Toma la más delgada y tuerce un poco los labios antes de estamparla contra su propia palma. Cierra los ojos aguantando la respiración cuando el golpe le escuece y le pone los vellos de punta, y cree que no es adecuado para Louis a menos de que haya hecho algo verdaderamente grave.

Considera que con sus palmas será suficiente y vuelve a dejar la varilla en su lugar.

Cierra las puertas del armario, camina de regreso hacia Louis y se sienta a su lado. El chiquillo lo mira con sus divinos ojos del cielo.

—Con el pecho sobre mis rodillas— Le indica.

Louis parece morderse el interior de las mejillas y sin esperar un solo segundo se coloca sobre sus muslos con el pecho hacia abajo, le cuelgan las piernas y los brazos y se sacude de manera disimulada en un pequeño temblor.

Harry no se da el lujo de demorarse mucho, le baja los pantalones de pijama junto con los panties hasta las rodillas y le acaricia la mejilla de la derecha. Louis jadea.

—Tomarás diez, cinco en cada nalga. Sí eres muy amable de contarlas te lo agradecería, no querrás que se me pase un golpe de más y que no mereces, ¿verdad?

—No, papi— Niega varias veces.

—Bien— Aprueba y de repente parece acordarse de lo que leyó en internet. —Ah, y debes agradecerme por cada azote.

Louis asiente y se sostiene un poco a la tela del pantalón de Harry, quien alza la mano y la deja caer sobre la piel redonda, rellena y sensible.

Louis chilla.

—¡Ay coño!

Harry frunce las cejas y vuelve a alzar la palma para dejarla caer dos veces seguidas. Louis se queda sin aliento.

—No vuelvas a decir esa palabra. He sido claro con lo que tienes que hacer, Louis.

—¡Lo siento, papi!

—Vamos a comenzar de nuevo.

Quizás Louis lloriquea en voz baja y Harry consigue levantar la mano y estrellarla contra la nalga derecha de Louis.

—¡Uno!— Exclama como puede. Respira. —Gracias, papi.

El millonario se siente satisfecho y se permite empezar a golpear su trasero una y otra vez, escuchando como a cada azote que pasa los números se van escuchando un poco más desastrosos y la gratitud se transforma en llanto. Harry comprende que debe de dolerle un poco más teniendo en cuenta de que la piel de Louis parece ser bastante sensible y que él tiene una gran mano.

No hay mucha justicia, pero al final es lo que queda.

De todas formas, Harry cree que Louis lo está haciendo bastante bien, se siente satisfecho cuando piensa que el adolescente ha aprendido la lección cuando van por el número seis y que no volverá a repetir acciones como la anterior, pero es en el séptimo golpe cuando Louis gimotea en voz baja después de agradecer y Harry siente algo duro contra el final de las esquinas de sus muslos.

Se detiene un segundo, gira el rostro para ver cómo Louis ha conseguido apoyar la mejilla sobre la cama y hay un rastro de humedad en la colcha cuando ha volcado los ojos y es incapaz de cerrar la boca, y resulta ser que lo está disfrutando.

Harry no puede creer que esté gozando lo que se supone que debe ser su castigo.

Piensa que es el colmo, que Louis es increíble y que no debía esperar menos de alguien que se siente complacido al ser asfixiado.

Así que, sin encontrar ningún remedio para él, Harry decide terminar con el castigo, brindándole los azotes faltantes y escuchando los gemidos y balbuceos que Louis intenta ocultar en vano porque Harry ya lo sabe todo.

En el golpe número diez, Louis tiembla entre sus piernas y jadea cuando Harry lo agarra por debajo de las axilas y lo sienta correctamente sobre su regazo aún con los pantalones abajo.

Louis intenta cubrir su entrepierna agitado.

—Quita las manos— Ordena Harry.

El chiquillo se encoge un poco dudando, pero mira a Harry a los ojos y las quita al instante. Un quejido tembloroso escapa de sus rellenos y enrojecidos labios cuando los gruesos dedos de su papi se envuelven alrededor de él.

—Aparentemente tendré que buscar mejores métodos de castigos ya que estos te sirven de estimulación.

Louis se muerde un poco los labios con los ojos cerrados.

—Lo, lo siento, papi.

Harry tararea, no lo culpa por eso así que no acepta ninguna disculpa de su parte. Con la mano libre agarra el brazo de Louis y se lo pasa por los hombros para que se sostenga y luego rodea su cintura manteniéndolo estable para así poder tocarlo un poco mejor.

Harry lo atiende mientras le devora la boca, lo besa con demasiada fuerza, le golpetea la lengua, lo muerde de vez en cuando y quizás se traga los gemidos que Louis suelta, y lo molesta deteniéndose cada tanto cuando ve que está por correrse.

Él espera que después de este día, Louis no sea fastidioso en cuanto a jugar con él.

Baby Blue ✦ daddykink! [ls] | ✓Where stories live. Discover now