-¿ _____? ¿Qué haces aquí? -Preguntaba curiosa con unos libros en mano.

-La biblioteca, recibí un mensaje sobre que ha llegado un libro muy interesante. -Comenté rápidamente sin pensármelo para no levantar sospechas.

-¡Makoto, tengo que irme! -Llamaba la atención aquel hombre situado a la entrada.

-¡Papá! ¿¡Puedes venir un momento !? -A regañadientes accedió. -Ella es _____, la persona de la que te hablé. Ya sabes las buenas noticias ¿no? -Negué con la cabeza, me estaba costando asimilar la situación en la que me había metido. -El próximo año serás presidenta del consejo de esta escuela. -Sonrió.

-¿Así que tú debes ser _____ Akechi? Es un placer conocer a una detective del servicio. -Habló aquel hombre que era el padre de Makoto. -¿Has decidido a qué futuro te dirigirás? -Curioseó. -Con todo lo que comentan en la televisión sobre ti y tu hermano no tendrás problemas en entrar en una oficina de policía.

-Aún me queda mucho por aprender señor Niijima.

-Ante todo modestia ¿eh? Me gusta esa actitud. -Se sinceró.

-No le agobies que la pobre sigue en segundo. -Advirtió la presidenta.

-Sin embargo, pensaba que tenía que hacer una prueba para ganarme ese mérito. -Insinué.

-Por eso no te preocupes, el trabajo está ya casi hecho, tan solo falta tu aprobación que se llevará a cabo el 10 de enero. -Sonrió. -Las competencias se han retirado y la chica de primero que tanto te molestaba la cambiamos por alguien mejor ¿Recuerdas? Además con tu nivel académico y social, no creo que tengas problemas en llevar a cabo todo lo que te propongas. -Era como si me estuvieran concediendo todos los deseos.

-Makoto nos tenemos que ir. -Le llamaba amablemente el padre. -Si mi sentido de la justicia no me falla me dice que los criminales nunca descansan. -Asintió con la cabeza su hija y con una leve reverencia se despidió de mí.

-Nos vemos _____.

Me quedé atontada tras su despedida, aquel hombre que había visto ante mis propios ojos era el superintendente de una comisaría de policía y el padre de Makoto. Al acto recordé dos realidades sobre aquel señor: Makoto me había hablado muy bien de él por su sentido de la justicia que ella siempre perseguía, pero por otro lado ... También me informó de que falleció en una misión que le encomendaron.

No solo eso me llamó la atención de nuestra breve conversación, al parecer era la presidenta del siguiente año sin tener constancia. Todos los del comité estudiantil estaban de acuerdo y por si fuera poco, cumplí mi deseo de reemplazar a aquella presidenta de primero que no paraba de preocuparse de las personas que le importaban.

-¿Tenía que haber terminado así? La felicidad de Makoto ... El hecho de estar con su padre feliz ... Y en cuanto a la presidenta de primero ... ¿No se merecía otra oportunidad? -Suspiré hastiada adentrándome en el instituto y revisar la enfermería donde gracias al cielo no había nadie.

Estuve varias horas buscando información  en aquella enfermería donde se reunían notas sobre los alumnos y los problemas de salud que tuvieron en su paso por la misma, entre todos aquellos expedientes, uno cayó al suelo con una foto de mí en la esquina superior derecha. Pareció ser un hecho que me sonaba lejano, cuando le eché un vistazo encontré que la causa de mi entrada a la enfermería era por una arritmia leve.

-Los Phantom me salvaron aquella vez y recuerdo que Ryuji me dio ánimos para seguir adelante. -Comenté. -Sin embargo, no recuerdo que esto se dio en esta realidad, como si nunca hubiera tenido ningún colapso ... Probablemente sea por mi pasado inventado por Maruki. -Chasqueé la lengua tras susurrar aquello. -El pasado no se puede cambiar como a uno se le viene en gana, puedes cambiar el presente o el futuro pero el pasado ..., eso es algo que jamás debería tocarse.

Guardé los papeles de nuevo en la carpeta de donde los saqué, me detuve en mirar otras estanterías de la misma enfermería que había en los alrededores. Intentaba mirar como si tuviera rayos X alrededor de la habitación pero solo tenía libros y más libros de medicina, encima el hecho de estar rebuscando en la enfermería no era nada bueno, si me pillaban se acabó mi puesto de presidenta y una mancha quedaría en mi expediente, es por eso que siempre andaba con mis sentidos alerta.

Mi mirada se posó entonces en una carpeta un tanto llamativa de color negro oscuro la cual no había sido abierta desde hace tiempo debido al polvo acumulado sobre ella. Pero la tranquilidad no duró mucho, unos pasos se acercaban vertiginosamente a mi posición y mis sitios para esconderse eran casi inexistentes, decidí salir por la ventana ya que me encontraba en un bajo y, sin un rastro mi misión fue un éxito.

Llegué por la tarde a casa, mi hermano ya estaba preparando el informe como un buen trabajador y yo sin ninguna pista asequible por mi parte aún.

-¿Has encontrado algo? -Preguntó Goro.

-Nada fuera de lo usual, sin embargo, vi al padre de Makoto. Ella parcía muy feliz de volver a ver a su padre de entre los muertos. -Puntué. -Su comportamiento se asemeja a como ella lo percibía de antaño, la capacidad de Maruki en hacerle tan verosímil en esta la realidad es ... Abrumante.

-Entiendo ... -Comentaba mientras tecleaba el ordenador.

-¿Y tú? Veo que tecleas con muchas ansias el ordenador y no creo que sea por nada.

-Te lo diré el 8 de enero. -Aquello me deprimió.

-Dame un adelanto anda ... Si compartimos detalles clave probablemente se me ocurran otros sitios por donde buscar ... De hecho mañana iré a revisar el expediente de Maruki en Shujin, fijo que seguirá en el despacho del director a pesar de su ida. -Mi hermano se dedicó a asentir y a teclear la pantalla, me comenzaba a mosquear su actitud así que decidí hacerle pasar por el mismo calvario que me estaba haciendo pasar a mí. Me senté a su lado viendo cómo tecleaba en el expediente y viendo qué información contenía. -Así que has preguntado a los integrantes de las personas que estaban metidas en la investigación de la psciencia cognitiva de Shido.

-Así es ... Pero su conocimiento sobre el tema no se compara con los conocimientos de Maruki ni de Wakaba Isshiki, pero por lo que estoy viendo, el trabajo que llevaba a cabo Maruki se lo echaron atrás por culpa de las relaciones que tenía el supervisor de Maruki con Shido.

-Es probable que Shido estuviera detrás de todo ello, supongo que lo estaría embelesando a su supervisor con moneda en mano. -Comuniqué.

-Aparentemente Shido tenía sus contactos y como quería el control de ese mundo, no me extrañaría nada. Mañana tienes que encontrar el expediente de Maruki. -Exigió. -Allí encontraremos algo de su pasado.

-Eso me recuerda que ... ¿Te acuerdas que te dije que tuvo un accidente? Probablemente sea uno de los traumas por los cuales quiere hacer a la gente de su alrededor feliz.

-Menuda pérdida de tiempo. -Se quejaba el detective. -No podía quedarse sentadito, tenía que tocar más las narices. Mañana volveré a indagar más sobre el libro de la psciencia cognitiva, espero que lo tengan en una librería cercana, después de todo, él quería que se conociese su trabajo.

-Le pararemos. -Comenté.

-¿Y tu informe dónde está? -Preguntó curioso mirándome de arriba a abajo.

-Ahora me pongo señor detective, tengo que hacer la cena porque alguien quema la cocina cada vez que enciende los fogones. -Solté. -Lo haré por la noche, no me queda otra. -Me levanté de su lado para dirigirme a la cocina.

-Por qué me suena a indirecta... -Murmuraba.

-Tómatelo como quieras, pero te recuerdo que vivimos en la misma casa. -A regañadientes se levantó Goro y comenzó a sacar cosas de la nevera.

-Eres muy persistente.

-Y me lo dices tú... -Contraataqué.

Preparamos la cena con tranquilidad con alguna que otra broma entre hermanos, mi hermano recogió los platos y yo comencé a redactar mi informe, no sabía el porqué pero a pesar de no tener casi información logré redactar uno bastante decente. Teníamos que seguir adelante, no detenernos y construir nuestro verdadero futuro, ese mismo futuro que jamás te lo dan, sino que debes crearlo tú con tu propia perspectiva.

Persona 5 & RoyalWhere stories live. Discover now