Segundo año 1

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Mi primer año en Hogwarts había estado bastante bien, había conseguido algunos amigos Hermione y Neville, se que no son muchos, pero hasta ahora el único que había tenido era Draco. También había intercambiado alguna que otra palabra con Harry Potter, ya que siempre que estaba con Hermione tanto él como Ron estaban, aunque no creo ser del agrado del pelirrojo, puede ser por las malas miradas que me echa o simplemente porque cuando estoy con ellos suele ignorar mi existencia, muchas veces le había escuchado hablar mal de mí, con el único pretexto de que soy Slytherin y familia de Draco, de todas formas, no era algo que me afectase demasiado. inal  

El año escolar acabó de una forma inesperada, resultó ser que el profesor Quirrell había estado intentando robar la piedra filosofal, pero Harry, Ron y Hermione consiguieron pararle los pies. Gracias a su heroica actitud, consiguieron empatar con nosotros en la copa de las casas. En mi opinión, Dumbledore se pasó con los puntos que les dio, ¡se habían saltado las normas!, habían impedido algo malo, pero se habían tenido que saltar las normas para ello, quizás más que una recompensa merecían un castigo, ¿ o acaso el fin justifica los medios?. Al final, fue Neville quien le otorgó la victoria a Gryffindor, quizás fue el único que si se merecía los puntos que le fueron dados. Que nos quitasen la copa de las manos me enfado, por supuesto, pero ese sentimiento se rebajó al ver el rostro de felicidad de Neville. 

Ahora estamos de vacaciones, y aunque pueda sonar extraño, estoy deseando de que empiece el nuevo curso, no creo poder aguantar mucho más escuchando las suplicas de Draco para que su padre le compre escobas nuevas a todo el equipo de quidditch de Slytherin. Se que lo hace para que lo acepten sin ni siquiera hacer una prueba. No entiendo porque insiste tanto, es bueno jugando al quidditch, le he visto entrenar durante las vacaciones, y estoy segura de que podría pasar las pruebas por sí mismo. Supongo que tiene miedo de no entrar, sobre todo, desde que el año pasado Harry entró en el equipo de Gryffindor.

Ahora mismo estoy sentada en uno de los bancos del jardín de la gran mansión de los Malfoy, mientras trato de escribirle una carta a Hermione y veo a mi primo practicar con su nueva escoba. Escuché como Draco aterrizaba frente a mí.

- ¿Qué estás escribiendo? – preguntó curioso alargando el cuello para ver.

- Nada que te interese. – conteste recelosa mientras guardaba mis cosas. - ¿Sabe que lo que vas a hacer es comprar tú puesto en el equipo? – señalé su escoba.

- ¿Sabes que eres odiosa? – preguntó tratando de imitar mi voz. – Se te está pegando lo inaguantable de esa sangre sucia. – rodé los ojos.

- Señorito Malfoy, señorita Black. – Dobby vino corriendo hacia nosotros. – La cena ya está lista.

- Dobby, te he dicho miles de veces que me llames por mi nombre. – no pude verle porque estaba a mis espaldas, pero estoy segura de que había asentido. – Por cierto, muchas gracias por la cena, seguro que está riquísima. – me giré para poder quedar cara a cara con él, al verme sonrió, acción que imité.

- Eso espero, señorita Black. – lo miré reprochando como se había referido a mí. – Digo, señorita Alya. – se corrigió.

- Dobby, vuelve ahora mismo a tus tareas. – escuché la voz de mi tío a mis espaldas. En cuanto lo vio, el elfo salió corriendo con la cabeza gacha. – Te he advertido muchas veces que no quiero que hables con él.

- Que Dobby trabaje para nosotros no te permite tratarle de esa manera. – dije con el ceño fruncido.

- Vete inmediatamente a tu cuarto, estás castigada sin cenar. – dijo molesto.

- Te recuerdo que mi tutora es Narcissa, solo ella puede castigarme. – levanté los hombros. – De todas formas, pediré que me suban la cena, no quiero tener que compartir mesa contigo.

El verano pasó más rápido de lo esperado, y ya estábamos de nuevo a uno de septiembre, a punto de abordar el tren que nos llevaría directo a nuestro segundo año en Hogwarts.

Me separé de los brazos de mi tía para ir hasta Lucius, que me recibió dudosamente.

- Espero que en mi ausencia trates a Dobby y al resto de elfos como se merecen. – susurré para que ni Narcissa ni Draco pudiesen escucharme.

Agarré la mano de Draco y juntos entramos al tren. Me quedé durante todo el viaje en el compartimento junto a Draco, Goyle, Crabbre, Blaise y Pansy, aunque pasé la mayor parte del tiempo dormida en las piernas de mi primo. Había pensado irme con Neville o con Hermione, pero sé que a sus otros amigos no les agrado del todo, así que decidí quedarme aquí. 

No sabía lo que me esperaba este año, pero de lo que si estaba totalmente segura, es que estaba preparada para afrontarlo.

SerpienteWhere stories live. Discover now