en miniatura.- Galés Verde.- el siguiente fue Krum.- Bola de fuego chino.- seguido fue Diggory.- Hocicorto sueco.- después fue Harry.- El colacuerno húngaro.- hice una mueca al ver ese dragón, se veía peligroso, se que Hagrid nos estuvo hablando sobre ellos el día que nos llevó a verlos, pero no presente la menor atención.- Y por ultimo señorita.- acercó la bolsa a mi, metí la mano y agarre lo único que había.- El Ironbelly Ucraniano.- trague en seco cuando le tuve en mi mano.- Son representaciones de cinco dragones reales, cada uno ha recibido un huevo de oro que proteger. Vuestro objetivo es simple, obtener el huevo. Esto es necesario pues cada huevo contiene la clave sin la cual no tendréis opción de proceder a la siguiente prueba.

- Muy bien, suerte campeones.- Dumbledore continuo.- Señor Diggory, al sonido del cañón, puede...- fue cortado por el mismo sonido del cañón, dándole paso a Cedric a que saliese.


Harry y yo éramos los últimos que quedábamos, a él se le notaba muy nervioso.

- Vamos Potter, lo vas a conseguir.- le di ánimos.- Mataste un basilisco, puedes contra esto.

- No lo sé Alya.- dio un gran suspiro.- ¿Cómo haces para no estar nerviosa?

- Bueno, mentiría si dijese que no tengo ni un poco de miedo.- me levante.- Pero confío en mi.- sonó la voz de Dumbledore avisándonos de que ya era el turno de Harry.- Venga Potter, reciéntale el culo a ese dragón.
Ahora que estaba sola pude pensar con claridad lo que está a punto de pasar, estoy apunto de enfrentarme a un dragón, y hay muchas posibilidades de que me chamusque viva. Escuchaba aplausos, supongo que a Harry le estará yendo bien allí arriba.


- Cuatro de nuestros cinco campeones, ya han superado la prueba. Todos pasan a la siguiente.- escuché la voz de Dumbledore.- Ahora, démosle paso a nuestra última campeona.

Salí de la carpa, el terreno era rocoso, aún no puedo ver al dragón por ningún lado, visualicé el huevo a unos metros de mi, no había nada a su al redor. Salí corriendo hacia él, pero unas llamas me derribaron. Caí sobre la piedras causándome varios rasguños. Levante mi vista y vi a un gran dragón, era color gris y su vientre era metálico. Sentía el lado derecho de mi cuerpo arder, me había quemado, corrí tras unas rocas para resguardarme.

- ¡Aguamenti!- solté un pequeño grito de dolor al sentir el agua caer contra mi piel quemada. Me asomé y vi al dragón buscándome. Salí corriendo de nuevo hacia el huevo, vi como el dragón abría su boca para volver a lánzame llamas.- ¡Aqua eructo duo!- un potente chorro de agua salió de mi varita e impactó directamente con él, pero no fue suficiente ya que me golpeó fuertemente con su cola, haciendo que me estampase contra las gradas y cayese de cara al suelo.

- ¡Alarte ascenderé!- hice que varias rocas fuesen en contra del dragón, algunas consiguieron darle, pero una de las más grandes dio contra su vientre haciendo que rebotase contra mí. Sentí pinchazos por todo mi cuerpo, intenté levantarme pero mis piernas no respondían. El dragón cada vez se acercaba más a mi.

- ¡Vamos Alya! ¡Levántate!- escuché la voz de Hermione, acompañada de gritos de apoyo, imagine la cara de mi tío si estuviese aquí, seguro se alegraría de verme medió moribunda, esto me animo a sacar todas las fuerzas que me quedaban para conseguir levantarme. 

- ¡Expectro patronus!- la gran serpiente salió de la luz de mi varita dejando a todos los presentes impresionados, el dragón rugió a mi patronus. Corrí hacia el huevo aprovechando que el dragón estaba distraído y conseguí llegar hasta él, cuando ya lo tenía en mis manos lo levanté en señal de victoria, todo el mundo al verme comenzó a aplaudir y gritar.

Pensé que todo había acabado, pero sentí un duro golpe en mi espalda que me hizo chocar contra las rocas, empecé a buscar mi varita pero no la encontraba, hasta que la vi a unos metros de mí.

- ¡Paradlo!- escuché al director de Hogwarts. Sentí otro golpe que me hizo volar unos metro más lejos, abrí lentamente mis ojos y vi como se llevaban al dragón. Todo el mundo se mantenía en silencio esperando a que hiciese algún movimiento.
Me levante y camine hacia la carpa, con los gritos de todos a mis espaldas.

- ¡Señorita Black!- Dumbledore entró corriendo a la carpa acompañado de otros profesores.
Levante mis puños con el pulgar hacia arriba. En ese momento Draco salió de detrás de los profesores y vino corriendo hacia mi, cuando sentí sus brazos a mi alrededor me deje caer y cerré mis ojos.


Abrí pesadamente lo ojos, mis brazos estaban vendados, a mis pies descansaba una cabellera rubia platino. 

- Draco.- moví mi pie para llamar su atención.

- ¡Alya!- se acercó a mi rápidamente, me ayudó a sentarme en la cama.- Me tenías muy preocupado, por un momento pensé que te perdía.

- No te vas a deshacer de mi tan fácil.- intente reír pero lo único que salió de mi fue una tos seca, vi el huevo en la mesa al lado de mi cama.- Acércame el huevo, quiero abrirlo.- se levanto y fue hacia el huevo para entregármelo. Lo abrí y empezaron a sonar unos chillidos horribles, Draco tapo sus oídos y yo lo más rápido que pude cerré el huevo.- ¿Se supone que esto es la clave?

- Supongo que tienes que hacer algo para que te la de, mañana lo pensamos, ahora descansa.- quito el huevo de mis manos y lo volvió a dejar donde estaba. Fue hacia la silla en la que estaba al principio dispuesto a acomodarse para dormir.

- Draco, vete a la habitación, aquí vas a estar incómodo.- sabía que iba a recriminarme pero le regalé una mala mirada, y se fue dejándome sola. Cerré los ojos intentando asimilar todo.
Escuché la puerta abrirse, dejando ver a mi pelirrojo favorito.

- Hey, ¿cómo estás?- se acercó a donde yo estaba.- He estado esperando a que tú primo se fuese para poder entrar, ya pensé que se quedaría a vivir aquí.

- Estoy bien, bueno algo cansada.- le sonreí.

- Me preocupe mucho, sabía que lo conseguirías, pero cuando el dragón volvió a atacarte.- puso su mano en su pecho.- Lo pase realmente mal.

- Ese bicho no tenía nada que hacer contra mi.- le dije en forma de broma.

- Tú patronus es impresionante.- se sentó en la cama.- Daba más miedo que el dragón.

- Supongo que no es muy común.- jugué con mis manos.

- Has estado maravillosa.- me dio la mano.- Eres una bruja asombrosa.- sonreí tras su cumplido. Es lógico que sea buena bruja, mi madre lo era y además mi padre es de los magos mas poderosos hasta el momento, supongo que es lo único bueno que me llevo de ellos.                         - Es tarde, lo mejor es que descanses. Me iré en un rato.- se sentó en la silla que antes había sido ocupada por mi primo. 

- Gracias por venir.- le di un beso en los labios.- Vete con tus amigos si quieres, deben estar festejando la victoria de Harry.

- Me quedare hasta que te duermas, luego me voy.- beso mi frente y se sentó en el sillón al lado de la cama.

Me tumbe y cerré mis ojos, no quiero ni pensar en la próxima prueba.

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