Segundo año 5

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- ¿No cree que fuimos nosotros?- puede ver la ilusión de Harry al pronunciar aquellas palabras.

- No, no lo creo. Pero debo preguntaros algo, ¿hay algo que quisierais contarme?- ambos negamos con nuestra cabeza.- Entonces, podéis iros.- Iba detrás de Harry hacia la salida, pero me paré a mitad de camino, dejando a Harry irse solo.

- ¿Desea algo señorita Black?- me giré para quedar cara a cara con el anciano.

- Quiero preguntarle algo profesor, de hecho quiero hacerlo desde el año pasado.- bajé mi cabeza y me dediqué a jugar con mis manos.

- Proceda entonces señorita.- vi como se acercó a su fénix y le acarició levemente la cabeza.
Me acerqué a donde el estaba e imité su acción.

- Me preguntaba si usted conoce a mi padre, quiero decir, usted sabe muchas cosas y además conocía a mi madre.- la verdad es que me estaba poniendo algo nerviosa.

- Si es cierto que se muchas cosas, y también que conozco a Bellatrix Lestrange, pero siento decirle que desconozco la identidad de su padre.- bajé mi mirada algo triste.

- Oh esta bien, perdone haberle molestado.

- No pasa nada Alya, entiendo que quiera saber quién era su padre.- me despedí del anciano y salí de su despacho.

Era la hora de la cena pero no tenía ganas, así que decidí dar una vuelta por el castillo antes de ir a la sala común. Realmente están desilusionada, pensaba que Dumbledore sabría quién era mi padre. En el camino me encontré a mi primo solo, cosa que me extraño ya que suele ir acompañado de sus dos gorilas.

- ¡Alya! - se acercó corriendo hacia mi y colocó su brazo sobre mis hombros.- Dime por favor que has sido tú.

- ¿Qué he sido yo que?- no entiendo de que está hablando.

- La que ha abierto la cámara, estabas junto a Potter cuando lo del gato de ese conserje.- con que ha eso se refería.

- Siento aguarte la fiesta, pero no he sido yo.- quite su brazo de encima mía y seguimos caminado juntos hacia la sala común, torcimos en una esquina y nos encontramos a Crabbe y Goyle hablando con un prefecto.

- Crabbe, Goyle, ¿dónde estabais?- mi primo aceleró el paso hasta llegar junto a ellos.- ¿Poniéndoos como cerdos en el Gran Comedor? ¿ Por qué llevas gafas?
Dirigí mi mirada hacia Goyle, las gafas que llevaba se me hacían muy familiares.

- Estaba... leyendo.- se quito las gafas rápidamente y pude ver que estaba algo nervioso, ¿qué le pasaba a ese imbécil?

- ¿Leyendo? Ignoraba que supieras leer.- por lo visto mi primo no noto nada "raro" en el chico.
Ya los cuarto juntos nos dirigí so hacia la sala común, una vez allí, Draco y yo nos lanzamos a uno de los comidos sofás de los que disponía nuestra sala, pero tanto Crabbe como Goyle se quedaron parados.

- Sentaos.- al escuchar mi voz, los dos me hicieron caso y se plantaron su trasero en el sofá que estaba detrás suya.

- Quién diría que los Weasley son sangre pura, tal y como se comportan. Son una vergüenza para el mundo de la magia. Todos ellos.- observe como Crabbe apretaba su puño tras el comentario desafortunado de mi primo, es raro porque normalmente los dos le darían la razón mientras se reirían como cerdos.

- ¿Qué te pasa Crabbe?- al parecer mi primo también lo noto.

- Es el estómago.- dijo sin darle mucha importancia.

- Me extraña que en el Diario El Profeta no se hable de estos ataques. Supongo que Dumbledore está tapándolo todo. Mi padre dice que Dumbledore es lo peor que le ha ocurrido a esta escuela.- mi tío le está corrompiendo demasiado a Draco.

- ¡Te equivocas!- levante mi mirada impresionada hacia Goyle, ¿él acababa de contradecir a mi primo?

- ¿Qué?- mi primo se levantó tras el comentario de su amigo.- ¿Crees que hay alguien aquí peor que Dumbledore?

- Harry Potter.- mi primo hizo sonar una pequeña risa.

- Tienes toda la razón. San Potter. Todos creen que es el heredero de Slytherin.- podía ver lo molesto que estaba al decir esto último.

-Pero tú debes saber quién está detrás de todo.- de nuevo fue Goyle el que habló.

- Ya sabes que no, Goyle. Te lo dije ayer. ¿Cuantas veces tengo que decírtelo?- Draco se acercó a la mesa y cogió un pequeño regalo que había en ella.- De hecho la comenté que pensaba que era mi prima, pero hoy me deshice de esa hipótesis.- lo mire algo sorprendida, no tanto porque minutos antes me lo había preguntado él mismo.- Pero mi padre si me contó que hace cincuenta años la Cámara fue abierta. No me dijo quién, solo que lo expulsaron. La última vez que fue abierta un sangre sucia murió. Es solo cuestión de tiempo que uno de ellos sea asesinado. Y espero... que sea Granger.

- Eres imbécil Malfoy.- me levante de mi asiento seguida de los dos chicos que se encontraban con nosotros.- No vuelvas a decir eso nunca.

- Cicatriz.- escuché un susurro a mi derecha, mire hacia allí y pude ver que a Goyle le salía una cicatriz en forma de rayo en medio de la frente, luego como el pelo de Crabbe se hacía más largo y pelirrojo. no puede ser, ¿qué hacen esos dos aquí?
Probablemente creían que Draco sabía quién era el culpable de todos los ataques.
Me fui a mi habitación muy enfadada por lo que había dicho Draco, mañana hablaré con Potter y Weasley para saber exactamente qué hacían aquí.

Estaba en los pasillos cuando vi una caballera negra y otra pelirroja subiendo las escaleras.
Iba a ir hacia ellos cuando escuché que me llamaban, y podía reconocer claramente esa voz.

- ¿Necesitas algo George?- el chico llegó a mi lado casi sin aliento, habría corrido para alcanzarme.

- De hecho si, ¿te viene bien mañana para nuestra quedada?- rasco levemente su nuca.

- Claro, si mañana nos vemos, ¿ a las cuatro te parece bien?- creo que necesito descansar mi mente de todo lo que está pasando últimamente, ¿y que mejor que hacerlo con él? Me agradaba y quizás me gustase un poco.- Nos vemos mañana entonces, llego tarde a clase.
Me despedí y me apure en llegar a clase de herbología, entre a la clase y la mayoría de alumnos ya estaban allí, fui corriendo a sentarme al lado de mi amigo.

- Neville hace mucho que no hablamos, como esto siga así voy a olvidar tu voz.- dramaticé la situación.

- Hace dos días tuvimos clase de Herbología, y te recuerdo que nos sentamos juntos.- rio por mi actuación.

- Un día sin ti es una eternidad.- la profesora llego y dio comienzo a la lección, podía ver como Neville atendía muy concentrado, de verdad que le gustaba esa materia y además se le da muy bien, todo lo contrario a mi. 

He de decir que sigo sintiéndome culpable por todo lo de mi madre, pero yo no soy ella. 

El resto del día estuve yendo a mis clases y otra vez toda mi mente se encontraba pensando en mi padre, esa voz, la cámara de los secretos y George.

SerpienteWhere stories live. Discover now