—Estas son para el dolor de cabeza y para la gripe también— Indica tocando las pastillas de color azul claro, pone sus delgados dedos encima de una tableta amarilla con pastillas blancas. —Estas son para la tos si es muy fuerte, estas blancas son para la fiebre y estas últimas son para el dolor en las amígdalas, si no se mejora le recomiendo poner una Diamine para la infección.

Harry asiente, memoriza aquella información y habla:

—Deme una de esas por si acaso.

La empleada asiente, busca la medicina que resulta ser una inyección y quizás Harry ya puede imaginar a Louis gritando por no querer que le inyecten nada en el trasero.

Harry paga todas las medicinas con su tarjeta de crédito, recibe las compras y unas buenas noches, sale del local, Miguel lo recibe con la sombrilla y entra a su coche, el chófer empieza a conducir y Harry no tiene absolutamente nada en la cabeza durante todo el camino.

Quizás se distrae con la vista que tiene a través de la ventanilla, como la ciudad pasa demasiado rápido, el tiempo, la vida. Respira, se siente ligeramente vacío y piensa que su día ha sido extremadamente aburrido, que le hubiese gustado que Louis le visitara en lugar de enfermar o que no hubiese colgado justo después de haberle dicho que lo quiere.

Si, tal vez es eso lo que le está molestando al millonario, el hecho de que un chiquillo de diecisiete años le quiera y que sea tan tímido como para soltarlo de repente y huir, no sabe si hablar sobre el tema, no cree ser capaz de soportar las evasivas que probablemente Louis le brinde y no tiene cabeza para pensar en qué otro momento el chiquillo le volverá a decir esas palabras.

Son dos, son simples, o así es como Harry las ve y no entiende cuál es el problema porque cree firmemente que si se siente algo hay que decirlo.

Él puede decirlo.

Si.

¿Por qué no lo ha hecho?

Ha tenido este sentimiento desde hace un tiempo, quizás más de lo que le gustaría contar, y hasta la luna de hoy no ha sido capaz de soltarlo.

Es fácil, piensa. Solo hay que decirlo, es sencillo, si se siente hay que soltarlo.

—Te quiero— Susurra con los labios fríos y el corazón en la garganta.

Le late con fuerza.

Es cierto.

Lo quiere.

¿Cuándo se lo dice?

Hoy no es un buen momento, se aferra a la excusa de que Louis está enfermo, de seguro duerme hasta las quimbambas y le duele la cabeza a muerte como para escuchar dos palabras.

Mañana tampoco, seguirá con malestar.

Quizás la próxima semana.

No, tiene una reunión.

La que viene después de esa. Tampoco, tiene tres reuniones.

¿El próximo mes?

Si, Harry cree que ahí está bien.

En su cumpleaños, tal vez. Si, es una buena idea, asiente para sí mismo, lo ha decidido, no se considera un cobarde por retrasar los inevitable ni mucho menos.

Parpadea, se sorprende, han llegado al edificio en donde vive Louis y Miguel está afuera, con el paraguas y la puerta abierta para él. Harry frunce las cejas, se desmonta del coche, ve que Zayn saluda a Liam y se dirige a la entrada de la infraestructura.

Piensa que se ve un poco mejor por dentro, aunque no es la gran cosa e intenta recordar cuál es el piso de Louis, pero al final no tiene ni la menor de las ideas, le envía un mensaje a Liam, le dice el lugar y llega en un santiamén.

Baby Blue ✦ daddykink! [ls] | ✓Where stories live. Discover now