Segundo año 2

81 7 0
                                    

Llevábamos ya algunos días de curso y no ha pasado nada digno de resaltar, estaba en la sala común junto a mis "amigos", aunque en verdad no estaba haciendo ni caso a lo que hablaban.

-Ven... ven a mi.- escuché un susurro algo espeluznante.

- ¿Qué habéis dicho?- definitivamente esa voz no había sonado como a uno de ellos.

- Estábamos hablando sobre lo bien que lo va a hacer Draco como buscador.- Pansy me respondió con su irritante voz de pitillo.

- Oh, esta bien, si seguro lo hará bien, le he visto practicar todo el verano.- mire a mi primo, sentado a mi lado y este me sonrío. Me estaba volviendo loca, es la única explicación a escuchar voces en mi cabeza.

- Sangre, huelo sangre.- otra vez, ahora estaba totalmente segura que lo he estoy escuchando no es mi imaginación, agarre mi varita que descansaba encima de la mesa enfrente nuestra y me levante rápidamente, voy a ir a averiguar quien narices esta hablando.

- Oye ¿estás bien, a donde vas?- mire a mi primo que se había sorprendido por mi acción.

- Si solo que olvide algo en la biblioteca y acabo de recordarlo, voy a por ello antes de que sea muy tarde.- y sin decir nada más salí de la sala común.

- Te voy a desgarrar. Te voy a matar.- vale, esto ya me está empezando a asustar, ¿qué demonios es esto?, seguí caminando en busca de quien estaba hablando.

-Matar, matar, matar.- empecé a correr intentando buscar al dueño de la voz, hasta que sentí mi cuerpo chocar contra algo o más bien alguien y acto seguido caer al suelo.

- Harry, Alya.- me levante y pude ver que con quien había chocado era Harry, gire hacia la izquierda buscando a quien nos había llamado, ahí estaba Hermione junto con su amigo pelirrojo.

- ¿Lo habéis oido?- Potter y yo hablamos a la vez, lo que quería decir que él también lo había escuchado, al menos sabía que no me estaba volviendo loca.

- ¿Oír que?- los dos amigos de veían muy confusos.

- La voz.- esta vez yo me mantuve en silencio y fue Harry quien habló.

- ¿La voz?¿Qué voz?- por el tono de Hermione me dio a entender que ellos no habían escuchado nada. 

- La oí antes en el despacho de Lockhart. Y otra vez.- Harry se veía igual de desubicado que yo.

- Ha llegado la hora.- los dos nos miramos sin saber que hacer, no entendíamos nada.

- Se mueve, creo que va a matar.- después de estar un largo rato pensando, por fin me decidí a hablar, Harry me miro afirmando lo que había dicho y los dos salimos corriendo con los otros dos chicos en nuestros talones.

Llegamos a un pasillo y en la pared de este había varias arañas yendo hacia un agujero de la ventana. Todo esto es muy raro. Había un charco en el suelo en el cual se reflejaba la pared de enfrente nuestra, y estaba ¿escrita? Los cuatro levantamos la cabeza todavía más confusos.

- "La cámara de los secretos ha sido abierta...enemigos del heredero temed"- después de que Hermione leyera aquello, nada fue a mejor.- Está escrito con sangre.

- Oh no.- los tres nos giramos hacia Harry, el cuál se dirigía hacia algo que estaba colgado.- La gata de Filch. La señora Norris.

Se empezaron a escuchar los susurros de un montón de alumnos viniendo hacia nosotros. Entre ellos mi primo el cual me miro atónito.

-"Enemigos del heredero temed"- ¿qué estaba haciendo Draco?, dirigió su mirada a Hermione.- Vosotros seréis los siguientes, sangre sucia.- en otra ocasión hubiese defendido a mi amiga pero ahora mismo estaba paralizada, no entendía nada.

-¿Qué ocurre aquí? Dejadme paso.- mierda y más mierda, pobre señor Filch, le tiene mucho aprecio a su gata.- Potter, Black, que hacéis vosotros... ¿Señora Norris?- no pensara que hemos sido nosotros los que hemos hecho esto, ¿verdad?- Habéis asesinado a mi gata.

- No, no- Harry lo único que hacía era negar lo que el señor Filch decía, mientras yo solo me mantenía en silencio. Filch aseguraba que nos mataría mientras agarraba el cuello de la túnica de Harry. Justo en ese momento apareció Dumbledore, junto a la profesora Mcgonagall, Snape Y Lockhart.

- ¡Argus! ¿Qué - no terminó de hablar porque vio la escritura de la pared. - Todo el mundo debe irse a sus dormitorios de inmediato.- Todos nos pusimos en marcha.- Todos excepto vosotros cuatro.- mierda, ¿ qué excusa pondría para justificar que estaba allí? Era obvio que no iba a decir que oía voces, y esperaba que Harry tampoco lo hiciera. Todos los alumnos salieron de allí haciendo que nos quedásemos solos con los profesores.- No esta muerta Argus, la han petrificado.

- Lástima no haber estado, conozco el contra hechizo que la hubiese salvado.- obviamente no podía faltar un comentario del vanidoso Lockhart.

- Pero como lo han hecho lo desconozco.- Dumbledore centro su mirada en la señora Norris, intentando descifrar el por qué de su estado.

- Pregúntales, ellos son quienes lo han hecho, ya has visto lo que han escrito en la pared.- Filch seguía creyendo que habíamos sido nosotros, en verdad no sabía si Harry lo había hecho, pero confiaba en que no.

- No lo entiende señor, nosotros no hemos sido.- mire a Harry y este asintió dándome la razón. 

- Si me permite director, tal vez estuvieran en el lugar y momento menos oportunos.- los tres Gryffindor mirados a sombrados al profesor Snape, ya que no era muy común que este hiciese algo para ayudar a otra casa que no fuese la suya.- No obstante, las circunstancias son sospechosas.- los cuatros nos miramos con incredulidad.- A decir verdad, no recuerdo haber visto a Potter durante la cena.- subió el tono al pronunciar el apellido del chico de gafas. 

- Debo intervenir Severus, Harry estaba ayudándome con mi correspondencia.- Lockhart intervino a la ayuda de Harry.

- Por eso fuimos a buscarle señor.- Hermione hablo en nombre de los tres, y le doy gracias porque aún no había ideado ninguna excusa, aunque parece que ese acto no le gustó mucho a su amigo pelirrojo.- Le acabábamos de encontrar cuando dijo...- menos mal que paró antes de cagarla.

- Cuando dijo ¿qué?, señorita Granger.- Snape siseo con malicia.

- Cuando dijo que no tenía hambre.- está vez fui yo la que se apresuro en contestar.- Les acompañaba a su sala común cuando nos encontramos esto.

- Son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.- Dumbledore finalizó el interrogatorio.

- Mi gata ha sido petrificada, ¡exijo un castigo para el culpable!

- Encontraremos una cura Argus. Tengo entendido de que disponemos de una saludable cosecha de mandrágoras, cuando madure haré una poción que reviva a la señora Norris.- cuando decía que admiraba a Dumbledore no lo decía en vano, el de verdad sabe tratar con las personas, ya podría Snape aprender algo de él.

Dio por acabada la conversación, advirtiendo que tuviésemos cuidado, los cuatro estábamos yendo a hacia la sala común de Gryffindor.

- Hermione, puedes volver a repetir ¿por qué has mentido por ella? - de verdad que ese chico pecoso me estaba hartando.

- Se puede saber, ¿qué te pasa conmigo?- dije ya bastante irritada.

- Para empezar eres de Slytherin y además eres prima de Malfoy.- dijo igual o más irritado que yo.

- Dejad eso, hay algo más importante.- la voz de Hermione nos interrumpió. - Escucháis una voz, una voz que solo vosotros podéis escuchar y justo aparece la señora Norris petrificada, es muy raro. - tenía razón hay otras cosas por las que preocuparnos ahora.

- ¿Crees que debimos contárselo? a Dumbledore y al resto.- ¿acaso Harry estaba loco?

- No Harry, incluso en el mundo de los magos no es buena señal escuchar voces.- en eso Granger tenía razón.

Llegamos a su sala común, me despedí de ellos y puse camino hacia la mía, tengo que ir averiguar que está pasando.

SerpienteWhere stories live. Discover now