Cuarto año 11

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Ambos nos miramos y empezamos a correr hacia ella.
A nuestra izquierda apareció Krum, quien nos lanzó un hechizo pero logramos esquivarlo.

- ¡Agachaos!- Diggory apareció por nuestra derecha y consiguió derribar a Krum, se acercó a él y le quitó su varita, pero lo apunto con al suya.

- ¡No!- le di un empujón evitando que hiciese algo.- Esta embrujado. 

Empezamos a correr hacia la copa, forcejeando con Diggory, que trataba de tirarnos. Del suelo comenzaron a salir varias plantas que hacían que nos tropezásemos, en una de estas Cedric cayó al suelo, pero tanto Harry como yo seguimos corriendo.

- ¡Harry!- le llamó Diggory, me giré y vi como las plantas tiraban de él.

- ¡Reducto!- grite hacia él. Harry de acercó y le ayudo a librarse de la plantas.
El fuerte viento volvió a aparecer.

- ¡Vamos, corred!- les grite mientras comenzaba a correr. Llegamos al centro donde estaba la copa.

- ¡Vamos, cogedla! Me habéis salvado, cogedla.- nos grito Cedric.

- Juntos.- nos miró Harry.- Una, dos y tres.- los tres tocamos la copa y esta comenzó a brillar.

Aterrizamos dándonos un fuerte golpe al caer en el suelo, mire a mi alrededor y aquel lugar me sonaba, era el cementerio de los sueños.

- ¿Dónde estamos?- preguntó Diggory.

- Harry, es el lugar de los...- le avise.

- sueños.- completo mis frase.

- La copa es un translador.- nos informó Cedric.
Me acerque a una de las tumbas y vi que en ella había grabado "Tom Ryddle 1905-1943"

- Diggory, coge la copa.- le ordene.- Tenemos que volver rápido.

- Pero, ¿qué dices?- me preguntó confuso. Harry comenzó a tocarse la frente y soltar gritos de dolor.- Harry, ¿qué pasa?

- ¿Quién eres tú?- Cedric pregunto, aparte mi mirada de Harry para buscar a quien había hablado Diggory, no puede ser.

- Mata al otro.- Pettigrew lanzó un avada kedavra a Cedric sin pensarlo dos veces. Busque con el pánico en los ojos mi varita pero no la encontraba, se me ha de haber caído al aterrizar.
Pettigrew hizo que Harry y yo fuésemos capturados por las estatuas que había allí, inmovilizándonos.

- ¡Hazlo!- le ordenó Voldemort, que tenía un cuerpo por raro que parezca, pequeño como el de un bebé, pero estaba muy delgado.
Forcejeaba pero no conseguía nada, mire al chico de mi lado y estaba igual que yo.
Pettigrew se acercó a un caldero que había delante nuestra y dejó caer le pequeño cuerpo de Voldemort.

- Hueso del padre, involuntariamente donado.- hizo levitar un hueso hasta el caldero, que supongo que será del padre de Voldemort, es decir, mi abuelo.- Carne del vasallo, por voluntad propia.- saco una daga y se cortó la mano.- Sangre del enemigo.- se acercó a Harry e hizo un corte en su brazo.- A la fuerza tomada.- dejó caer las gotas de sangre en el caldero y se acercó a mi.- Y por último, sangre de su sangre.- se acercó a mi y sin que pudiese evitarlo rasgo mi mejilla haciendo que esta sangrase.- Que al Señor Oscuro vuelva.- echo el último ingrediente en el caldero.- A resurgir.

Mire a Harry quien no dejaba de gritar de dolor, el caldero se prendió en llamas, desapareció y en su lugar había lo que creía que era Voldemort pero parecia estar como "naciendo", era muy desagradable. Finalmente había terminado su transformación y ya estaba "normal".

- Mi varita, Colagusano.- Pettigrew de la entregó rápidamente, haciendo una reverencia.

- Harry.- le susurré para que no pudiesen escucharnos.- Tenemos que volver a la copa, no tengo mi varita, se me ha debido caer.-le hable pero él estaba enfocado en la escena delante nuestra.
La cabeza de una serpiente apareció en el cielo y de su boca salieron varias personas que se colocaron en círculo delante nuestra, llevaban una máscara sus que no se les podía identificar.

- Bienvenidos, amigos míos.- les recibió Voldemort.- Trece años han pasado, y aquí estáis ante mi, como si fuera ayer. Confieso que me siento decepcionado.- hizo hincapié en la última palabra.- Ninguno de vosotros a intentado encontrarme. ¡Crabbe, Callahan, McNair!- les quito las mascaras.- ¡Goyle!- solo quedaba uno en pie.- Ni si quiera tu, Lucius.- me quede helada al escuchar su nombre, quito su máscara también, haciendo que cayese de rodillas.

- Mi señor, de haber detectado la menor señal, el menor susurro de vuestro paradero...- intentó excusarse.

- Ha habido signos, mi escurridizo amigo. Y más que susurros.- dijo enfadao.

- Os lo aseguro mi señor, yo jamás he renunciado a la vía Oscura.- declaró mi tío.- El rostro que me he visto obligado a ofrecer desde vuestra ausencia ha sido solo una máscara.- se levantó del suelo.

- Yo regrese.- Pettigrew volvió a escena.

- Por miedo, no por lealtad.- Voldemort se acercó a él. Durante todo el rato había seguido intentado liberarme, pero no había manera.- Aún así, me has sido muy útil estos últimos meses, Colagusano.- dicho eso le creo un mano de hierro, que se colocó en el lugar de la que se había cortado. - Que muchacho tan apuesto.- se acercó a Cedric y colocó su pie en su cara.

- ¡No le toques!- grito Harry.

- Harry, casi me había olvidado de que estabas aquí.- se acercó a nosotros.- Sobre los restos mortales de mi padre.

- Y tu querida, tenía ganas de conocerte.- pasó su mano por mi mejilla.- Te pareces a mi con ese estúpido aspecto muggle.- dijo lo ultimo con despareció. Se acercó a Harry y tocó su cicatriz haciendo que este soltase gritos de dolor.- Recoge tu varita Potter.- la estatua lo soltó al igual que a mi.- No quiero que ella sufra ningún tipo de daño.- mi tío se acercó de nuevo para inmovilizarme.

- Lo sabía, todo este tiempo.- le susurré al rubio.- Eres consciente de lo que los estás poniendo en peligro, ¿verdad?- me referí a Draco y Narcissa, pero él solo me ignoró.

- Supongo que te habrán enseñado a batirte el duelo.- le dijo algo agresivo.- Primero la reverencia mutua.- se inclinó, pero Harry no se movió.- Vamos Harry, hay que seguir el protocolo, a Dumbledore no le agradaría que olvidases los buenos modales. He dicho que te inclines.- esta vez hizo que siguiese su orden usando la magia.
Estaba intentando crear un plan de mi mente para poder sacarnos de allí, pero entre que yo estoy sin varita y Harry con Voldemort, no sé me ocurría nada.

- ¡Crucio!- Harry se retorcía en el suelo.- Buen chico Harry, tus padres estarías orgullosos, en especial tu sucia madre muggle.- o intervenía ahora o sería demasiado tarde, pegue una patada a mi tío haciendo que me soltase y corrí en medio de los dos magos que disputaban un "duelo".

- Padre.- los dos enfocaron su atención en mi.- Para esto, si lo haces te dejaremos ir.- era obvio que mentía, pero lo mejor en nuestra situación era usar la labia.- Si quieres matar a Harry, tendrás que matarme a mi primero.

- ¡He dicho que la quería fuera!- grito enfadado, agarro mi cuello y me levantó haciendo que no pudiese tocar el suelo con mis pies y no pudiese respirar.- No sabes lo que haces, estás eligiendo mal el bando, piénsatelo mejor antes de arrepentirte.- me tiro hacia un lado haciedo que rodase por el césped, hasta que choqué con algo, o más bien alguien, Cedric. Mis oídos pitaban y mi cabeza dolía mucho, acerque mi mano y vi que me estaba sangrando, a lo lejos veía a Harry, me levante y comencé a buscar mi varita, estaba a unos metros de donde me encontraba corrí hacia ella. 

Fui a acercarme a los dos magos, pero comenzaron a salir unas luces azules que resultaron ser fantasmas, uno era Cedric y el otro aquel hombre de los sueños, por último aparecieron un hombre y una mujer al lado de Harry.

- ¡Harry, cuando se rompa la conexión debes volver al translador!- el hombre le explico.

Efectivamente la conexón creada por ambas varitas se rompió, Harry corrió a hacia nosotros.

- ¡Accio translador!- toque a Harry y a Cedric para asegurarnos de que los tres volveríamos.

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